TCL 10L, análisis: pantalla NXTVISION y cuatro cámaras para intentar hacerse un hueco en la gama media

Viajemos al pasado un instante. Es 2019, nos encontramos en la IFA de Berlín (las ferias de tecnología todavía se celebraban) y TCL acaba de anunciar su primer móvil para mercado europeo. Este terminal fue el TCL Plex, su destino era la gama media y, aunque no llegamos a probarlo, si hemos tenido la oportunidad de analizar lo que este móvil inició. Así que basta de preámbulos, he tenido el TCL 10L como teléfono de cabecera y os cuento mi experiencia en este análisis.

Diseño que combina casi todas las tendencias

De buenas a primeras el TCL 10L es un teléfono grande, casi prohibitivo para usuarios con manos pequeñas o que prefieran terminales más compactos. Pero no es reprochable, es la tendencia que llevamos viendo en los terminales Android desde hace años. Sus 16 centímetros de alto y 180 gramos de peso son casi el estándar en 2020, pero el mayor inconveniente de sus dimensiones es el ancho. Aunque cuenta con una pantalla panorámica, el ancho general del terminal es superior al de un terminal con pantalla 16:9. Esto supone que su ergonomía no llegue a ser todo lo buena que podría ser, teniendo inclusive los cantos traseros curvados para facilitar el agarre. Y, pese a ser un usuario muy permisivo con terminales grandes y que no tiene problema en usarlos, he visto necesario matizar este detalle.

Ya que he empezado por la trasera, seguiremos ese camino hasta llegar a su pantalla. La trasera del TCL 10L es de plástico, su acabado es brillante y la unidad que he tenido en mano es de color blanco. La sensación no es premium, pero tampoco es mala. Todos conocemos los beneficios de usar plástico en lugar de cristal (no se resquebraja al sufrir una caída) pero que TCL se haya decantado por hacer que el TCL 10L brille consigue traer lo peor del cristal al plástico: las huellas. Unos pocos minutos en mano y la trasera está impregnada de marcas, esto se soluciona utilizando la funda que viene incluida en la caja del dispositivo. Lo que si es positivo de la elección de este material es que resbala lo justo, no es el terminal más resbaladizo que he sostenido. Además, el acabado brillante consigue crear destellos de color arcoíris cuando la luz incide en el terminal.

Si dejamos de lado la estética y pasamos a la practicidad, en la trasera del TCL 10L se aloja el lector de huellas y una ristra de cámaras en posición horizontal. Empezaré por le lector de huellas, es cuadrado y está en una posición más que correcta. Es fácil atinar y al tener un acabado diferente al de la trasera, se distingue perfectamente con la huella del dedo. La disposición de las cámaras no es nueva, hemos visto terminales con cámaras en horizontal, pero no con un módulo de tal tamaño. Son cuatro las cámaras que se alojan en este módulo y están flanqueadas por dos flash LED. No es una estética que consiga convencerme, pero es peculiar y llamativa. El punto positivo de este módulo de cámaras que casi consigue cruzar de lado a lado la trasera es que al apoyarlo sobre una superficie el teléfono no baila. Está perfectamente equilibrado, como todo debe estar.

En ambos laterales del TCL 10L encontraremos botones, en el derecho el de desbloqueo y justo encima el control de volumen. En el lateral izquierdo un botón auxiliar apodado Smart Key que podemos configurar a nuestro gusto para que realice diferentes acciones dependiendo del número de pulsaciones que hagamos. El recorrido general de la botonera es bueno y no hay ruidos extraños ni “bailan” los botones. En el lateral superior un puerto llevado a la extinción aparece, el jack para auriculares está presente en este terminal. Justo en el lateral opuesto a este encontraremos el puerto de carga USB C entre la rejilla para el altavoz y la rejilla para el micrófono.

