Samsung ha anunciado sus resultados económicos correspondientes al último trimestre del año. Entre octubre y diciembre de 2014, la surcoreana registró un beneficio neto de 4.360 millones de euros, lo que supone una caída interanual del 26,95%. Según los datos reportados, su beneficio operativo se contrajo un 36,4% en comparación al mismo trimestre del año anterior hasta 4.310 millones de euros.
En lo que respecta a las ventas, Samsung ha registrado una caída del 11% en términos interanuales. La división de telefonía móvil de la compañía, que acumula aproximadamente la mitad de las ventas totales, redujo éstas un 23,1% hasta 20.370 millones de euros. Se puede decir, que en todo el 2014 la firma surcoreana ha reducido su beneficio neto en comparación al año anterior un 23,2% hasta los 19.050 millones de euros. Para los expertos, esta situación y estos datos son preocupantes y culpan de ellos a la acogida menos exitosa de lo esperada que ha tenido su actual buque insignia, el Galaxy S5.
Por otro lado, también le estaría afectando la fuerte repercusión de compañías más jóvenes como Xiaomi o Meizu, que lanzan al mercado terminales de alta gama a precios muy económicos. Sin ir más lejos, Xiaomi acaba de presentar dos nuevos terminales que pueden hacerle mucho daño a sus rivales principales. Hablamos de los Mi Note y Mi Note pro. El Mi Note está causando tanta expectación, que ayer mismo, cuando salió a la venta, agotó existencias en solo tres minutos. Aunque la compañía no ha dicho cuántos teléfonos ha vendido exactamente, se sabe que desde que presentó el terminal en sociedad habría recibido unos 220 millones de reservas.
Por su parte Meizu acaba de anunciar el M1, un dispositivo a un precio de sólo 100 euros y características bastante llamativas. Entre ellas, cámara trasera de 13 megapíxeles, una pantalla de 5 pulgadas de resolución HD, o un procesador quad-core a 1,5 Ghz, compatible con tecnología 64 bits y capaz de superar los 30.000 puntos en AnTuTu. Ante este panorama, Samsung no lo tiene demasiado fácil, pero no se va a dar por vencida. La expectación es máxima porque en pocas semanas presentará su nuevo buque insignia. El Galaxy S6 debe de dar la talla, no le queda otra, y a juzgar por sus posibles especificaciones lo hará. Por el momento, desconocemos si llegará con un Qualcomm o un Exynos (o con los dos). Este dato lo sabremos con mayor seguridad el día 2 de marzo en el Mobile World Congress.
Lo que si parece casi seguro, es que el nuevo dispositivo contaría con una pantalla de 5,5 pulgadas y resolución QHD, más grande y nítida que la del modelo actual. También podría aumentar la resolución de su cámara trasera a 20 megapíxeles y hasta 5 megapíxeles para la delantera. Gracias a la filtración de un prototipo, hemos conocido que su diseño cambiaría con respecto al de su antecesor. Según vemos, contaría con unas líneas mucho más refinadas y estilizadas. No se aprecia demasiado bien, pero parece contar con un marco de metal y carcasa trasera de plástico.El esfuerzo de Samsung por seguir adelante parece más que evidente. No es de extrañar que quiera dejarlo todo perfecto para el día de la puesta de largo de su nuevo Galaxy.