La aventura marciana está cada vez más cerca. El incombustible Elon Musk no ceja en su empeño de llevarnos al planeta rojo y que formemos allí una colonia. Quizás prevé un futuro apocalíptico en el que los humanos tendremos que emigrara de La Tierra porque nos la hemos cargado. O quizás sólo se deje llevar por el espíritu aventurero y explorador de los grandes conquistadores; o a lo mejor es que le sobra dinero y ya está. Todo esto quiere hacerlo antes de lo que crees: en 2024.
En los últimos años, estamos más que acostumbrados a oír hablar de la conquista del planeta vecino. Incluso hemos visto imágenes en alta definición gracias a la misión espacial Curiosity. Los avances están siendo gigantescos en un corto espacio de tiempo, por lo que parece que el plan de Elon no es tan descabellado.
Mientras que ésto llega, Space X hace dinero con concesiones públicas de la NASA y poniendo a prueba su tecnología, a base de ensayo y error.
La explosión de Space X
Literal y figurada. En abril del año pasado, la empresa norteamericana de transporte aeroespacial consiguió un hito en la historia, algo asombroso que podría ahorrar miles de millones en la conquista del espacio. Hizo aterrizar un cohete de manera vertical sobre una plataforma en mitad del Atlántico. Puso en órbita -nunca mejor dicho- el concepto de cohete reutilizable. Un Falcon 9 que transportaba la cápsula Dragon, tras dejar ésta en el espacio, volvió a casa sano y salvo -era su cuarto intento, todo hay que decirlo-. Aunque unos meses antes, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, consiguió algo parecido pero en una plataforma terrestre. Estos millonarios excéntricos siempre midiéndose los cohetes.
En septiembre de 2016, un Falcon 9 explotó en la plataforma de lanzamiento. Un hecho que ponía en duda la viabiliadad de la empresa privada. En el percance se estima que se perdieron unos 260 millones de Dólares. Así como el trabajo de la empresa SpaceCommunication con el satélite Amos-6: un proyecto de Facebook para llevar internet a algunas partes de ífrica. El incidente está rodeado de cierta polémica, ya que en las imágenes se puede ver un objeto -posiblemente un pájaro- cruzar el plano justo antes de la explosión. Habrá quien diga que fue un dron de Amazon vengando a su amo.
Vuelta a empezar
El 14 de enero, Space X lavaba su imagen demostrando que sus cohetes son seguros y fiables. En la base aérea de Vandenberg, California, un Falcon 9 despegaba con éxito para transportar 10 satélites comerciales para la empresa Iridium, promotora de los famosos teléfonos satelitarios. Éstos satélites proveeran de cobertura de voz y datos a dichos dispositivos, en partes del mundo en los que no hay conexión: zonas de alta montaña y en travesías marítimas.
Habrá que estar muy atentos a los progresos de esta empresa. Y sobre todo, a los nuevos ricos que cada vez invierten más dinero en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.