Si estás experimentando problemas con tu red WiFi, lo que aquí te cuente te interesa mucho. En los siguientes apartados, analizo algunas de las soluciones más efectivas para mejorar la velocidad del WiFi. Todos los trucos que te explico, de forma individual o en conjunto, te ayudarán a maximizar las capacidades de tu red inalámbrica.
Obviamente, a veces hay factores externos que podían provocar que la tasa de transferencia de tu red WiFi sea baja. De ellos también te hablo en esta guía, explicándote qué acciones son las más recomendadas en tales circunstancias. Sea como fuere, lo que necesitas para mejorar el rendimiento de tu conexión lo vas a encontrar aquí.
Sitúa correctamente el router para mejorar la señal
Empecemos hablando de la posición del router. El lugar dónde instales este dispositivo influye en gran medida en la velocidad que luego serás capaz de obtener en tu red inalámbrica. Si nos centramos en esta cuestión, hay algunos trucos que debes tener en cuenta, todos ellos muy similares a los que ya mencionaba mi compañero Nacho al hablar sobre los routers TP-Link.
- Evita los obstáculos. Reduce el número de paredes o muebles que hay entre el router y tus dispositivos.
- Pon el router en alto. Siempre que sea posible, pon el router en alto para mejorar la cobertura del WiFi en todas las estancias.
- Mueve las antenas. No hay una posición óptima para todos los casos. Lo mejor es que vayas probando diferentes posiciones para las antenas hasta que encuentres la que mejores resultados da.
- Pon el router en el centro de la vivienda. Así tendrás cobertura en un mayor número de espacios.
- Aleja el router de otros aparatos. En la medida de lo posible, es interesante que el router esté lejos de otros aparatos, como los electrodomésticos.
Reduce el número de dispositivos conectados
Si eres de aquellos a los que les encanta tener un montón de luces inteligentes, altavoces y otros aparatos conectados al WiFi, reducir el número de ellos te ayudará a mejorar el rendimiento de la red. En el caso de que todos los dispositivos sean indispensables para ti, lo ideal es que cambies el router por uno más capaz, que cuente con un mayor número de conexiones admitidas.
Cambia el canal de la red WiFi
Cambiar el canal de la red WiFi te ayudará a mejorar el rendimiento. ¿Por qué? Si vives en un bloque de apartamentos o en una zona con mucha densidad de redes, lo normal es que los canales estén muy saturados. Piensa en que cada canal es como el carril de una autopista.
Imagina que vas conduciendo y todos los coches circulan por el mismo carril. En el momento en el que se forma un atasco, te das cuenta que uno de los carriles no está siendo utilizado por nadie. Si te cambias a él, llegarás más rápido a tu destino. Esta situación utópica (lo normal es que todos los carriles de una autopista estén saturados) nos enseña una lección: si eliges el canal menos saturado, tu WiFi irá más rápido.
Para cambiar el canal de la red WiFi tendrás que entrar en el panel de configuración del router a través de la IP 192.168.1.1. Luego, acceso a la configuración de la red inalámbrica y busca el apartado Channels. Puedes utilizar una app como WiFi Analyzer para ver cuáles son los canales menos saturados.
Conéctate a la banda 2.4 GHz
¿Pero no es mejor la banda 5 GHz? Si estás cerca del router, optar por la red 5G (como la suelen denominar las operadoras) es la opción correcta. Sin embargo, esta banda rinde peor cuando te alejas mucho del router. Así que, si no tienes forma de acercarte más, una buena forma de elevar la tasa de transferencia es optar por la banda 2.4 GHz.
Apuesta por las redes de malla
Apostar por las redes mesh o de malla es una buena idea cuando el espacio que debes cubrir es muy amplio. En ocasiones, incluso situando el router de forma estratégica, es imposible obtener mejores resultados. Cuando se da esa circunstancia, una red de malla ayuda a expandir de forma sencilla la red inalámbrica.
¿Y cómo funciona? Básicamente, la expansión se logra agregando nodos a la red WiFi. El primero de ellos va conectado a tu router y se encarga de emitir la red. De hecho, es recomendable apagar el WiFi del router para delegar esta tarea en el primer nodo mesh. Luego, solo hay que agregar más y más nodos hasta crear una malla invisible por todo el espacio.
Cada nodo se interconecta con el resto, enviando una señal inalámbrica fuerte y fiable. Lo mejor de todo es que la red WiFi es la misma en todos los espacios. Cuenta con el mismo nombre (SSID) y la misma contraseña. Y si tus necesidades cambian, puedes retirar o agregar nodos cuando quieras.
Descarta otros problemas de software
¿Es posible que hayas dado por sentado que la red WiFi es la causante de la baja velocidad? No te preocupes, es bastante lógico echarle la culpa al router, en vez de revisar algunas configuraciones del dispositivo que estás usando. Aquí tienes una lista de tareas que deberías completar antes de llegar a la conclusión de que el WiFi va lento:
- Prueba otras aplicaciones. Si el navegador va lento de forma exclusiva, es posible que haya alguna configuración errónea aplicada solamente en él. En este sentido, te recomiendo que eches un vistazo a la guía que preparé hace tiempo para cuando Chrome va lento.
