La resolución de los televisores acaba de dar un salto cuantitativo muy importante. Los pantallas más avanzadas son 4K, o lo que es lo mismo, Quad Full HD o Ultra Alta Definición (UHDTV) 4K. Son capaces de mostrar imágenes de 8,3 megapíxeles, esto es, de 3.840 por 2.160 píxeles, el cuádruple que Full HD, con imágenes de 2,1 megapíxeles (1.920 por 1.080 píxeles). Eso supone que el tamaño del píxel es casi imperceptible. Ver una de estas pantallas 4K es como asomarse a un ventanal con los cristales impolutos. Es necesario acercar la nariz hasta la pantalla para poder ver los píxeles.
El principio la resolución 4K era propia de las salas de cine comerciales. Luego, empezaron a comercializarse los primeros proyectores domésticos 4K, como el Sony VPL-VW1000ES, con un tamaño de píxeles de sólo 4 micrones. Los primeros televisores 4K están comenzado a llegar al mercado. Como es el caso del Sony XBR-84X900 con una diagonal de 84 pulgadas que cuesta 25.000 euros o del Toshiba 55ZL2G de 55 pulgadas (9.000 euros). Toshiba también tiene preparado otro televisor 4K de 84 pulgadas con el nuevo motor de imagen CEVO. Por su parte, tanto Sharp como LG también han mostrado televisores 4K gigantes.
La resolución 4K no sólo se emplea en televisores y proyectores. Hay otros productos de consumo que la utilizan, como la cámara Canon EOS 1D C, que graba vídeos 4K. Igualmente están lanzándose muchos receptores multicanal compatibles con vídeo 4K, todos ellos de alta gama. El Onkyo TX-NR1009 de 9.2 canales fue uno de los primeros, pero ahora le siguen otros como el Denon AVR-3313, el Yamaha RX-V673 o el Sony STR-DA5800.
De momento, la 4K a quien más beneficia es a los televisores 3D pasivos, que van a poder ofrecer una resolución Full HD para cada uno de los ojos. Aunque ya haya cámaras domésticas capaces de grabar vídeo 4K en el mercado, la cuestión que más preocupa es la escasez de contenidos. De hecho, algunos consumidores consideran que es una tontería tener un televisor 4K cuando las cadenas de televisión como mucho emiten con una resolución 1080i (ni siquiera es 1080p). La televisión pública japonesa NHK es la inventora de la ultra alta definición (UHDTV) y, aparte de la variante 4K, ya está trabajando con UHDTV 8K que son imágenes de 33,2 megapíxeles (7.680 por 4.320 píxeles), como las que pueden tomar cámaras profesionales como la Nikon D800.
De momento, los prototipos de cámaras 8K de tercera generación de NHK sólo pueden grabar una hora, que ocupa un terabyte de capacidad, repartido en dieciséis tarjetas de 64 GB cada una. Por el contrario, las cámaras 4K profesionales actuales, como por ejemplo, una Red One de 4K cuesta 25.000 dólares. El problema principal no es la producción de contenidos en 4K, sino cómo transmitirlos a los hogares. Las infraestructuras de transporte y difusión de las señales audiovisuales actuales son incapaces de soportar el flujo de tal cantidad de datos. Sin embargo, se han realizado diversas pruebas de transmisión de señales 4K comprimidas. Por ejemplo, Sony ha logrado trasmitir vídeo 4K a 50 mbps (megabits por segundo) comprimido en el formato H.264 sin pérdida apreciable de calidad de imagen.
