La fiebre de las criptomonedas y los NFT parecía haberse convertido en un recuerdo lejano, algo del pasado que había quedado reducido a la pregunta ‘¿Qué fue de…?’, pero eso no implica que hayan desaparecido. Mientras las autoridades buscan cómo implantar este tipo de divisas digitales de una forma regulada (el yuan, el dólar o el euro ya tienen o tendrán pronto sus equivalentes digitales), aún aparecen en los titulares fraudes como la historia del robo de 16 billones de criptomonedas Pepe que está a la altura del meme en el que se basa. Los charlatanes, también rebautizados como ‘criptobros’ y las monedas meme siguen existiendo, aunque hacen mucho menos ruido que en aquellos meses en los que el valor del bitcoin se disparó hasta casi los 60.000 euros y todos prometían que esa era nuestra vía más directa para llegar “a la luna”.
La estafa de Pepe, una de las últimas criptomonedas meme que ha surgido al calor de los memes de Internet, ha consistido en que tres de los cuatro responsables de su lanzamiento decidieron robar 16 billones de ‘tokens’ Pepe de la cartera multifirma que tenían esos mismos creadores para revenderlos en casas de intercambio. Traducido a nuestra moneda, este golpe ha supuesto un robo de 13,88 millones de euros, suponiendo el 4% del total de unidades de Pepe generadas.
El miembro restante del equipo detrás de la criptomoneda Pepe y, por lo tanto, único portavoz tras el robo, aseguró que este robo se produjo por “los grandes egos y la avaricia” de sus tres excompañeros. Los ciberdelincuentes accedieron con sus credenciales a la cartera multifirma sin su conocimiento y robaron los 16 billones de ‘tokens’ para revenderlos después y embolsarse el dinero. Después eliminaron toda su huella digital tanto de la cartera multifirma como de las redes sociales para evitar ser rastreados. El valor de Pepe, que tras su lanzamiento en abril llegó a una valoración máxima de más de 1.300 millones de euros, se ha devaluado en más de un 30%.
El meme de la rana Pepe, origen y reapropiación polémica
Esta historia exprés de auge, caída y traiciones de la criptomoneda Pepe pone de manifiesto dos cosas: las divisas digitales basadas en meme, como el Dogecoin promovido por Elon Musk, son activos de inversión muy volátiles y arriesgados, sin ninguna utilidad ni valor real tras ellos más allá de formar parte precisamente de eso, de un meme. En segundo lugar, lo ocurrido con esta criptomoneda deja traslucir muchas de las características que han definido al meme de Pepe The Frog (la rana Pepe, en español).
El origen de Pepe The Frog está en el cómic ‘Boy’s club’ del dibujante estadounidense Matt Furie. Esta rana con forma humana dio el salto a Internet en 2005, apareciendo en las redes sociales de moda en aquel momento, como MySpace, con el mensaje ‘Feels good, man’ (se siente bien). En un principio fue un meme inocuo e inofensivo, pero con el paso del tiempo su uso en foros como 4chan se fue retorciendo, hasta convertirse en un símbolo para internautas de extrema derecha.
Aunque Pepe The Frog ha sido y sigue siendo utilizado como meme por famosos de todo pelaje e ‘influencers’ sin ningún tipo de finalidad política, su apropiación por grupos que la utilizaban para difundir mensajes de odio o racistas ha terminado ganando la partida. Por mucho que Furie defendiera que su personaje no era más que una rana hippie bobalicona, los pozos más oscuros de Internet la habían resignificado, haciendo incluso que su creador tuviera que matar al personaje en el cómic. Al igual que sucedió con el meme, la criptomoneda Pepe también ha tenido un destino tan inesperado como indeseado, al menos por uno de sus responsables, el que no se esperaba ser traicionado por sus compañeros de aventura.
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