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La SGAE ya es la organización más odiada de la red para los españoles. Al menos, para el 60 por ciento de los 2075 encuestados dentro de estudio que la red de blogs Ocio Network ha elaborado para conocer los hábitos de Internet de los ciudadanos de nuestro paí­s. Dentro de las conclusiones que saca la responsable del barómetro, la Sociedad General de Autores serí­a la más impopular de Internet a escala nacional gracias a una mala imagen vertida en los medios y a su acérrima defensa en la imposición del canon digital.

Al preguntarse acerca de cómo deberí­a reaccionar la ciudadaní­a al respecto de la mala opinión que les merece esta entidad (cuya animadversión supera a la que sienten los encuestados por Hacienda, todo un clásico) existe casi unanimidad. Para un 85,9 por ciento de los usuarios consultados, la SGAE deberí­a verse limitada en sus funciones, mientras que un 38,7 por ciento va más allá, apostando directamente por su radical ilegalización como sociedad gestora.

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El polémico canon digital ha supuesto un significativo caldo de cultivo para la impopularidad de la agrupación de autores. En una medida similar a quienes consideran fundamental acortar las potestades de la SGAE, un 86 por ciento, los encuestados valoran como injusta la imposición del impuesto para soportes digitales susceptibles de emplearse para copias no autorizadas. No obstante, hay voces que apuntan que el canon es necesario, representadas por un 33,2 por ciento de las personas de entre 16 y 20 años. Pese a todo, son mayorí­a los que proponen su supresión, con un 56 por ciento.

Si se cuestiona la existencia de un organismo oficial que ejerza las funciones que hoy dí­a ostenta la SGAE, un 42,9 por ciento de los encuestados opina que serí­a positiva la creación de una oficina pública destinada a la defensa de los derechos de autor.

Respecto a los hábitos de los españoles en cuanto a descargas, los datos recogidos por Ocio Networks resultan razonablemente alentadores. Según la encuesta, un 47,8 por ciento de los usuarios descarga música como paso previo a adquirirla legalmente; un hábito que para el consumo cinematográfico se eleva hasta el 56 por ciento, que representa a quienes bajan pelí­culas pero van regularmente a las salas de exhibición. De acuerdo a esto, para un 62,8 por ciento de los encuestados, el consumo de música de pago mediante descarga no entra dentro de sus hábitos. El segmento de jóvenes menores de 20 años es el que más acusa esta negativa.

Mención a parte merece el abono por el consumo de contenidos televisivos en Internet. El pago por un producto que habitualmente se tiene gratis provoca el rechazo de un 77 por ciento de los encuestados, aunque un 25 por ciento de los usuarios de redes sociales, como Facebook, podrí­a considerar esta posibilidad en función de los contenidos ofertados.

Ví­a: Ocio Networks / Imagen: El Economista

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