Pocos sectores económicos avanzan a más velocidad que el tecnológico, por eso de vez en cuando es recomendable echar la vista atrás para comprobar su frenética evolución. Hoy estamos acostumbrados a que herramientas como Facebook, Instagram o Spotify formen parte de nuestro día a día, pero nadie garantiza que en cinco o 10 años el panorama siga igual. Después del anuncio del cierre definitivo de Google Hangouts, hemos querido recordar diez herramientas que lo fueron todo en tecnología y que desaparecieron sin dejar rastro.
Google Hangouts
El próximo mes de noviembre será el último con vida para Hangouts, la aplicación de mensajería instantánea multiplataforma de Google. Para ese mes, la gran mayoría de los usuarios ya estarán utilizando o Chat o Meet, en función de si están más interesados en la mensajería o las videoconferencias, por lo que no será un adiós demasiado traumático.
Hangouts fue a su vez la convergencia en una misma aplicación de funciones que ya se encontraban en Google+ y Google Talk. La compañía de Palo Alto siempre se ha caracterizado por poner punto final de forma abrupta a numerosas aplicaciones, como se puede comprobar la web Killed by Google que reúne todos los proyectos finalizados en orden cronológico.
MSN Messenger
Los servicios de mensajería instantánea supusieron la puerta de entrada de toda una generación a Internet. Aunque hubo muchas alternativas distintas (ICQ, Yahoo! Messenger, AOL en EE. UU., etc.), MSN Messenger fue el más popular de los servicios de mensajería instantánea, especialmente hasta la versión 7.0. A partir de la octava, en la que fue renombrado como Windows Live Messenger, los usuarios empezaron a detectar un empeoramiento del servicio, y su integración con Skype no fue el mejor movimiento posible por parte de Microsoft.
La falta de adaptación a los nuevos tiempos hizo que el popular Messenger no asimilara bien la llegada masiva de los smartphones, algo que sí aprovechó WhatsApp para hacerse con una gran cuota de mercado. A día de hoy, el espíritu del MSN Messenger sigue en cierto modo presente en Skype, pero su popularidad también está claramente en retroceso.
IRC
Además del Messenger, los chats también formaban parte de aquel Internet de los 90 y primeros años 2000. El sistema Internet Relay Chat (IRC) permitía poner en contacto de forma simultánea a gente de cualquier parte del mundo en salas comunales. A pesar de su veteranía (fue creado en 1988 por el finlandés Jarkko Oikarinen), estos chats aún no han desaparecido, pero el número de usuarios que lo utilizan es cada vez menor dada la popularidad de otras herramientas que ofrecen el mismo servicio.
Aún puedes encontrar varios clientes IRC en la web, como la extensión de Firefox ChatZilla, Mibbit o mIRC. Entrar en una de estas salas de chat a día de hoy es una experiencia cuanto menos extraña, ya que el contraste con el Internet actual es notable.
Napster
Uno de los servicios más utilizados para compartir archivos P2P (de usuario a usuario) fue Napster, considerado el pionero para descargar música en formato MP3. Fundado en 1999, esta plataforma se convirtió rápidamente en un lugar en el que los usuarios subían y descargaban archivos (principalmente música) de forma ilegal.
Fueron numerosas las bandas que denunciaron a Napster por promover la piratería, aunque la compañía eliminaba los enlaces a contenido que violara la propiedad intelectual en cuanto recibía una notificación. Metallica llegó a facilitar en un juicio una lista con nombres y direcciones IP que debían eliminar, siendo eliminadas en el año 2000 más de 300.000 cuentas. Tras reconvertirse en una tienda musical y recuperar el nombre Napster en 2016, este año ha sido comprada por Algorand y Hivemind, dos empresas del sector de las criptomonedas y el blockchain.
eMule
Uno de los programas que continuó la senda de Napster es eMule, otra aplicación para compartir archivos P2P que vivió sus años dorados en la primera década del siglo XXI. Basado en eDonkey, este proyecto permitía a los usuarios descargar todo tipo de archivos conectándose a otros servidores, viviendo su edad de oro en la primera década del siglo, antes de la aparición de gigantes como YouTube o Spotify.
Los usuarios se descargaban de eMule desde los últimos lanzamientos musicales hasta los estrenos de cine, no siempre con la calidad deseada (eran otros tiempos). Al ser de código abierto, los desarrolladores podían contribuir añadiendo mejoras al proyecto, y lo más curioso de todo es que aún sigue vigente. Aunque eMule no tiene una actualización oficial desde 2010, sigue funcionando gracias a la comunidad (responsable de su versión 0.60d) y es posible descargar archivos aún de sus servidores, aunque el número de usuarios activos ha disminuido al haber aparecido numerosas alternativas económicas para consumir ocio sin necesidad de piratear.
