Por qué Netflix está perdiendo cada vez más suscriptores

Uno de los modelos de negocio más exitosos de la última década parece haber entrado en barrena. ¿Por qué Netflix está perdiendo cada vez más suscriptores? Los datos del primer trimestre de 2022, en el que se reportó una caída de 200.000 abonados a la plataforma, son sólo una señal de alarma de una tendencia que parece que puede seguir prolongándose durante el resto del año. Los factores que han influido en esta pérdida de terreno son varios, y todos se han alineado para crear una tormenta perfecta que la empresa fundada por Reed Hastings tendrá que empezar a capear

Mayor competencia

Netflix consiguió una ventaja competitiva al haber acertado en su reconversión de una empresa de alquiler de DVD a una de las pioneras en el mundo del entretenimiento por streaming. No obstante, con el paso de los años han ido aterrizando en este mercado varios competidores de gran tonelaje, como HBO Max, Amazon Prime Video o Disney Plus, todos ellos con sus ofertas diferenciadas y sus suscripciones.

La mayor cantidad de alternativas, con compañías que han sido referentes en el modelo de negocio más tradicional del contenido audiovisual, ha abierto el abanico para el consumidor, que en muchas ocasiones. Aunque muchos solapan varias suscripciones, el porcentaje de usuarios que optan por una única plataforma de streaming es notable, así que muchos han terminado sustituyendo a Netflix por alguna de sus rivales.

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Pérdida de calidad en el catálogo

Los usuarios de Netflix denuncian cada vez más una mayor pérdida de calidad en el catálogo. Era bastante frecuente hace dos o tres años que sus lanzamientos de series y películas fueran muy sonados y acapararan los titulares de la prensa y la conversación pública en redes, pero ese fenómeno se ha ido apagando con el paso del tiempo.

Haber tenido éxitos como La casa de papel, Stranger things, Gambito de dama o El juego del calamar ha supuesto notables beneficios para Netflix y muchos suscriptores a su plataforma, pero mantener en el tiempo ese impacto es un reto que no se está consiguiendo con los últimos estrenos.

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Inclusión de publicidad

El trasvase de usuarios que ha abandonado la televisión tradicional por las plataformas de streaming se ha producido, en gran parte, por la ausencia de publicidad que cortara el ritmo de las series y películas. Los malos datos de suscriptores y la feroz competencia antes citada han llevado a Netflix a empezar a valorar la inclusión de anuncios en sus contenidos, algo que ha espantado a muchos usuarios.   

Cambio de hábitos de vida

Puede parecer sorprendente, pero el retorno a la normalidad tras la pandemia de COVID-19 no es del todo beneficioso para las plataformas de streaming. El regreso de la sociedad a hábitos que se interrumpieron durante el confinamiento como el trabajo presencial o una mayor vida social en la calle también afecta al consumo de los usuarios, que tienen menos tiempo disponible para ver series o películas.

Imagen pública golpeada

Por último, es innegable que a día de hoy Netflix tiene una imagen pública golpeada. Algunas noticias, como la voluntad de impedir que haya cuentas compartidas para así captar más suscriptores, están teniendo un impacto negativo a nivel de reputación. Si Netflix prohíbe compartir la cuenta con la gente más cercana, incluye anuncios, no mejora su catálogo y, además, empieza a despedir empleados (con la pérdida de talento humano que implica), el panorama puede ser bastante oscuro. 

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