Los últimos meses del año son el momento propicio para echar la vista atrás y hacer balance de lo conseguido en todos los campos del saber. En el caso de la exploración espacial ha habido algunos avances muy significativos e impactantes, como demuestran las 20 imágenes del espacio más impresionantes que ha captado la NASA en 2022. Los avances tecnológicos permiten que la inmensidad del universo sea apreciada con mucho mejor detalle, y eso se percibe en cada instantánea que la agencia espacial estadounidense comparte en sus redes sociales.
La Gran Nube de Magallanes
El telescopio James Webb fue lanzado al espacio a finales de 2021 para tomar el testigo de Hubble y Spitzer, pudiendo ofrecer una mayor resolución en sus imágenes que ayudarán a avanzar más rápido en la astronomía y la cosmología. El pasado mes de mayo captó parte de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea, con un detalle mucho mayor que la que tomó el Spitzer en el pasado. Esta claridad permitió presenciar este gas interestelar como si estuviéramos viendo un cielo estrellado a campo abierto.
Galaxia enana Wolf-Lundmark-Melotte
La aportación más reciente del James Webb llegó este mismo mes de noviembre, con sus imágenes de Wolf-Lundmark Melotte,una galaxia enana que se encuentra a tres millones de años luz de la Tierra. Estas fotografías permiten estudiar la formación de las estrellas y su evolución en galaxias de menor tamaño, como las que surgieron en el origen del universo. De nuevo, la comparación con las imágenes que alcanzó a tomar el telescopio Spitzer muestra la cantidad de recursos extra con la que cuentan ahora los astrónomos.
Anillos cósmicos
Como si se tratara de un árbol, este 2022 se ha producido un fenómeno cósmico que se repite cada ocho años y que muestra la coincidencia de dos estrellas atraídas por sus respectivas órbitas. Este dúo estelar, conocido como Wolf-Rayet 140, crea corrientes de gases que forman estos anillos de polvo espacial. Gracias al telescopio James Webb se pueden apreciar con claridad 15 de los 17 anillos de este sorprendente acontecimiento.
Formaciones rocosas en Marte
Mientras el programa Artemis de la NASA da sus primeros pasos para conseguir el regreso del ser humano a la Luna con Marte en el horizonte, en el planeta rojo continúa la actividad del Perseverance, el robot explorador que está tomando imágenes de su superficie. El pasado verano envió algunas imágenes de las formaciones rocosas presentes en el vecino de la Tierra, al que la agencia estadounidense espera llegar en la década de 2030. Mientras llega ese momento, tenemos fotografías con una gran calidad de imagen, e incluso selfis del rover enviado por la NASA.
Una nueva vista de Júpiter
La NIRCam (Near-Infrared Camera) que incorpora el James Webb tomó en agosto esta fotografía de Júpiter que fue posteriormente procesada por la científica Judy Schmidt. Los astrónomos de todo el mundo se sorprendieron ante la calidad de esta imagen, que fue tomada con tres filtros infrarrojos y posteriormente adaptada al espectro visible, ya que la luz infrarrojos es invisible al ojo humano. El Gran Punto Rojo de Júpiter aparece de blanco en su mitad inferior, y es una tormenta tan grande que podría tragarse la Tierra en su totalidad.
El nacimiento de una estrella
Aunque el nuevo telescopio James Webb esté acaparando gran parte de la atención mediática en los últimos meses, el Hubble sigue funcionando, capturando el pasado mes de octubre estas nubes cósmicas que indican el nacimiento de una nueva estrella. Para poder capturar este momento, la Wide Field Camera 3 del Hubble empleó 11 filtros diferentes en longitudes de onda infrarroja, visible y ultravioleta. En el futuro, estos flujos de salida de las estrellas jóvenes podrán ser analizado con más precisión por el Webb.
El esqueleto de una galaxia
La NASA publicó en septiembre esta imagen de los ‘huesos’ de la galaxia IC 5332, que habitualmente se encuentran ocultos por el polvo estelar. La potencia del James Webb permitió adentrarse y ver los patrones de gas que se dibujan en esta galaxia que está situada a 29 millones de años luz de la tienda y tiene un tamaño tres veces menor al de la Vía Láctea. Esta instantánea fue posible gracias a los detectores MIRI que equipa este telescopio y le permite reflejar imágenes que resultaban imposibles para el Hubble o el Spitzer.
Un agujero negro gigante
En junio, el Observatorio Chandra de la NASA detectó la presencia de H1821+643, un cuásar que se nutre de un agujero negro gigante a 3.400 millones de años luz del planeta Tierra. Este agujero negro contiene entre 3.000 millones y 30.000 millones de masas solares, por lo que es uno de los más grandes jamás descubiertos. Por ponerlo en perspectiva, el agujero negro presente en el centro de la Vía Láctea pesa ‘sólo’ cuatro millones de soles. Otra particularidad de este agujero negro es que gira mucho más lento que otros de menor tamaño.