Hemos llegado a la pantalla. TCL ha pasado por completo del notch o de las cámaras pop up y ha ido directamente al agujero en pantalla. La empresa lo llama Dotch, una forma curiosa con la que denominar esta tecnología. Y, pese a ser una implementación que ya hemos visto en muchos terminales, en el TCL 10L no termina de funcionar. Este Dotch es de un tamaño considerable y es debido al halo de color negro que rodea la cámara. Además, en fondos blancos genera una mínima sombra. Seguramente esto no importe a muchos usuarios, de hecho, los fondos de pantalla con los que llega el terminal son oscuros y consiguen ocultar esto, pero al poner el tema claro salta a la vista que el Dotch podría tener un tamaño más reducido. La pantalla en la que se aloja este Dotch es de 6,53 pulgadas y está rodeada por marcos que han sido reducidos en casi todas las direcciones menos la inferior. Los sensores para medir la luz ambiente se han integrado en el marco superior y la rejilla del altavoz está justo encima de este marco.

Pantalla NXTVISION con un altavoz que no da la talla

Me he guardado los secretos de la pantalla para este apartado. La pantalla del TCL 10L es IPS, su resolución se queda en Full HD+ o 1.080 x 2.340 píxeles. El formato es 19,5:9 y al hacer cálculos del tamaño y resolución, la densidad de píxeles por pulgada queda en 395. En cuanto al brillo, la cifra proporcionada por TCL es de 450nits. Es un panel plano, los cantos están curvados para integrarse el marco metálico, pero eso es todo. No lo digo como algo negativo, de hecho, todo lo contrario; los paneles curvos solo tienen de bueno el efecto estético que genera. Hemos visto que hasta Samsung ha dado marcha atrás en su familia Galaxy S20. Pero lo más interesante de la pantalla del TCL 10L no se encuentra en el mismo panel, si no que está escondido dentro del cuerpo del terminal.

Hablo de la tecnología NXTVISION, esta es la gran apuesta en el apartado multimedia del TCL 10L. Lo que pretende esta tecnología es convertir el contenido SDR en contenido HDR. Vamos, dar más rango dinámico a los vídeos que consumimos y que por defecto no estén grabados en HDR. Pero lo más interesante es que funciona en cualquier contenido que estemos viendo, da igual la plataforma o la fuente. Esto supone una ventaja puesto que no esta tecnología no está ligada a nada, funciona de manera independiente. Y, se nota. No tanto como uno podría imaginar, pero es cierto que el contenido se ve más vibrante y levanta las sombras en ciertos momentos para conseguir mostrar todo lo que aparece en escena. El único inconveniente es el fogonazo que causa el cambio de color cada vez que está convirtiendo el contenido SDR a HDR, no es una transición suave y en todo momento he sido consciente de esta conversión.

Para finalizar el apartado multimedia, comentar el comportamiento del altavoz. En el TCL 10L solo encontramos un altavoz y su posición no es la más adecuada pues lo obstruiremos cada vez que tengamos el terminal en horizontal. El sonido que da es solvente, a máximo volumen hay distorsión y sonido metálico. Me he visto usándolo al 70% como máximo. No es un altavoz del que alardear, pero al menos el móvil de TCL integra jack para auriculares, por lo que esto queda algo paliado. Lo más interesante del sonido es que podemos emparejar hasta cuatro dispositivos por bluetooth con el TCL 10L, pero de esto hablaremos en el apartado de la conectividad.

TCL 10L, ficha técnica

TCL 10L, análisis en vídeo

Interior de gama media

Si quisiéramos ver el interior del TCL 10L habría que traspasar su marco metálico y su trasera de policarbonato. Y, nos encontraríamos con unos componentes usados hasta la saciedad en la gama media. El procesador es el Qualcomm Snapdragon 665 acompañado por la GPU Adreno 610 y con 6GB de RAM. En cuanto al almacenamiento la tecnología usada es EMMC y son 64GB con posibilidad de aumentar la capacidad hasta los 256GB usando tarjetas microSD. La autonomía, de la que hablaremos más adelante, viene marcada por una batería de 4.000mAh. Vamos a ver qué tal se comporta en el día a día y en situaciones más exigentes.

