Las VPN se han vuelto tremendamente populares. Yo mismo te recomendé algunas de las mejores redes virtuales privadas en el pasado. Sin embargo, ¿necesitas realmente contratar un servicio de estas características? ¿Y si te decantas por una opción gratuita? Como informático, hay algunas cosas que tengo que explicarte al respecto.
Aunque es verdad que el enfoque que plantea una VPN es aprovechable en algunas circunstancias, hay casos en los que pagar por un servicio de estas características no es tan recomendable. A continuación, te explico algunas circunstancias en las que es útil disponer de un servicio como este y otras en las que no tanto.
Cuando sí que merece la pena contratar una VPN
Empecemos hablando de los casos en los que sí que es interesante contratar una VPN. En cada uno te expongo mi opinión (si tienes otra, me encantaría leerte en los comentarios) y te doy algunos consejos para elegir bien.
Si viajas a otros países
Cuando sueles viajar a otros países, contar con una VPN puede ser hasta necesario. En función del territorio al que vayas, es posible que algunos de tus servicios favoritos no funcionen. Eso pasa en zonas donde la censura es elevada, como China o Rusia. Pero también sucede simplemente por restricciones geográficas impuestas por otros motivos.
Una VPN te permite conectarte desde cualquier parte del mundo como si lo hicieras desde tu país. De esta manera, si no puedes acceder a algún servicio de ‘streaming’ o a alguna página oficial de tu país, la red virtual privada puede ser una buena solución.
¡No te olvides! Aunque es frecuente, no todas las VPN tienen la opción de cambiar el país de la conexión. Y si disponen de esta funcionalidad, quizá tu país no esté en la lista de los disponibles. Revisa eso antes de escoger una opción.
Si necesitas acceder a contenido bloqueado
Muy en la línea de lo anterior, otra razón de peso es que necesites acceder a contenido bloqueado, ya sea por tu propio país o por otro tipo de restricciones. De hecho, no todo tiene que ver con la censura. En realidad, hay servicios de ‘streaming’ que no están disponibles en todos los países.
En casos en los que te encuentras con un bloqueo, sea por el motivo que sea, la VPN se postula como la solución más interesante. Como en el caso anterior, si estás buscando esta prestación, primero debes asegurarte de que la VPN elegida la ofrece. De lo contrario, te habrás suscrito para nada.
Si te conectas a redes públicas
¿Eres un asiduo de las redes públicas? Igual ahora ya no las utilizas tanto porque tienes una tarifa ilimitada en el móvil. Sin embargo, hay quienes se ven obligados a entrar en ciertas redes WiFi abiertas a todo el mundo. ¿Y cuál es el problema?
Cuando te conectas a una red inalámbrica pública, cualquier usuario que también haya accedido a ella, va a poder conocer qué estás haciendo. Esta situación podría ser aprovechada por un ciberdelincuente para robarte información comprometida. Hasta podría acceder a tu ordenador y extraer datos desde el equipo.
Si sueles conectarte a las redes abiertas que hay en cafeterías, aeropuertos, hoteles u otros espacios similares, contar con una VPN es una excelente idea. Recuerda que la red virtual es como un tubo por el cual viajan tus datos. Por eso, incluso cuando están transitando por una red pública, están ocultos al resto de los usuarios.
Si buscas mejorar tu privacidad
Si estás buscando mejorar tu privacidad, contratar una VPN es una idea acertada. Como son redes privadas, tienen la capacidad de encriptar el tráfico de datos y hasta bloquear los rastreadores que hay en los sitios web.
No obstante, es importante tener en cuenta algunos factores con lo que respecta a la privacidad y las VPN. Es cierto que pueden ayudar, pero no siempre son la mejor opción. Sigue leyendo, porque en el siguiente apartado le doy la vuelta a la tortilla.
Cuándo no merece la pena una VPN
Echemos un vistazo a la cara oculta de la luna. Las VPN no siempre son tan recomendables como las principales compañías nos hacen creer en su publicidad. Ya has visto que tienen utilidades importantes, pero según los objetivos que te hayas planteado, es posible que pagar por una sea tirar el dinero. Y usarlas gratis, todavía peor.
Cuando lo que quieres es mejorar tu privacidad
No, no me he equivocado. Este punto se repite en ambos apartados por un motivo. Y es que las VPN te pueden proteger de los rastreadores, de los potenciales atacantes de una red WiFi pública y hasta de tu operador. Sin embargo, ¿qué hay de la empresa que te proporciona el servicio? ¿De verdad es confiable?
Si no se están aplicando las medidas oportunas, como una política de conocimiento cero, la VPN puede ser empleada para espiarte. Esto es habitual, sobre todo, en aquellas que son completamente gratuitas. Sí, aunque la mayoría de los entes que participan en la conexión dejan de ver tu tráfico, la compañía que hay detrás de la VPN podría rastrearte.
¿Cómo elegir bien? Aunque hay buenas VPN gratuitas, es muy importante conocer quién está detrás, cuál es su modelo de negocio y qué técnicas de seguridad aplica a la conexión. Elige sólo aquellas VPN que puedan demostrar que no rastrean a sus usuarios.
Cuando sueles navegar desde casa
Si siempre te conectas desde casa, considero que contratar una VPN no debería ser una prioridad. Cuando tu principal objetivo es protegerte de los rastreadores, lo único que debes hacer es escoger un navegador más privado, como Brave o Firefox.
Además, recuerda que la privacidad también se gana al usar servicios que la promueven, como Proton Mail en vez de Gmail u Organic Maps en vez de Google Maps. El único fleco suelto será tu operadora, pero si terminas escogiendo una VPN que, potencialmente puede espiarte, tampoco estás ganando nada.
Cuando buscas la mayor velocidad posible
Otro punto importante que debes tener en cuenta es que la velocidad de transferencia, especialmente con VPN gratuitas, se ve penalizada. Si quieres sacarle el máximo partido a tu conexión, sobre todo cuando ves contenido por Internet o juegas ‘online’, lo mejor es que desconectes cualquier conexión.
Cuando quieres mejorar tu seguridad online
Finalmente, un apunte importante. A pesar de que algunas VPN prometen protegerte del ‘malware’ y de los sitios web peligrosos, lo cierto es que no son infalibles. Puede que bloqueen algunos portales maliciosos, pero es poco probable que eviten que abras un archivo peligroso que te ha llegado por correo o que proporciones tus datos en un ataque de ‘phishing’. Este es el consejo que les doy a mis amigos: el mejor antivirus eres tú. Las VPN, en este caso, no son útiles.