Napster resucita de sus cenizas 4
¿Alguien se acuerda de Napster? ¿Ese programa de intercambio de música por P2P que acabó hundiéndose por problemas con los derechos de autor y denuncias de músicos como Lars Ulrich? Pues ha vuelto. Y esta vez con la lección bien aprendida: hay que pagar por las canciones, pero éstas vienen con aceptable calidad de sonido y sin sistemas de protección anticopia (DRM). La mala noticia es que, por el momento, sólo funciona en Estados Unidos.

Es lo mismo que se puede encontrar desde hace tiempo en la tienda de canciones en MP3 de Amazon, llamada amazonmp3, o en el servicio de música sin protecciones y con un plus de calidad de Apple, el iTunes Plus. Pero si en algo destaca Napster (aparte del encanto de la marca legendaria entre los amantes del P2P), es en su catálogo de seis millones de canciones. En concreto, un millón más que las que afirma Amazon tener en su tienda rival.

En el caso de Napster, están todas en formato MP3 desprotegido, sin trampa ni cartón, comprimidas a 256 Kbps y con el psicológico precio de 99 centavos de dólar cada una. Para que el comprador pueda escucharlas las veces que quiera y en cualquier aparato. Un catálogo que supera en número al de cualquier otra tienda online de música sin protecciones. En cuanto a la calidad, en la portada vemos un poco de todo, desde artistas desconocidos hasta otros de cierto renombre como Madonna o Coldplay.


Napster resucita de sus cenizas 4
De forma gratuita y desde la propia página web de Napster, los usuarios de Estados Unidos podrán escuchar cada canción hasta un máximo de tres veces (los de otros paí­ses tendrán que conformarse con cortes de treinta segundos). El siguiente paso es pagar por las canciones, y puede hacerse de dos formas después de descargar e instalar un programa reproductor: pagando cada canción o suscribiéndose por 12,95 dólares mensuales (unos 8,27 euros al cambio actual).

Eso sí­, en este último caso, las canciones vienen en formato WMA y con protección anticopia. Alguna pega debí­a tener el derecho a descargar todo a cambio de un puñado de dólares. Para los que les guste decorar la pantalla de su MP3 portátil con una foto, cada canción viene además con una imagen de 1000 x 1000 pí­xeles en la que se muestra la portada del disco o single.
Napster resucita de sus cenizas 4
Una forma de distribución que a nosotros nos parece de sentido común. O al menos mucho más lógica que la postura inmovilista de las discográficas ante la crisis del CD, o esos palos de ciego que han dado algunas al vender canciones dentro de un lápiz USB. Lo malo es que cuesta algo de trabajo que estas iniciativas sobrepasen las fronteras de Estados Unidos, donde una tienda virtual como iTunes ha superado en ventas a los comercios fí­sicos de toda la vida.

Ví­a: Crave

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