Alguien dijo que íbamos a salir mejores de la pandemia. Pero la realidad está muy lejos de corroborar esta afirmación. Es lo que se desprende de situaciones como la que vamos a hablar en este artículo, y que muestran que estamos en un camino de clara involución en muchos aspectos. Entre ellos, el de los discursos de odio, que se van acrecentando con el paso de los años. Prueba de ello es el estudio que se ha llevado a cabo por parte de YouGov, que muestra que más de la mitad de los adolescentes sufrieron algún tipo de bullying o casos de odio a través de Internet (redes sociales, chats, foros…). Lo grave no es solo la cifra, sino el hecho de que este porcentaje se situaba en el 36% el año pasado.
El estudio, que se ha llevado a cabo por YouGov a través de más de 2.000 personas en Estados Unidos, también refleja el aumento de los actos de odio hacia otros grupos de personas. Por ejemplo, en el caso de los adultos, el porcentaje de usuarios que admitió haber recibido algún tipo de ataque por las redes u otras plataformas aumentó hasta el 33%, bastante por encima del 23% que dijo haberlos sufrido el año pasado.
Pero si hay un colectivo que sufre estas situaciones de forma mayoritaria ese es el de las personas transgénero. Tres cuartos de los encuestados afirmó haber experimentado algún tipo de acoso, mientras que el porcentaje de personas LGTBi que tuvieron que enfrentarse a esta situación se acerca a la mitad. Con todos estos datos, queda claro que hay un reverso muy oscuro de la libertad y el anonimato que (supuestamente) ofrece Internet. Solo hay que pasearse un día cualquiera por una red social como Twitter para descubrir la rabia que se desprende de demasiados tuits, a veces sin ningún tipo de justificación o mesura. Deberíamos plantearnos más modos para atajar esta realidad tan preocupante que nos rodea.