Blackberry
Hubo un momento, allá por 2008-2009, en el que parecía que todo el mundo tenía una BlackBerry. Este dispositivo, a medio camino entre los móviles antiguos y los smartphones actuales, tenía un minúsculo teclado QWERTY cuyo sonido era inconfundible. Han pasado poco más de 10 años y se ha convertido en un artículo vintage por completo. ¿Los motivos? Variados, como siempre que una tecnología pierde relevancia.
El hecho de tener un sistema de mensajería propio terminó siendo un lastre cuando WhatsApp aterrizó en las vidas de todos aquellos que empezaban a tener un smartphone. La apuesta por mantener el teclado físico QWERTY, incluso cuando buscaban modernizarse como con el modelo BlackBerry Priv hizo que el rechazo fuera cada vez mayor y su falta de adaptación a los tiempos terminó por llevarlo al fracaso, dejando de fabricar teléfonos en 2018. Hoy día la compañía ha virado el rumbo por completo y se centra más en la ciberseguridad y el Internet de las cosas.
Myspace
En los albores de las redes sociales, Myspace era la referencia para los artistas musicales que buscaran hacerse un hueco en la industria. Entre 2005 y 2009 era la red social más utilizada en todo el mundo, y eso explicó la compra de su empresa matriz, Intermix, por parte de News Corp (la actual Fox) por 580 millones de dólares, cifras nunca vistas en esos años.
La imagen de Myspace se vio sacudida por varios casos de acoso sexual por parte de usuarios que se hacían pasar por adolescentes en la plataforma. Ese golpe a su reputación, unido a la fulgurante aparición de Facebook, terminaron por sentenciar a MySpace, que sigue existiendo en la actualidad y tiene una pequeñísima base de usuarios. La plataforma es hoy propiedad de People / Entertainment Weekly Network y se ha convertido en un portal de noticias sobre la industria musical y de entretenimiento.
Fotolog
Quienes pienses que Instagram es una red social destinada a perdurar por los siglos de los siglos harían bien en echar un ojo a Fotolog, su predecesora como plataforma ideal para los amantes de la fotografía. Fotolog tenía una particularidad, y es que sólo permitía publicar una foto al día, parte de su encanto pero también de su condena hacia la irrelevancia.
En 2016 llegó su cierre definitivo, y desde entonces su dominio ha dado varios tumbos y algún intento de resurrección. En estos momentos, al visitar fotolog.com nos encontramos con un medio de comunicación alimentado por una única firma.
Tuenti
Hubo un tiempo en el que España tuvo su propio Facebook. Tuenti tuvo unos años gloriosos entre 2009 y 2012, con un pico máximo de 20 millones de usuarios que llevaron toda la atención hacia la figura de su fundador, Zaryn Dentzel. A principios de la década pasada no era nada extraño encontrarse con varias entrevistas a Dentzel en todo tipo de medios, y su éxito hizo que Telefónica se convirtiera en el máximo accionista de la compañía.
Su intento de llevar esta red social más allá de las fronteras españolas terminó siendo uno de sus primeros pinchazos. Telefónica apostó entonces por su reconversión en un operador móvil para conseguir fidelizar a todos esos jóvenes usuarios que utilizaban la red social. Antes de cerrarla por completo, Tuenti permitió a sus antiguos usuarios poder recuperar todas las fotografías subidas (para algunos fue un alivio que tales archivos de juventud desaparecieran). El operador móvil finalmente no se asentó y Telefónica decidió integrarlo en O2, otra de sus marcas en territorio español.
Flash Video
Cuando las conexiones a Internet no eran tan estables como las actuales ni los gigantes del streaming como YouTube o Twitch estaban en pleno funcionamiento, la animación se abría paso en la red gracias a Adobe Flash. Este plug-in solía venir incorporado en todos los navegadores, y permitía la reproducción de vídeos y minijuegos de una forma bastante solvente teniendo en cuenta las limitaciones de la época.
Los minijuegos de plataformas ya extintas como Portalmix u OZÚ fueron todo un boom en aquellos años, y esa tecnología fue bien aprovechada también por creadores digitales de series de animación (una de las más populares en España con esta tecnología fue Cálico Electrónico). Incluso YouTube requería tener el Flash Player instalado en sus albores en 2005, antes de ser adquirida por Google. Flash terminó cayendo en el olvido, reemplazada por HTML5, que ya no requería de ningún plug-in para reproducir vídeos, y las últimas versiones de Flash Player dejaron de funcionar en enero de 2021 salvo en China.
Internet Explorer
Ha sido fuente permanente de memes por su lentitud hasta el reciente anuncio de su desaparición, pero Internet Explorer pasará a la historia como el primer navegador de uso masivo. Millones de usuarios dieron sus primeros pasos en la red gracias al navegador de Microsoft, que no pudo gestionar bien el paso del tiempo y terminó siendo atropellado por alternativas como Google Chrome, Firefox o Safari.
Aunque se podrá seguir utilizando hasta 2029, ya no habrá más actualizaciones ni soporte para Explorer. Edge, el actual navegador de Microsoft, será el que tome el testigo de una herramienta que tendrá su lugar en la historia como mucho más que un meme.
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