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La SGAE sigue siendo una de las entidades menos transparentes de nuestro paí­s. Tanto es así­, que en la última asamblea de socios, 85.000 autores tuvieron vetado el voto. ¿El motivo? Las normas de Teddy Bautista, presidente de la SGAE, en estas asambleas anuales sólo tienen derecho a voto los autores que ingresen más de 1.200 euros. De esta forma, de los 97.000 socios que tiene la SGAE, sólo pueden votar 12.600. Lo que serí­a un triste 13% del total de socios que engrosan la bolsa de la SGAE. No hay que olvidar que por primera vez en 2009, los autores han ingresado más dinero por canon digital que por sus discos y conciertos. Teddy, cómo no, echa la culpa a la piraterí­a.

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24.500 euros mensuales para la jubilación de Teddy. Despido a trabajadores, conflictos con cafeterí­as y peluquerí­as, compra indiscriminada de teatros ”¦ y ahora: censura. Es lo que le faltaba a la SGAE para seguir siendo la entidad más odiada de España. El caso es que hace dos dí­as celebró la Asamblea anual en la que pueden reunirse todos los socios (alrededor de 97.000 autores) de los que sólo pudieron alzar el brazo 12.600, para aprobar o sancionar la gestión de Eduardo Bautista. Y las quejas no se han hecho esperar.

Y no es que el presidente de la SGAE tenga pocos frentes abiertos. Hace apenas unos dí­as, la Unión Europea cuestionó la legalidad del canon digital, un impuesto que se grava en España sobre todos los aparatos electrónicos y soportes susceptibles de generar copias. El caso es que el Tribunal de Luxemburgo no ve con buenos ojos que empresas y profesionales tengan que pagar el impuesto por copia privada sin haber realizado copia alguna de contenidos con derechos de autor. A todo ésto, diarios crí­ticos con la entidad como son El Economista, fueron vetados en la rueda de prensa que convocó el presidente de la SGAE hace apenas dos dí­as.

Se confirman así­ las extrañas intenciones de Teddy. Un presidente que no ha querido dar la cara frente a la compra de teatros, una jubilación estratosférica o el impuesto casi-revolucionario que tienen que pagar, bares, cafeterí­as y establecimientos cara al público. Mientras tanto, la SGAE sigue quejándose de su baja recaudación, muy a pesar de que sólo el canon digital haya supuesto la entrada de 22,67 millones de euros a las arcas de la SGAE. ¿Dónde está la crisis?

Fotos de: yoshiffles, rodcasro

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