Blake Lemoine, ingeniero de software sénior en el departamento de inteligencia artificial de Google, saltó a la fama recientemente al publicar unas revelaciones que despertaron la preocupación en el seno de la empresa y en la sociedad mundial al ser publicadas por los medios. La compañía de Palo Alto no ha tardado en reaccionar y Google despide al ingeniero que afirmó que una IA ha cobrado vida.
Lemoine había asegurado que un chatbot (sistema robótico con el que se mantienen conversaciones por escrito) con inteligencia artificial había desarrollado sentimientos. LaMDA, el nombre de este robot, experimentaba sensaciones humanas como la tristeza, la ira o la depresión, algo que este ingeniero compartió a través de un blog en la plataforma Medium consciente de que Google podría tomar medidas contra él de forma inmediata.
Después de conocerse sus revelaciones, entre las que se incluye una conversación que mantuvo con el chatbot LaMDA, Google suspendió a Blake Lemoine, llegando ahora a su destitución oficial por haber violado las políticas de seguridad de la compañía.
De nuevo fue Lemoine quien confirmó su despido, asegurando que ha puesto la decisión tomada por los directivos de Google en manos de sus abogados para coordinar los siguientes pasos a seguir. Por su parte, Google publicó un comunicado oficial en el que dijo que era “lamentable que a pesar de un compromiso duradero en este ámbito, Blake eligió violar de forma persistente y clara las políticas de empleo y seguridad de datos que incluyen la necesidad de salvaguardar información del producto”.
Lemoine se defendió con una nueva publicación en Medium en la que asegura que “en los últimos seis meses, LaMDA ha sido increíblemente consistente a la hora de comunicar lo que quiere y lo que cree que son sus derechos como persona”.
Google defiende que la IA aún no es sintiente
El pasado mes de junio Google ya quiso salir al paso de las revelaciones de su ya exingeniero, asegurando que la posibilidad de que se llegue a un escenario en el que la inteligencia artificial permita desarrollar a un ser sintiente existe, pero queda aún muy lejana. “No tiene sentido [considerar esta posibilidad] antropomorfizando los modelos conversacionales actuales, que no son sintientes. Estos sistemas imitan los tipos de intercambios encontrados en millones de frases y pueden abordar cualquier tema fantasioso”, reza su comunicado con el que se buscaba aminorar el impacto que esta noticia pudiera tener en la sociedad.
La de LaMDA no es la primera polémica que rodea a Google en materia de inteligencia artificial. Timnit Gebru, un investigador de este campo, también fue despedido de la empresa al publicar un estudio en el que aseguraba que Google no estaba extremando al máximo las precauciones a la hora de manejar una tecnología tan potente como la IA, según informa ‘The Wall Street Journal’. Este mismo diario también indica que la empresa tiene en sus planes duplicar el equipo dedicado a la inteligencia artificial para poder hacer frente a los desafíos que plantea este ámbito de la tecnología, llamado a desarrollar un papel vital en el desarrollo de la humanidad en las próximas décadas.
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