Un nuevo terminal de gama alta ha llegado al mercado. Este año LG ha decidido esperar y lanzar su terminal unos meses después del MWC. El LG G7 ThinQ se presentó a principios del mes de mayo y ya ha pasado por nuestras manos. ¿Qué ofrece para competir en la gama alta? Un gran diseño, una pantalla de primera, mucha potencia y un sistema de cámaras con algo diferente. ¿Es suficiente? Eso es precisamente lo que vamos a comprobar con nuestro análisis a fondo.
Ahora entraremos en detalle, pero os puedo decir que argumentos no le faltan. Tiene un pantalla de 6,1 pulgadas con resolución Quad HD+. También tiene el último procesador de Qualcomm, que viene muy bien acompañado. Y tiene una doble cámara trasera con un gran angular que nos ofrece muchas posibilidades creativas. Por último, el LG G7 ThinQ, como su nombre indica y como marca el mercado, cuenta con un sistema de inteligencia artificial. Todo ello metido en uno de los diseños más efectivos que he visto últimamente.
Pero, como luego veremos, también tiene tres problemas. El primero, su autonomía es muy justa. Segundo, puede que llegue demasiado tarde. Y el tercero, tiene un precio de 850 euros. No digo que no los valga, porque es un gran terminal, pero sus rivales llevan meses en el mercado y han bajado de precio. Pero no quiero adelantarme, vamos a analizar a fondo el nuevo LG G7 ThinQ.
Ficha técnica LG G7
Pantalla | Pantalla súper brillante IPS M+ LED de 6.1 pulgadas, resolución Quad HD+ (3120 x 1440 píxeles), formato 19.5:9, 100% espacio de color DCI-P3 | |
Cámara principal | Cámara dual 16 MP f/1.6 + 16 MP gran angular (107˚) f/1.9, Lente de cristal Crystal Clear, Autofocus, Flash LED, Vídeo UHD 4K@30fps, graba HDR10, AI Cam | |
Cámara para selfies | 8 MP gran angular 80˚ con apertura f/1.9 | |
Memoria interna | 64 GB | |
Ampliación | MicroSD hasta 2 TB | |
Procesador y memoria RAM | Qualcomm Snapdragon 845, 4 GB de memoria RAM | |
Batería | 3.000 mAh, Carga rápida, Carga inalámbrica | |
Sistema operativo | Android 8 Oreo | |
Conexiones | 4G LTE, NFC, WiFi 802.11ac, Bluetooth 5.0, Jack 3.5 mm, Radio FM, USB Tipo C 2.0 | |
SIM | nanoSIM | |
Diseño | Cristal Gorilla Glass 5 frontal y trasera, bordes metálicos, colores: azul y gris | |
Dimensiones | 153.2 x 71.9 x 7.99 mm, 162 gramos | |
Funciones destacadas | Lector de huellas Reconocimiento facial Quad DAC Hi-Fi 32bits Altavoz Boombox integrado DTS-X 3D Audio |
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Fecha de lanzamiento | Disponible | |
Precio | 850 euros |
Un bonito y refinado diseño
LG siempre ha llamado nuestra atención con diseños arriesgados pero, a la larga, poco efectivos. Lo vimos con el LG G4 y su carcasa de cuero. También en el LG G5, con sus módulos intercambiables. Incluso en el LG V20, con su segunda pantalla.
Este año, sin embargo, el fabricante ha querido asegurar y ofrece un diseño de gran calidad, pero que sigue la tendencia actual del mercado. No quiero decir con esto que el LG G7 no sea bonito. Al contrario, es uno de los móviles más llamativos que he visto este año.
Como sus competidores, tenemos una trasera de cristal y bordes metálicos. Es una trasera menos brillante que la otros modelos de gama alta, pero igual de atractiva. En mi caso he probado el modelo color azul y os puedo decir que me ha encantado. Es un azul oscuro, que cambia a casi negro según la incidencia de la luz.
LG incluye en la caja del terminal un pequeño paño para limpiarlo, como el que se usa para las gafas. Algo que deja claro, incluso antes de sacar el móvil de la caja, que la trasera es un imán de huellas y grasa de los dedos. Pero, ¿qué móvil de gama alta de este año no lo es?