- Prueba otros dispositivos. Si tu ordenador va lento al conectarse al WiFi, pero el móvil, desde el mismo lugar, funciona a las mil maravillas, entonces es evidente que hay un problema con el PC. Obviamente, también puede suceder al revés. Comprueba cosas como las DNS implementadas o si hay alguna aplicación que se ejecuta en segundo plano y que acapara la red.
- Optimiza tu sistema operativo. Ya puedes tener la conexión WiFi más rápida del mundo que, si tu sistema operativo no es capaz de ejecutarse con soltura, la experiencia va a ser nefasta. Echa un vistazo a la guía que te adjunto justo debajo.
Utiliza un repetidor para mejorar la señal
Con el fin de ampliar la señal de tu red WiFi, siempre tienes la opción de adquirir un repetidor. Aunque se parecen, estos dispositivos tienen un funcionamiento distinto a las redes mesh o de malla. En realidad, lo que hace el repetidor es crear una nueva red que aprovecha la conexión a Internet de la red inalámbrica primaria.
Nótese que algunos dispositivos Android y los ordenadores con Windows 11 son capaces de ejercer como repetidores. Así que no vas a tener que comprar ningún dispositivo nuevo, siempre y cuando puedas usar un PC o móvil que tengas en casa.
Finalmente, no te olvides de una última posibilidad: conectar un router a otro router para extender la red WiFi. Esto te permitirá acercar la señal de Internet al lugar que más te convenga de la vivienda, creando una red WiFi con mejor cobertura. Claro, vas a necesitar adquirir un cable Ethernet lo suficientemente largo como para poder conectar ambos enrutadores.
Comprueba que no haya problemas con la operadora
¡Ojo! Tu operadora tiene mucho que decir en todo esto. Para descartar que el problema es de la red, mi recomendación es que pruebes el WiFi desde diferentes lugares y con distintos dispositivos. Así sabrás a ciencia cierta si el problema está en un equipo o en toda la red.
Si el problema se ha extendido por toda la red, hay posibilidades de que tu operadora esté experimentando problemas. Revisa que los cables estén bien conectados y, una vez hayas descartado los fallos físicos en tu instalación, ponte en contacto con la compañía. No te olvides de que un error de la operadora no siempre implica quedarse sin WiFi, sino también que la conexión sea lenta.
Reinicia el router
¿Reiniciar el router funciona? Pues como informático lo tengo muy claro: en la mayoría de los casos esta acción tan simple ayuda mucho. Piensa que el enrutador es como un ordenador. Tiene hardware y software (sí, tu router también cuenta con un sistema operativo). Cuando lo apagas y lo vuelves a encender, obligas al dispositivo a recargar la mayoría de los datos y ficheros.
El rendimiento general del router mejorará cuando se termine de completar el reinicio. Además, al poner fin a la conexión inalámbrica, se detienen todas las transferencias. En la mayoría de los casos, estas transferencias no se retoman cuando el router vuelve a estar operativo. Teniendo todo esto en cuenta, es evidente que reiniciar el router tiene un efecto positivo en la velocidad del WiFi.
Configura un servidor DNS más rápido
Configurar un DNS alternativo en tu equipo puede ayudarte a mejorar el rendimiento de la red, independientemente de si te conectas por WiFi o por cable Ethernet. No voy a ponerme muy técnico, pero te interesa saber que el servidor DNS es el que se encarga de encontrar el equivalente entre los nombres de dominio (por ejemplo, tuexperto.com) y las direcciones IP asociadas (por ejemplo, 104.26.4.92). Si este proceso se completa de forma muy rápida, la sensación que tendrás al navegar es de que el rendimiento de la red es superior.
Por otro lado, un servidor DNS también te puede ayudar a reducir los elementos molestos de Internet. De hecho, yo mismo la suelo utilizar para bloquear rastreadores y publicidad. Esto también tiene un impacto positivo en la velocidad de navegación.
Desconecta la VPN que estás utilizando
Hay VPN que son rápidas y otras que no lo son tanto. Si quieres disfrutar de la máxima velocidad, lo mejor es que desactives la VPN en tu ordenador o móvil, especialmente si es una gratuita que limita la tasa de transferencia. Además, ten en cuenta que no siempre te hace falta disponer de una red virtual privada en tu equipo.
Verifica el estado físico del router
Finalmente, el último truco o recomendación que pongo sobre la mesa es este: revisa la integridad física del router. Si está situado en una zona donde le da mucho el sol, quizá se esté calentando más de la cuenta. También es importante que revises las conexiones físicas y que evites otras cosas, como que el dispositivo sea golpeado con frecuencia o corra el riesgo de caerse al suelo. Cuanto mejor sea el estado físico del router, mayor será la velocidad teórica que alcance el WiFi.
