9 productos tecnológicos que ayudarán a frenar el cambio climático

El cambio climático es una realidad que gran parte de la comunidad científica ha declarado como cierta. Aunque el mayor causante del calentamiento global son las empresas que proyectan CO2 a la capa de ozono, la responsabilidad de cambiar ciertos hábitos recae en la totalidad de la raza humana; también las consecuencias. La tecnología es, junto con la ciencia, la única salida para frenar el cambio climático o reducir en la medida de los posible sus efectos. Pero, ¿qué medidas se están llevando a cabo realmente para ayudar a prevenir dicho cambio? Y lo más importante, ¿cuándo se aplicarán?

Coches eléctricos: el futuro de la movilidad

Tesla, junto con el resto de compañías de automoción, como Volkswagen o Audi, están acelerando la transición de los vehículos a gasolina al vehículo puramente eléctrico. Actualmente el porcentaje total de emisiones de CO2 por vehículos roza el 60,7% solo en Europa, según datos de Europarl.eu, y con tendencia al alza en los próximos años.

Hyundai Kona, el eléctrico de la empresa surcoreana.

Modelos como el Tesla Model 3 o en un futuro muy próximo, el Volkswagen ID.3, son algunos de los modelos que ayudarán a acelerar este cambio, aunque existen otros tantos que a día de hoy se pueden comprar en España y el resto de países europeos. En el artículo que acabamos de enlazar os mostramos algunos de los más conocidos.

Drones para todo (o casi todo)

En 2016 Amazon daba salida a su nuevo servicio Amazon Prime Air. Con este, la compañía pretende sustituir el transporte tradicional por carretera y barco por drones programados y con ello reducir la huella de carbono con cada envío.

El uso de drones también es esencial en tareas de ganadería y agricultura. De un tiempo a esta parte, varias empresas están ofreciendo drones para el riego del cultivo con un objetivo claro: reducir la cantidad de agua empleada. Otros usos menos populares designados a los drones tienen relación con la extinción de fuegos, el examen de zonas inaccesibles por aire o el estudio de fuentes arqueológicas.

Casas inteligentes con objetos inteligentes

Lejos quedan los electrodomésticos con baja eficiencia energética. En España, en torno al 8% de las emisiones están causadas por la energía consumida en los hogares, según datos de El País. Desde la popularización de los asistentes inteligentes, son decenas, e incluso cientos de marcas las que se han decidido a lanzar productos orientados al hogar con un factor en común: la Inteligencia Artificial.

Bombillas, lavadoras, secadoras, cocinas de inducción… Existen multitud de accesorios, aparatos y electrodomésticos que no solo cuentan con un consumo energético menor, sino que permiten su control a través del teléfono móvil para aumentar, entre otras cosas, la eficiencia energética.

Filtros de aire para limpiar el ambiente de gases tóxicos

A pesar de que compañías como Xiaomi están aventurándose a lanzar sus respectivos filtros de aire, lo cierto es que su aplicación en ciudades se remonta varios años atrás.

En 2006, por ejemplo, la Junta de Andalucía se decidió a instalar CRT en los motores diésel de autobuses y camiones públicos. Estos filtros, según la propia Junta, se basan en «un catalizador de oxidación montado delante de un filtro que actúa como filtro de partículas para controlar la contaminación procedente de los motores diésel de autobuses y camiones». Hoy esta misma tecnología se ha trasladado a los denominados purificadores de aire caseros para reducir el ambiente de agentes contaminantes.

¿Alguien dijo sensores de proximidad?

Uno de los efectos del cambio climático tiene que ver precisamente con la desaparición de ríos y afluentes con agua dulce. El uso de sensores de proximidad en baños y fuentes públicas puede reducir el gasto de agua en grifos de acceso libre a través de un sistema inteligente que accione el circuito del agua.

Su funcionamiento, de hecho, es muy similar al de los sensores de proximidad del móvil: basta con acercar la mano para que el agua comience a brotar. Hoy día podemos encontrar multitud de sensores de este tipo para un uso doméstico compatibles incluso con el móvil.

Placas solares: porque el autoconsumo es el futuro

España se trata del país europeo con mayor cantidad de horas de Sol por año. Con todo, las políticas del Gobierno aún no favorecen el autoconsumo de electricidad a través de fuentes de energía renovables. Una de las más conocidas son las placas solares, que actualmente han reducido su precio de manera significativa si lo comparamos con el precio de salida de hace algunos años.

Con esta medida no solo se ayuda a reducir el consumo dentro de los hogares, también se reducen las emisiones de CO2 empleadas para producir energía a gran escala en compañías como Endesa o Iberdrola.

Procesadores: cada vez más eficientes (y potentes)

En los últimos años hemos visto cómo empresas como AMD o Intel ha reducido los procesos de fabricación a cantidad irrisorias. Actualmente el récord está marcado por Apple y Huawei con sus procesadores de 7 nanómetros, el Apple A13 Bionic y el Kirin 990.

Más allá de la industria del teléfono móvil, el uso de procesadores cada vez más eficientes ayudará a reducir el gasto energético en determinadas industrias: automovilística, química, textil y un largo etcétera.

El 5G como la conectividad del futuro

Obviando las ventajas del 5G en términos de velocidad, la característica estrella de la tecnología de red de quinta generación llega de la mano de la eficiencia y la latencia. Gracias a sus bajas cifras, disminuir el gasto energético en las industrias más contaminantes del mundo podrá hacerse realidad en unos pocos meses si los planes de Huawei, Ericsson y otros fabricantes de telefonía llegan a buen puerto.

La mejora energética en datos habla de un 90% frente a las redes tradicionales y un 10% frente al 4G más avanzado. Este porcentaje puede verse aumentado de manera significativa si la fuente de emisión entra en modo ‘Deep’, un modo muy similar al modo Hibernar de los ordenadores.

Raspberry Pi y Arduino para la industria

Las famosas placas base en miniatura son todo un diamante en bruto. El uso de Raspberry Pi y Arduino está ayudando, entre otras cosas, a automatizar ciertas acciones que hasta hace solo unos pocos años solo podían llevarse a cabo con complejos – y contaminantes – métodos.

La agricultura, la ganadería, la pesca y otros sectores más avanzados como el de la informática o el de las redes móviles son algunas de las industrias más beneficiadas por el uso de estas micro placas base. Las posibilidades de este tipo de placas en este sentido son ilimitadas. PC de sobremesa, servidor en red, procesador para sistemas automatizados etcétera. En el artículo sobre los ocho mejores usos de la Raspberry Pi recogemos algunas de las utilidades más variopintos.

Imagen de portada | Jcomp