El TCL 10L puede con casi todo en mayor o menor medida, su inconveniente es la tecnología que utiliza su memoria. Al recibir este teléfono lo encendí, configuré y puse a descargar todas las aplicaciones que uso para luego introducir la NanoSIM. Tras esperar cerca de una hora no se habían terminado de descargar e instalar las aplicaciones de la Play Store. Se había formado un cuello de botella y como consecuencia tuve que cancelar varias descargas e ir por grupos para poder tenerlo a punto. Con esto sobre la mesa, el rendimiento ha sido el esperado, ni más ni menos. He podido jugar a juegos como el Call of Duty, Asphalt 9 con una calidad gráfica más que aceptable y no he sufrido de tirones o cierres forzosos. Además, el contar con esos 6GB de memoria RAM permite que pueda tener varias aplicaciones pesadas cargadas en la multitarea y que no se cierren.

TCL UI es Android Stock, pero no

TCL UI es la capa de personalización que veremos nada más iniciar el TCL 10L. Esta capa es una combinación extraña de diseño, por un lado, sigue mínimamente la estética de Android Stock, pero al mismo tiempo no deja de ser una capa propietaria con iconos, menús y ajustes propios. Es inconsistente y ese es el mayor problema, o sigues la estética de Android Stock o la modificas para crear una propia, pero quedarse a medias consigue dejar frío al usuario. Pero no os equivoquéis, esto es una crítica al diseño. TCL UI funciona bien, muy bien. Los añadidos son pocos y típicos de las capas asiáticas: grabadora de pantalla, clonador de aplicaciones y centro de juegos entre otras.

Ahora, no se libra del odiado bloatware. Nada más iniciarlo veremos aplicaciones instaladas que no deberían estar ahí: Booking, Facebook, Officesuit y un par de juegos. Por fortuna podemos desinstalar esto sin mucho problema. También cuenta con aplicaciones propietarias como son TCL+, Smart Key, NXTVISION y el navegador. De esta capa de personalización hay que destacar que bajo ella se encuentra Android 10 y que permite tener cajón de aplicaciones, algo que otras capas como por ejemplo MIUI tardaron en implementar. Además, permite la utilización de gestos para la navegación que funcionan muy bien y con una curva de aprendizaje nula.

Seguridad por huella y por reconocimiento facial en el TCL 10L

El Dotch del que hablamos en el apartado del diseño tiene como función alojar una cámara para selfies que dobla su funcionalidad y sirve también para el reconocimiento facial. No es el sistema más seguro, puesto que no integra un escáner 3D para el rostro. Pero tras haberlo usado, he decir que es cómodo, rápido y fiable. Su talón de Aquiles es la falta de luz ambiente, se vuelve completamente inútil con baja luz. Pero en exteriores o con luz artificial el desbloqueo es casi instantáneo. En la trasera del terminal está el sistema de desbloqueo prioritario, el sensor de huellas dactilares. Pese a que el reconocimiento es bueno y funciona a las mil maravillas, se siente algo lento y se debe a la animación de desbloqueo. Seguramente con una actualización esto se pueda corregir y la animación se acorte.

Autonomía para más de un día

4.000mAh es la capacidad de la batería del TCL 10L y para completar su carga tenemos que esperar cerca de dos horas y media, 145 minutos para ser concretos. No cuenta con ninguna carga rápida que se anuncie, pero cuando conectamos el cargador propietario aparece una notificación de carga rápida. Esta carga se realiza a 10W y se queda por detrás de la competencia que ya apuesta por 18W en este rango de precio. Y, ¿cómo se comporta esta batería en el día a día? La respuesta corta es que tienes de sobra para un día de uso. Si no eres exigente llegarás a los dos días sin problema. En mi uso he tenido estadísticas variadas, pero nunca me he quedado corto de autonomía. Si vemos los datos, el día que peor consumo he tenido he llegado a las 8 horas de pantalla activa en 18 horas de uso. En una situación más relajada, he llegado a hacer día y medio de uso con casi 7 horas de pantalla activa. No creo que ningún usuario pueda quejarse de la autonomía de este terminal.