Algo que me ha parecido curioso es que donde se juntan los marcos metálicos con el cristal de la trasera tiene un pequeño «bache». No molesta para su uso diario, pero al pasar el dedo se nota la separación. No me había pasado con ningún otro móvil que haya probado este año.
A pesar de ser de cristal, el LG G7 presume de resistencia. Cuenta con certificación IP68, lo cual lo hace resistente al polvo y al agua. Pero, además, tiene certificación militar de resistencia (MIL-STD 810G).
Volviendo a la parte trasera, tenemos la doble cámara colocada en posición central. Esta tiene una orientación vertical y, sorpresa, no sobresale prácticamente nada de la carcasa. ¡Bien hecho LG! Además, es menos resbaladizo que otros móviles con trasera de cristal.
Justo debajo de la cámara tenemos colocado el lector de huellas dactilares. Está en una posición muy cómoda y solo un par de veces se me ha ido el dedo a la cámara. Y más por coger mal el móvil que por la posición del lector.
Un botón para el Asistente de Google
En el lateral derecho (mirando el móvil de frente) tenemos el botón de encendido. En el izquierdo tenemos los botones de volumen (son dos) y un nuevo botón dedicado a lanzar el asistente de Google. Quizás su posición no sea la más acertada, porque muchas veces se puede confundir con el botón de encendido. Además, cogiendo el terminal con la mano derecha, queda justo donde descansa el dedo corazón. Así que alguna pulsación involuntaria he tenido durante estos días.
Si no queremos usar el asistente, o simplemente vamos a llamarlo con otro método, podemos desactivar el botón dedicado. Tenemos la opción dentro del menú Ajustes, acudiendo a la pestaña General y entrando en «Teclas de acceso directo».
Personalmente he echado en falta la posibilidad de asignarle a ese botón otra funcionalidad. Aunque entiendo que LG haya querido dar importancia al sistema de IA, para eso lo lleva en el nombre.
Una pantalla que brilla
La parte frontal también cuenta con un diseño a la altura de los mejores. La pantalla ocupa prácticamente todo el espacio, con un pequeño marco en la zona inferior que nos permite sujetar el móvil de forma más cómoda.
El LG G7 incorpora un panel IPS de 6,1 pulgadas con resolución Quad HD+ de 3.120 x 1.440 píxeles y formato 19.5:9. La pantalla es excelente, tanto en su respuesta táctil como en visualización. No llega al nivel de una pantalla OLED, pero ofrece una magnífica reproducción de color, contraste, ángulos de visión y, sobretodo, brillo.
Y es que la pantalla del G7 es capaz de alcanzar un brillo máximo de 1.000 nits. Es una cifra muy alta para un terminal móvil, algo que comprobaremos al subir el brillo al máximo. La pantalla deslumbra mucho si lo hacemos, pero esto nos permite verla perfectamente incluso dándonos el sol directamente sobre ella.
Además, este pico de brillo permite reproducir imágenes HDR con mayor fidelidad. En cuanto al brillo automático, funciona más o menos bien, aunque tiende a bajar mucho el brillo en interiores. Personalmente he tenido que subirlo algunos puntos, pero esto ya depende de los gustos de cada usuario.
La importancia que da LG a sus pantallas la vemos también en las múltiples opciones de configuración que nos ofrece el sistema.
Podremos configurar desde la resolución, hasta el color de la pantalla. En este último tenemos varias opciones predefinidas, como Cine, Deportes o Juego. También contamos con un modo Experto, con el que podemos ajustar Saturación, Matiz, Afilado y activar el Filtro de color. Los más sibaritas podrán, incluso, cambiar los niveles de RGB.
Por otro lado, a pesar de tener panel IPS, LG ha mantenido el sistema Always-on. Dispone de varias configuraciones posibles, incluyendo la opción de tener acceso a utilidades y reproductores de música. También podemos configurar un horario para que la pantalla Always-on se desactive sola (por si necesitamos oscuridad absoluta para dormir) y subir el brillo de la misma (algo que podría afectar a la duración de la batería).
