Samsung ha lanzado Samsung Gaming Hub, una plataforma dentro de sus televisores inteligentes de 2022 desde la que acceder a juegos triple A y también Indie de diferentes servicios. Algo así como un rincón del televisor para jugar a título de las suscripciones Xbox Game Pass, NVIDIA GeForce NOW y Google Stadia. Lo llamativo aquí es que no necesitamos videoconsola ni ordenador. Tan solo el televisor, tener cuenta activa en alguno de estos servicios y un mando vinculado por bluetooth para jugar. Lo hemos probado para ver su fluidez y calidad.
Qué es Samsung Gaming Hub
La idea es contar con un apartado o hub dentro de los SmartTV de 2022 de Samsung con espacio para los jugadores que dispongan de estos servicios. Actúa con balcones que muestran títulos recomendados manualmente por el equipo de contenido de Samsung y también con lanzamientos, novedades y últimos juegos jugados. Algo así como cuando Netflix muestra sus diferentes categorías y contenidos. La experiencia es muy visual y se acomoda a lo visto ya en este tipo de servicios y dispositivos. Además, cuenta con accesos directos a otras herramientas como Twitch o Spotify. Todo lo que un gamer puede necesitar.
Por supuesto, hay que tener una suscripción activa en alguno de estos servicios de videojuegos. Al hacerlo, se vinculan todos nuestros datos de esas plataformas como partidas guardadas, logros desbloqueados o títulos jugados. Y, además, tenemos acceso a todos los títulos que permitan su retransmisión en streaming. Sin videoconsola donde ejecutarlos. Tan solo hace falta que tengamos un mando de videoconsola o PC vinculado por Bluetooth al televisor para poder movernos con total libertad como si jugásemos en esas plataformas.
Samsung ha trabajado en reducir un 30% la latencia respecto a anteriores versiones gracias a una decodificación más rápida y una tecnología de control de búfer optimizada. Además, sus televisores de este año (Neo QLED 8K, Neo QLED 4K, QLEDs, OLEDs y los monitores Smart Monitor) escalan la imagen a 4K u 8K según el panel. Así que, en teoría, es una experiencia de juego fluida y de alta resolución. Como si lo hiciéramos desde la consola. Pero ¿es realmente así? Lo hemos probado.
Probando Samsung Gaming Hub
Durante más de una hora hemos podido jugar a varios títulos del catálogo de Xbox Game Pass de diferentes géneros. Hemos visto Forza Horizon, hemos machacado huesos en Mortal Kombat 11, hemos acabado con hordas de zombies en Back 4 Blood o incluso hemos pasado el mocho en un simulador de limpieza (sí, hay de todo en el servicio de Xbox). Y todo ha funcionado fluido, sin parones o saltos que habíamos experimentado en el servicio hace unos cuantos meses.
Comenzar a jugar conlleva cierto tiempo. La carga del servicio es algo prolongada. Y, de hecho, como en Netflix, es posible que los primeros minutos de partida veas la imagen algo más pixelada. Si la conexión es estable y potente, esto cambia en breve. La resolución se actualiza y se muestra con calidad, pero diferente respecto a la consola o el ordenador de forma nativa. La imagen no es tan definida como se esperaría en un monitor 4K u 8K. La sensación es de FullHD, perdiendo algo de definición pero disfrutando de detalles gráficos como partículas, reflejos y modelados. Cuestiones del procesamiento que quizá aun mejoren con el paso del tiempo.
Por otra parte, la experiencia sí nos ha resultado sorprendente. El lag es mínimo. Parece que se han solucionado algunos problemas que aparecían al jugar en Game Pass en el Samsung Galaxy Note 20 incluso con conexión 5G. Durante el tiempo que hemos jugado no ha habido parones o cortes. Y el lag no ha hecho injugable ninguno de los títulos más ágiles probados como el Back 4 Blood. Ideal para usuarios casuales que quieran continuar sus partidas tengan o no consola y que, de momento, prefieran jugar sin fijarse demasiado en los detalles.