NFC y Bluetooth compatible con hasta 4 dispositivos

Hace no mucho el NFC era un distintivo de gamas, algo ridículo, pero que fue una realidad. Algunas empresas llegaron a sacar versiones de terminales idénticos, pero con el añadido de esta conectividad. Esos tiempos han quedado en el olvido, o eso espero, el TCL 10L que llega destinado a la gama media lo hace con NFC por lo que se podrá pagar en comercios utilizando este móvil. También tiene lo típico y esperable en un dispositivo móvil: Wi-Fi, 4G, GPS y Bluetooth 5.0. Eso sí, la gente de TCL ha decidido sacarle partido a la versión 5.0 del Bluetooth y ha integrado una función que permite conectar hasta cuatro dispositivos al TCL 10L, tanto altavoces como auriculares. Y, es sorprendente lo bien que llega a ir. Eso sí, tras conectarlos hay que ir al apartado de Bluetooth y configurar la sincronía para que funcionen a la perfección. También funciona mejor con dispositivos de cierta calidad y con latencia mínima. Es un añadido interesante y que puede ser útil a la hora de escuchar música en situaciones en las que no se pueda hacer ruido, pero quieras compartir esa canción con alguien.

Cuatro cámaras con una configuración que no termina de convencer

¿Cuatro cámaras? Sí, cuatro cámaras. ¿Entonces el TCL 10L será versátil en el apartado fotográfico? Lo cierto es que no, de estas cuatro cámaras solo dos son las que usaremos en la mayoría de las situaciones. La principal es un sensor de 48 megapíxeles y que tras agrupar los píxeles se queda en 12mp para el uso cotidiano. La focal es f/1.8 por lo que es luminosa y permite hacer un zoom digital de hasta 10x. El segundo sensor es una lente gran angular de 8 megapíxeles con apertura focal f/2.2 y 118 grados de amplitud. El tercero es un sensor dedicado al macro y su apertura focal es de f/2.4 y el ultimo está pensado para captar profundidad de campo con 2 megapíxeles y la misma focal que el anterior.

Antes de entrar a valorar los resultados obtenidos, unas palabras acerca de la aplicación de cámara. La fuente de la letra utilizada y los iconos son idénticos a los que encontramos en la aplicación de OnePlus, pero el diseño general es muy parecido al de los terminales de Huawei. La aplicación funciona bien y no tengo ninguna queja a la hora de usarla. Su distribución es correcta y no tiene menús enrevesados a los que cuesta acceder, todo está más o menos a la vista. Los añadidos interesantes son los estilos de iluminación que tenemos disponibles, además de los diferentes modos. La única pega que le pongo es que para hacer una fotografía con toda la resolución del sensor es necesario entrar a un menú para activar un modo que permita esto, lo más lógico si se opta por incluir un sensor de muchos megapíxeles es que tenga un acceso directo a plena vista. Esto se soluciona con una actualización de la app de la cámara.

Fotografías de día

Gran angular.

Cámara principal.

Zoom digital 2x.

HDR Auto.

Resultado inconsistente gran angular.