Muesca sí, muesca también
Nos guste o no, este es «el año de la muesca». El notch (así se conoce a la muesca superior en el mundo tecnológico) está presente en prácticamente todos los terminales de gama alta de 2018. Solo se salvan los móviles de Samsung, y veremos durante cuánto tiempo.
El LG G7 también tiene muesca, isla, notch o como queráis llamarlo. Es algo más grande que la de los terminales Huawei, pero más pequeña que la del iPhone X. En ella encontramos la cámara frontal, el altavoz y algunos sensores.
Puede que a estas alturas del año ya nos hayamos acostumbrado al controvertido notch. Aún así, LG ha querido darle su toque personal. Al encender el móvil por primera vez nos preguntará qué queremos hacer con esta parte de la pantalla. El software del LG G7 nos permite personalizar la zona de la muesca. Quizás por este motivo LG la ha llamado «segunda pantalla», algo que puede llevar a confusión.
¿Qué podemos hacer? Lo primero que debemos elegir es si mostrarla o no, como ya hemos visto en otros terminales. Si elegimos no mostrarla, podemos seleccionar el color de la zona superior de la pantalla. Para que se vea lo mínimo posible tendremos que poner el color negro.
También podemos elegir si queremos unos bordes más o menos redondeados.
Lo que sí me ha gustado es que, a diferencia de otros terminales que he probado, el LG G7 adapta la zona de la muesca para que no se «coma» información. El ejemplo más claro lo tenemos en las stories de instagram. En otros terminales aparecen cortadas. Sin embargo, el G7 directamente las muestra por debajo de la muesca. Es cierto que así desaprovecha parte de la pantalla, pero al menos no corta las imágenes.
LG mantiene su idea de doble sensor
Sin más dilación, hablemos del apartado fotográfico. LG mantiene su idea de doble cámara y no sucumbe a la tendencia del mercado.
El LG G7 equipa un doble sensor en su parte trasera. Por un lado tenemos un sensor estándar de 16 megapíxeles y apertura f/1.6. Esto supone una mejora respecto al f/1.8 del LG G6.
También mejora sustancialmente el segundo sensor. Es un un gran angular, con 16 megapíxeles de resolución y apertura f/1.9. En su predecesor este segundo sensor contaba con una apertura f/2.4, con lo que la mejora en condiciones de poca luz es sustancial.
Sin embargo, ahora el sensor gran angular «solo» alcanza los 107 grados frente a los 125 grados del sensor del año pasado. Aunque es cierto que tendremos menos ángulo, este recorte supone una reducción de la distorsión en el borde de las fotografías.
Aplicación cámara para entretenernos
El LG G7 puede que sea uno de los móviles más interesantes para los creadores de contenido. Además de por su gran angular, su aplicación cámara ofrece muchas posibilidades. Siempre que tengamos paciencia.
En la parte derecha (inferior si estamos con el móvil en vertical) tenemos el disparador, un acceso directo a la grabación de vídeo y otro acceso directo a la galería.
Justo encima asoma una pequeña flecha que, al pulsarla, nos muestra una ristra de accesos directos para compartir la fotografía en redes sociales.
Al lado de estros cuatro botones tenemos los tres modos que LG considera principales. En esta ocasión no tenemos el modo «Foto», el que podríamos considerar automático o normal. Este se activa si no activamos ninguno de los otros modos.
Me explico. Si queremos hacer una fotografía con el modo Retrato activado, pulsamos en Retrato y veremos como los demás modos desaparecen y el terminal nos marca que estamos en modo Retrato. Si queremos volver al modo automático, pulsamos de nuevo sobre Retrato y este se desactiva. Lo mismo ocurre con el resto de modos.
Además del modo Retrato, tenemos acceso directo a los modos AI CAM y Google Lens.
En la parte superior de la pantalla tenemos los botones para cambiar entre sensores. Y en la parte izquierda (arriba si tenemos el móvil en vertical) tenemos el acceso al resto de opciones. Entre ella están activar el flash, cambiar entre cámara delantera y trasera, activar los filtros, ajustes y el resto de modos disponibles.
LG no ofrece una gran cantidad de modos, pero sí algunos interesantes. Tenemos los habituales modos de Alimento y Panorámica. Pero también dos interesantes modos Manuales, uno para foto y otro para vídeo.
