La concepción actual que tenemos de las redes sociales como lugares tóxicos y ecosistemas perfectos para la desinformación no siempre se corresponden con la realidad, ya que en ellas también hay espacio para la bondad y la colaboración ciudadana. Facebook, TikTok e incluso Twitter, por irónico que parezca, pueden ayudar a combatir injusticias, como se ha demostrado con el tuit viral de Soy Camarero que muestra el poder (para bien) que pueden tener las redes sociales.
Soy Camarero es una de las cuentas con mayor impacto del momento en Twitter sin necesidad de pagar por Twitter Blue. Creada en 2016, este perfil sirve como escaparate para denunciar las condiciones de trabajo que tienen que afrontar miles de camareros en España, ya que muchas veces se ven obligados por los dueños de los establecimientos y su propia necesidad a aceptar ofertas que están muy lejos de suponer un empleo digno.
La exposición de dichas ofertas sirve para generar conciencia y un alto grado de indignación al comprobarse cómo son tratados los camareros a lo largo y ancho del país. La gravedad de lo que en esta cuenta se denuncia ha hecho también que su popularidad y alcance crezcan, ya que en Twitter supera los 120.000 seguidores, mientras que en TikTok, donde la cuenta lleva activa menos tiempo, también va ya por encima de los 20.000 y está en franca progresión. Eso hace que sus publicaciones tengan cada vez un mayor impacto, tal como ha sucedido en las últimas horas.
El lunes 4 de septiembre, Soy Camarero publicó en sus redes sociales una denuncia más de un camarero que preguntaba por el pago de sus dos últimas nóminas. En las capturas de conversación de WhatsApp que aportaba, se ve cómo el empresario del bar en el que trabaja no sólo le niega el derecho a percibir dichas nóminas, sino que además se dirige a él con un tono ofensivo y amenazante. La gravedad de la conversación hizo que rápidamente se volviera en un fenómeno viral, y Jesús, el creador de la cuenta, no sólo le dio visibilidad a su situación, sino que también se ofreció por privado para ayudar al camarero.
Sólo una hora después, Soy Camarero volvió a publicar en redes sociales, esta vez para compartir un e-mail que le envió el afectado por las repercusiones tras publicar la conversación que mantuvo con su jefe, que curiosamente era seguidor del canal de TikTok. Los familiares del responsable del establecimiento acudieron al bar de inmediato a pedirle explicaciones por su comportamiento, al tiempo que le garantizaron al camarero que recibiría un sueldo con mejores condiciones.
El fenómeno de Soy Camarero demuestra que, bien entendidas y bien usadas, las redes sociales siguen siendo un instrumento con el que se puede mejorar la sociedad. En este caso, la especialización de esta cuenta se basa en defender y exponer el complejo día a día de aquellos que se dedican al oficio de camarero, que además de tener que lidiar con condiciones laborales mejorables en la gran mayoría de los casos, también están expuestos al comportamiento de los clientes, que también suele estar plagado de faltas de respeto flagrantes.
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