Shein vuelve a estar en el ojo del huracán, y en esta ocasión no es por ninguna leyenda urbana basada en supuestos mensajes ocultos en sus prendas. Al igual que otras plataformas de venta online, es frecuente ver asociaciones con figuras que promocionan sus productos en redes sociales, pero la incómoda verdad que habría tras el viaje de unas influencers a una fábrica de Shein ha terminado volviéndose en contra de la compañía china de una forma inesperada.
En el pasado ya habían salido a la luz varias informaciones sobre las duras condiciones de trabajo que tenían que asumir los trabajadores de Shein. Un informe de la ONG Public Eye publicado en 2022 denunciaba que las jornadas laborales podían alcanzar las 12 horas diarias, y sólo unos meses después vio la luz un reportaje de investigación de la periodista Iman Amrani para el programa ‘UNTOLD’ del canal de televisión británico Channel 4. En ambos se refleja que tras la imagen que proyecta Shein al exterior se esconden unas dinámicas de trabajo abusivas a cambio de sueldos escasos.
El golpe que informaciones de este tipo suponen para cualquier empresa es notable en cuanto a reputación y prestigio. Para combatirlo, Shein lleva a cabo una serie de iniciativas para limpiar su imagen ante el gran público, y ahí se enmarca la colaboración con influencers de todo tipo: youtubers, tiktokers, celebridades de Instagram, etc. En uno de los últimos viajes a la fábrica de Shein en la ciudad china de Cantón, los creadores de contenido invitados mostraban unas instalaciones muy limpias y funcionales. También destacaban las bondades de las condiciones laborales y se veía un ambiente de trabajo relajado y agradable, como se aprecia en este vídeo de TikTok de Destene y Brandon, una pareja con más de cuatro millones de seguidores.
Críticas a los influencers que promocionan Shein
El fuerte contraste entre la realidad que quiere mostrar Shein a través de estos influencers y las informaciones publicadas por medios de comunicación independientes no ha pasado inadvertida para muchos, y eso se puede comprobar en los comentarios a los vídeos de Destene y Brandon o Dani Carbonari, modelo e instagrammer con cerca de medio millón de seguidores. Carbonari llegó a eliminar su contenido relacionado con la visita y publicó un vídeo revelando que había decidido finalizar su colaboración con Shein, pero eso no evitó que siguiera recibiendo comentarios como “sólo te estás disculpando para salvar tu ‘carrera’”.
Otra de las influencers invitadas a la visita a las instalaciones de Shein en Cantón, Marina Saavedra, también respondió a las críticas de una forma directa con poca autocrítica. En un vídeo en el que se burla de los usuarios genéricos de TikTok que la atacan por borrar comentarios, comentó que “todos tienen la opción de comprar donde quieran. Es tu responsabilidad investigar por tu cuenta, yo sólo hablo de mis propias experiencias. Si no te gusta el fast fashion, no lo compres”.
Además de los ataques dirigidos a los influencers involucrados, también hay otro aspecto que puede afectar aún más a la reputación de Shein. La tuitera Susan Bailey, conocedora del sector textil y sus fases de fabricación, apuntó que en los vídeos no se ve ningún tipo de señalética para evacuar el edificio en caso de incendio o para recibir primeros auxilios, por lo que la visita a esta supuesta fábrica sería una escenificación más que una muestra real de sus procesos de producción.
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