Si nos gusta la fotografía, el modo manual del LG G7 nos encantará. Si lo activamos podemos ver en pantalla los puntos de enfoque e incluso el histograma en vivo. Además nos permite modificar multitud de parámetros, como el balance de blancos, el sistema de enfoque, la exposición, el ISO o la velocidad.
Además, en la parte superior derecha, tenemos la opción de establecer unos modos predefinidos para ciertos tipos de fotografía (botón Graphy). Entre ellos podemos destacar los modos Anochecer, Cielo nocturno, Paisaje, Gente o Calle. El propio termina nos sugerirá los que él piensa que son mejores según lo que esté viendo. Esto lo sabremos porque muestra un pulgar hacia arriba en el modo en cuestión.
Otro modo curioso es el Flash Jump-Cut. Este toma fotos cada 3 segundos y luego las guarda como un archivo GIF. Además, nos permite configurar cuántas fotografías queremos tomar, desde 4 y hasta 20.
Y podría estar hablando de la aplicación cámara del LG G7 durante mucho más, pero se haría demasiado largo. En general os puedo decir que es perfecta para los usuarios a los que les gusta jugar con la cámara. Luego iremos viendo otros detalles, como el modo con inteligencia artificial, pero las opciones que ofrece son muchísimas.
Un último apunte. El funcionamiento de la aplicación cámara puede resultar un poco más lento de lo que muestran otros terminales. Especialmente al cambiar de un modo a otro. He notado pequeños lags de un segundo, especialmente al usar el modo AI.
El gran angular marca la diferencia
Ahora que ya sabemos qué ofrece el LG G7, tanto técnicamente como a nivel de software, es hora de comprobar cómo se comporta realmente la cámara.
La cámara principal ofrece unos grandes resultados cuando disparamos con buena luz. Las imágenes conseguidas son nítidas, con mucho detalle. Ofrecen una buena reproducción de color, un balance de blancos equilibrado y una exposición correcta.
El modo HDR, que podemos configurar para que se active automáticamente, nos puede salvar alguna situación complicada. No tenemos un modo HDR exclusivo, así que vale la pena dejarlo siempre en automático.
Cuando empieza a escasear la luz, el LG G7 sufre un poco más. Se pierde detalle al ampliar las imágenes y, en algunos ocasiones, la exposición no es todo lo correcta que debería.
No quiero decir con esto que el terminal no pueda hacer buenas fotografías de noche. Pero en un análisis así tenemos que hilar muy fino para sacarle todos sus defectos. En general la calidad de las imágenes convencerá a casi cualquier usuario.
Y si tenemos paciencia, podemos sacarle mucho jugo. El modo manual nos permite conseguir imágenes mucho más perfectas en condiciones de baja luz. Pero claro, tenemos que dedicarle tiempo.
Pero si algo distingue al LG G7 de su competencia en su sensor gran angular. Durante el día podríamos decir que ofrece prácticamente la misma calidad que el sensor normal.
Teniendo esto en cuenta, podemos jugar con él para conseguir fotografías que ningún otro móvil puede conseguir. Si en el análisis del Huawei P20 Pro os decía que el zoom 5x era adictivo, lo mismo ocurre con el gran angular del LG G7. Es una característica diferenciadora, que nos convertirá en los reyes de la fotografía de paisajes, urbanas y de grupo.
Eso sí, si queremos utilizarlo por la noche tendremos que tener en cuenta que perderemos algo de calidad. La diferencia de apertura entre los dos objetivos se nota, especialmente en el ruido y la nitidez de las imágenes. Aún así, es perfectamente utilizable.
No me olvido de la que parece ser la característica estrella de este año en fotografía. El LG G7 también cuenta con inteligencia artificial para conseguir mejores fotos. Como hemos visto anteriormente, esta se puede activar o desactivar desde un acceso directo ubicado en la aplicación cámara.
Según LG, el G7 cuenta con una base de miles de modelos de imágenes categorizados en 19 modos de captura. Cuando activamos el sistema de IA, el terminal escanea la escena y empieza a mostrar una especie de etiquetas que te dicen qué esta reconociendo. Una vez reconocida la escena, hace unos cambios de parámetros y te avisa con una pequeña vibración de que el modo «ideal» está listo.