La vida en la Estación Espacial Internacional
Las imágenes que la NASA comparte sobre el día a día de los astronautas que realizan trabajos en la Estación Espacial Internacional también son sobrecogedoras. Las fotografías de estos profesionales de la NASA trabajando a tanta distancia de la superficie terrestre son sobrecogedoras también para ellos, como reconoce Shannon Walker, una astronauta presente allí: “No es como mirar por la ventana de un avión o algo así, puedes verlo todo y es increíble poder ver la belleza de la Tierra”.
La Tierra desde 500 kilómetros de altura
Una de las labores que se llevan a cabo en la Estación Espacial Internacional es la toma de fotografías para poder contribuir a la investigación científica. Con imágenes como esta y su evolución con el paso del tiempo se pueden controlar y analizar fenómenos meteorológicos como huracanes, inundaciones o erupciones volcánicas. Desde el punto de vista estético también estamos ante unas instantáneas de una belleza innegable.
Un púlsar a toda velocidad por la Vía Láctea
El observatorio Chandra de la NASA también detectó este pasado verano el apresurado viaje de un púlsar por la Vía Láctea. Estas estrellas de neutrones se forman cuando una supernova se queda sin energía, colapsa y explota, y en este caso procede de una estrella que estaba a 20.000 años luz de la Tierra y explotó hace 2.000 años. El púlsar pudo ser detectado gracias a tecnología de rayos X, y según los cálculos de la NASA, su velocidad es de 2,25 millones de kilómetros por hora.
Un planeta similar a Júpiter
Otra de las grandes aportaciones del telescopio Hubble en este 2022 ha sido el descubrimiento de un protoplaneta en plena formación. Los investigadores lo describieron como un proceso intenso y violento, y la estructura de este nuevo planeta es bastante similar a la de Júpiter. Bautizado como AB Aurigae b, se estima que su tamaño puede ser nueve veces que Júpiter y orbita a una distancia de su estrella de casi 14.000 millones de kilómetros, el doble de distancia que mantienen Plutón y el Sol.
Dos galaxias gemelas muy separadas…
Aunque puede dar la impresión en esta fotografía del telescopio Hubble que las galaxias gemelas NGC 4996A y NGC 4496B están a una distancia muy cercana, la realidad no es tal. Entre las dos existe una distancia de 165 millones de años luz, y la primera de ellas se encuentra mucho más cerca de la Tierra (47 millones de años luz) que de su gemela. A pesar de su lejanía, el efecto óptico que las acercó tanto se debe a un alineamiento casual que da la sensación de situarlas prácticamente una sobre la otra.
…Y dos galaxias conectadas
En la constelación Virgo, a 200 millones de años luz de la Tierra, el Hubble sí detectó dos de las tres galaxias del trío Arp 248 unidas por un canal de estrellas y polvo interestelar que se ha ido formando a raíz de la atracción gravitacional de ambas. Curiosamente, entre ellas se sitúa una tercera galaxia en espiral, mucho más pequeña, que se mantiene independiente de sus dos hermanas mayores.
Los Pilares de la Creación
Esta es una de las imágenes más impactantes del espacio que nos ha ofrecido la NASA en 2022. Los Pilares de la Creación muestra unas columnas de gas y polvo interestelar que está creando nuevas estrellas y tiene la apariencia de una mano gigante. Ya en 1995 fue una de las fotografías más celebradas del Hubble, pero con la versión de este año del James Webb se ha podido apreciar este segmento del universo con aún más precisión. Sin duda, una de las estampas más impactantes del cosmos.
Creación de estrellas en la Galaxia Fantasma
La galaxia M74, también conocida como la Galaxia Fantasma, fue fotografiada por la luz de infrarrojos medios del telescopio James Webb, y sirvió para ver en detalle la formación de nuevas estrellas. La parte brillante del corazón de la galaxia representada en azul muestra el nacimiento de un puñado de nuevas estrellas, que se pudo apreciar con tanta claridad gracias a la falta de gas en esta región. Esta galaxia se sitúa a 32 millones de años luz de la Tierra en la constelación Piscis y está cara a cara con nuestro planeta, por lo que es una de las áreas favoritas de estudio de astrónomos de todo el mundo.
La claridad de los anillos de Neptuno
Otro hito del James Webb consiste en haber obtenido las imágenes más claras de los anillos de Neptuno en más de tres décadas. El cuerpo brillante que se encuentra en la parte superior izquierda de la imagen no se trata de una estrella, sino de Tritón, una de las lunas de Neptuno que está compuesta por nitrógeno condensado y congelado, lo que hace que refleje el 70% de la luz solar que recibe.
Una telaraña de galaxias unidas por materia oscura
Para terminar el listado nos retrotraemos al pasado día de Halloween, en el que el telescopio Hubble nos regaló dos imágenes de una telaraña de galaxias conocida como Abell 611, una de las más populares entre los astrónomos por su misterio. En Abell 611 se pueden detectar unas relaciones gravitacionales muy fuertes entre sus galaxias, lo que sirve para poder investigar y conocer más sobre la materia oscura, ya que en apariencia en esta red no habría suficiente materia para evitar la separación de estas galaxias.
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