A plena luz del sol la cámara principal da buenos resultados, no son para tirar cohetes, pero tampoco son malos. Los niveles de detalle son correctos, aunque podríamos esperar algo más y esto es porque hay cierta falta de definición, aunque notaremos esta falta si hacemos zoom. Los colores son algo planos para mi gusto y podrían ser un poco más vibrantes. Al hablar del rango dinámico, hay luces y sombras, en muchas ocasiones la interpretación no es la más adecuada y en otras consigue hacerlo bien. El sensor principal también permite un zoom de hasta 10 aumentos, este totalmente digital y los resultados no son de lo mejor. Eso sí, el recorte que hace cuando hacemos zoom 2x si me parece bueno y usable. El gran angular por su parte distorsiona demasiado algunas escenas y el detalle escasea casi en su totalidad en la mayoría de las fotografías. El macro da unos resultados curiosos, pero me he forzado a usarlo para poder hablar de ello en el análisis.

Fotografías de noche

Cámara principal.

Zoom digital x2.

Zoom digital x5.

Zoom digital x10.

Gran angular.

Modo 48 megapíxeles.

Al apagarse las luces nos damos cuenta de la gama en la que estamos, las cámaras del TCL 10L de noche sufren y es normal. La cámara principal es la que mejor parada sale de esta situación, pero no es que los resultados sean espectaculares, son decentes. Lo peor de todo es que en la aplicación de la cámara no hay un modo noche. Las fotografías que obtenemos tienen bastante ruido y el nivel de detalle es pobre. La gestión de las luces también deja mucho que desear y los colores son lejanos a la realidad. Si probamos a utilizar los aumentos digitales, nos encontramos con que todo lo comentado empeora. Al hilo de no contar con un modo noche, me he visto usando el modo Alta resolución para intentar paliar eso y las fotos que he conseguido son mejores que en automático. El gran angular sufre lo que les ocurre a los objetivos de este tipo, su luminosidad es inferior así que las fotografías salen muy oscuras y con todavía menos detalle. El macro de noche tiene una utilidad nula.

Utilizando los 48 megapíxeles

Pese a que no hay un acceso directo rápido para utilizar los 48 megapíxeles, las fotografías resultantes consiguen convencerme. Sí, es cierto que el rango dinámico escasea y que las sombras podrían ser mejores. Pero en general el nivel de detalle y definición es mayor, algo lógico, aunque se puede pasar por alto. Lo que sí me ha gustado es la interpretación de los colores, son menos planos y más fieles a la realidad.

Vídeo

El TCL 10L puede grabar a múltiples resoluciones, la más llamativa es 4K a 30 fotogramas por segundo, pero hay una ausencia y es el vídeo Full HD a 60 fps. En ninguno de los casos contaremos con sistema de estabilización óptica, solo hay estabilización electrónica. También cuenta con un modo de cámara lenta a 720p y 120fps o súper lenta a 480p y 240fps. El rendimiento está en la media, hay que tener bastante cuidado a la hora de hacer movimientos bruscos puesto que al no tener OIS la imagen temblará demasiado. Los colores están bien, aunque por momento se sobresatura la toma. De noche pasa igual que en fotografía, hay mucho ruido y la interpretación de los colores deja mucho que desear.

TCL 10L, una propuesta que llega a un mar revuelto

La gama media es un mar que no perdona, para nadar en él hay que tener mentalidad de tiburón. La competencia es voraz y no duda ni un segundo en acabar con el más débil. Y, por desgracia, eso ocurre con el TCL 10L. La imagen de marca de esta empresa todavía no está creada en el sector móvil en Europa. Siendo difícil que los usuarios apuesten por este terminal cuando hay terminales de empresas que ya llevan cierto tiempo en este mercado y que ofrecen una relación precio/prestaciones más competitivas. Porque este TCL 10L irrumpe en el mercado con un precio de 250 euros y en esa franja impera la ley de ofrecer más por menos. Sumidos en una carrera por los Hz de las pantallas, la calidad visual queda hasta en un segundo plano pese a ser una baza muy bien jugada. Eso sí, no hay que desanimarse, pues TCL también llega al mercado con móviles 5G a precios más que competitivos y es posible que esa sí sea una lucha de tú a tú con el resto de los fabricantes.