El resultado de las imágenes con la inteligencia artificial activada es irregular. En ocasiones mejora la imagen original. Pero muchas otras veces, como ocurre en la mayoría de dispositivos que cuentan con IA, tiende a saturar mucho algunos colores, haciendo la imagen menos natural. Sin embargo, puede que estas fotografías gusten más en general, ya que suelen ser más llamativas.
Si queremos tomar una misma fotografía en modo normal y con la IA activada, tendremos que hacerlo manualmente. El LG G7 no ofrece la posibilidad de ver la misma foto con y sin la inteligencia artificial activada, como sí hace el Honor 10.
Pero no quiero cerrar el apartado de la inteligencia artificial sin hablaros de los modos retrato y nocturno. El primero ofrece unos resultados más que satisfactorios. Ofrece una buena definición en los bordes y lidia bien con zonas complicadas, como los pelos sueltos.
Cuenta además con una particularidad. Como hemos visto antes, tenemos el modo retrato disponible en la pantalla principal del móvil. Pero activarlo no siempre significa que el terminal haga la foto en este modo. Al igual que ocurre en el iPhone, el LG G7 necesita que se cumplan ciertas condiciones para aplicar el modo retrato.
Estas no son otras que cumplir cierta distancia hasta el sujeto y ser un objeto o persona susceptible de hacerle un retrato. Si el móvil lo ha detectado correctamente, en la galería veremos una pequeña marca que nos indica que esa foto está en modo retrato.
¿Para qué tanta historia? Pues básicamente para que, una vez tomada la foto, podamos modificar el nivel de desenfoque. Si el terminal no ha detectado la imagen como retrato, puede que tengamos desenfoque, pero no lo podremos modificar una vez hecha la foto.
En cuanto al modo nocturno, el G7 utiliza la tecnología Pixel Binning y el procesamiento del software para conseguir imágenes más luminosas.
Este modo debemos usarlo con cautela. Es cierto que puede salvarnos alguna imagen muy complicada, pero generalmente nos meterá ruido y perderá mucha definición.
Buenos selfies con IA y modo Retrato
Por la parte delantera tenemos un sensor de 8 megapíxeles gran angular 80˚. Aunque tiene una resolución más discreta que otros gama alta, cuenta con una apertura f/1.9.
El resultado es bueno en casi cualquier situación, especialmente con buena luz. Además, la cámara frontal también cuenta con el modo Retrato y con el modo de AI Cam.
En el primero el desenfoque aplicado por la cámara frontal es algo peor que el que consigue la cámara frontal. En algunas situaciones ha desenfoque partes que no debería, como pelo o gafas.
Galería de fotos hechas con el LG G7
Vídeo para cinéfilos
Por último, quiero cerrar el apartado de la cámara repasando algunas características del vídeo. El LG G7 es capaz de grabar vídeo con resolución 4K a 30 fps, 1080p 60 fps y cámara lenta (720p a 120 fps). Además, permite grabar imágenes con HDR10, siempre que no queramos grabar a 1080p.
También podemos elegir grabar con el sensor normal o con el gran angular. Eso sí, no permite cambiar entre sensores una vez iniciada la grabación. Y un detalle, si grabamos con resolución 4K no tendremos estabilización por software, algo que sí tenemos en Full HD.
Pero lo más llamativo del apartado de vídeo del LG G7 vuelve a estar en el software. El terminal nos ofrece un modo de grabación de vídeo con controles manuales, algo que no había visto en ningún otro móvil.
Y también tenemos el modo «Cine Video». Con este modo podemos cambiar la configuración de imagen del vídeo para conseguir efectos de cine. Por ejemplo, tenemos disponibles los modo «Éxito de taquilla», «Series», «Histórico» o «Novela de suspense» entre otros.
LG quiere que te olvides de los altavoces portátiles
Dejamos de lado el sistema fotográfico para hablar del sonido. Aunque parezca extraño, es una de las características estrella del LG G7.
El fabricante coreano lleva mucho tiempo cuidando este apartado en sus terminales de gama alta. Lo vimos en el LG V30, que ya destacaba sobre los demás terminales. Y lo volvemos a ver ahora, con una propuesta muy interesante.
Por un lado tenemos el altavoz Boombox. Según LG, han utilizado el espacio interior del terminal como caja de resonancia para crear agudos más nítidos y amplificar los graves. La idea del fabricante es que, cuando el móvil esté apoyado sobre una superficie rígida, la vibración se transmita a la superficie amplificando la potencia de sonido. Esto nos permitirá convertir el terminal en un altavoz portátil.
Esto, que puede parecer un movimiento de marketing, la verdad es que funciona. El LG G7 ofrece un sonido potente, con unos graves contundentes. Cuando colocas el terminal sobre la mesa se nota la vibración que producen los bajos en el terminal. No puede sustituir a un altavoz externo en cualquier situación, pero sin duda es una mejora importantes respecto a otros terminales.
Pero tiene un pequeño gran fallo. Y es que el G7 solo cuenta con un altavoz, lo que hace que no tengamos sonido estéreo. Es algo contradictorio en un terminal que busca cuidar al máximo este apartado.
Si preferimos escuchar música de forma un poco más íntima, también tendremos un audio de primera. El LG G7 está equipado con un DAC Hi-Fi 32bits y con certificación DTS-X. Ambos sistemas funcionan solo cuando conectamos unos auriculares al terminal.
Además de activar o desactivar estos sistemas, tenemos muchas opciones de configuración del sonido. Si activamos el uso del DAC, el software nos permite elegir la preselección de sonido, el tipo de filtro digital e incluso el equilibrio.
¿Se nota en un uso real? Depende de los auriculares que utilicemos. Con unos auriculares normales, como lo que incluye el móvil, notaremos una pequeña mejoría, con un sonido más contundente. Si le colocamos unos auriculares de gama alta, la diferencia será más notable.
Y sí, podemos conectar cualquier auricular, ya que el LG G7 mantiene el jack de 3.5 mm. Además incluye radio FM, algo muy raro de ver este año.
Sin problemas de rendimiento
El LG G7 es un terminal de gama alta, así que su rendimiento está a la altura. Sinceramente, es difícil encontrar un terminal de gama alta que no cumpla sobradamente en este apartado.
En esta ocasión el fabricante coreano ha elegido el último procesador de Qualcomm. En el interior del LG G7 encontramos un Snapdragon 845, que viene acompañado por 4 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento interno. Puede que os choque un poco el dato de la memoria, ya que hubiera sido más lógico optar por 6 GB de RAM. Sin embargo, no debemos olvidar que LG lanzará en unos meses un nuevo gama alta de la serie V, así que supongo que debe reservar algunas características.
Lo cierto es que con 4 GB de RAM el terminal funciona a las mil maravillas. Las aplicaciones se abren rápidamente, la multitarea funciona a la perfección y la fluidez en constante hagamos lo hagamos. Aquí tenéis el resultado de los test más habituales:
Y también os dejo una pequeña comparativa con los resultados del test AnTuTu que han dado otros terminales de gama alta:
Queda claro que el nuevo buque insignia de LG no está falto de potencia. De hecho, como podéis ver, es el más potente de la comparativa. ¿Es posible que sus 4 GB de memoria RAM le pasen factura en el futuro? Dependerá del tipo de aplicaciones que vayamos a usar, pero no debería ser un problema.
En cuanto a la capacidad de almacenamiento, esta se puede ampliar con una tarjeta microSD de hasta 2 TB. Algo que, aunque antes era normal, han perdido varios modelos de gama alta.
Autonomía muy justa para pasar el día
Al LG G7 se le pueden sacar dos defectos. El primero es la autonomía. Cuenta con una batería de 3.000 miliamperios, que ya sobre el papel parece demasiado escasa. Más que nada porque hablamos de un terminal con una pantalla de gran tamaño y mucho brillo, así como un conjunto técnico potente.
Pero la verdad es que en el test de batería no sale mal parado. Consigue un resultado muy similar al del Honor 10, el cual tiene una batería de 3.400 miliamperios.
En un uso real del terminal, la cosa se complica un poco. Si lo usamos moderadamente (para revisar nuestras redes sociales, mensajes, ver algún vídeo durante el día y navegar) nos durará el día completo sin problemas.
Pero si le damos un uso más intensivo, como hacer muchas fotos, subirlas a nuestras redes, chatear sin piedad e incluso jugar, puede que tengamos que buscar un cargador antes de irnos a dormir.
Aún así, os debo confesar que durante los días de la prueba no ha habido ningún día en que me haya quedado sin batería antes de las 12 de la noche. Pero también es cierto que los días de uso intensivo (más fotos y pantalla encendida más tiempo de lo habitual) he llegado a casa sobre las 9 de la noche con un porcentaje de batería bajo (en torno al 20%).
Para compensar tenemos carga rápida Quick Charge 3.0 y carga inalámbrica. Con la primera conseguiremos cargar la batería completa en poco más de hora y media.
Y si hablamos de conectividad, sin sorpresas desagradables. Tenemos WiFi 802.11ac, NFC, Bluetooth 5.0 y USB de Tipo C. Y, como decíamos antes, tenemos la sorpresa agradable de contar con conector jack de 3,5 mm para los auriculares.
Android 8 al estilo LG
El LG G7 llega con Android 8.0 Oreo instalado de serie. Sin embargo, LG suele aplicar una fuerte personalización a sus terminales.
Lo primero que debemos elegir es si queremos un cajón de aplicaciones o todas las aplicaciones en el escritorio (al estilo iPhone). Si deslizamos desde la zona de la muesca nos aparece la pantalla de notificaciones. En ella tenemos múltiples accesos directos, desde los habituales a otros especiales como el de activar el DAC de sonido o Compartir Pantalla y Archivos. Todos ellos personalizables.
También tenemos algunas aplicaciones preinstaladas, aunque menos que en otras capas de personalización. Entre ellas podemos destacar Smart Doctor, para hacer un diagnóstico de nuestro móvil, o LG Switch, para transferir los datos de un móvil antiguo al nuevo.
No faltan otras más habituales, como una aplicación de salud, calendario, notas, tareas y el gestor de archivos. También algunos servicios de LG, como RemoteCall Service y SmartWorld.
Muchas opciones tenemos también en la aplicación Ajustes. Esta está dividida en cuatro secciones, todas plagadas de ajustes. Puede resultar un poco abrumador al principio, pero si buceamos entre las opciones podemos encontrar cosas interesantes.
Por ejemplo, con LG AirDrive podemos compartir los contenidos del móvil con un ordenador de forma inalámbrica. O la posibilidad de crear carpetas de fotos protegidas con PIN o patrón.
Conclusiones y precio
A estas alturas del análisis seguro que os habéis dado cuenta de que el LG G7 me ha gustado mucho. Me parece un terminal muy completo, con algunas características que lo diferencian de los demás.
Es un móvil muy bien diseñado, elegante y llamativo a partes iguales. Me ha gustado mucho el color azul que he podido probar, llamativo en algunos momentos pero sin ser tan llamativo como otros. Todo el mundo que ha visto el móvil me ha comentado lo mismo: «que bonito es».
A nivel técnico, tenemos una pantalla de primera categoría, si nada que envidiar a los paneles OLED. Bueno sí, quizás el consumo energético. Y es que la duración de la batería es el talón de Aquiles del LG G7.
Ninguna queja a nivel de potencia y tampoco en cuanto a conectividad. Y entre sus puntos fuertes, el sonido y la fotografía. El sonido es superior al de prácticamente cualquier terminal que haya probado.
En cuanto a la fotografía, la cámara ofrece muchas posibilidades. Es cierto que está por debajo de algunos top del mercado, pero tiene su encanto. El gran angular permite conseguir imágenes que no conseguiríamos con ningún otro móvil. Y la calidad general de la fotografía es muy buena, así que cada usuario tendrá que valorar qué es lo que más le atrae.
Pero antes os comentaba que este móvil tenía dos defectos. El primero era la autonomía, como hemos visto. El segundo, en mi opinión, es su precio. El LG G7 se ha lanzado al mercado con un precio de 850 euros. Un precio alto, especialmente si tenemos en cuenta que sus rivales ya están bajando de precio.
Como hago para reproducir la musica de la micro tengo un Samsung core 2