TCL es una marca que se está implicando cada vez más en lanzar dispositivos para el mercado de móviles Android. En su proceso de completar el catálogo, está acaparando la gama media y baja con modelos económicos. Y es que no todo el mundo tiene la posibilidad o la prioridad de gastarse mil euros en un móvil nuevo, buscando una alternativa más barata. Prueba de ello es el TCL 30 SE, el cual lo he estado probando durante dos semanas.
Una prueba que me ha servido para ver los puntos fuertes y los puntos débiles de este terminal, llamado a ser una solución accesible para aquellos usuarios que hagan un uso del móvil básico. ¿En qué mejora este modelo las prestaciones del TCL 20 SE? Te explico mis impresiones probando durante dos semanas este móvil, que tiene un precio oficial de 150 euros.
TCL 30 SE, ficha técnica
| TCL 30 SE | |
|---|---|
| PANTALLA | Pantalla IPS LCD de 6,52 pulgadas resolución HD+ (1.600 x 720 píxeles), ratio 20:9, 450 nits, 269 ppp. |
| PROCESADOR | MediaTek Helio G25 IMG PowerVR GE8320 |
| RAM | 3/4 GB |
| ALMACENAMIENTO | 32/64/128 GB MicroSD hasta 512 GB |
| CÁMARA FRONTAL | 8 megapíxeles |
| CÁMARA TRASERA | Principal: 50 megapíxeles Macro: 2 megapíxeles Bokeh: 2 megapíxeles |
| BATERÍA | 5.000 mAh y carga rápida de 15 W |
| SISTEMA OPERATIVO | Android 12 + TCL UI |
| CONECTIVIDAD | Dual SIM, 4G/LTE, WiFi, Bluetooth 5.0, NFC, USB tipo C 2.0, jack 3,5 mm |
| OTROS | Lector de huellas trasero Radio FM |
| DIMENSIONES Y PESO | 165.2 x 75.5 x 8.9 mm |
| PRECIO | 150 euros |
Por lo general, es un terminal con especificaciones lógicas dentro de la gama media o baja, aunque hay un par de puntos que se pueden mejorar. No obstante, antes de tratarlos más en profundidad, voy a tener siempre en cuenta el rango de precio en el que se mueve este TCL 30 SE, una opción recién lanzada en 2022 que es bastante económica.
Un apartado estético que funciona
Metiéndome un poco más en materia, lo primero que entra por los ojos al abrir la caja es la estética del móvil. También es importante el interior, pero la primera impresión es vital. Al cogerlo por primera vez, se nota que el móvil es cómodo en la mano, aunque los materiales no son los más premium del mercado. El marco del terminal es plástico con un acabado mate, mientras que el plástico de la parte trasera es brillante para dar ese reflejo que da el cristal.
Es un formato que funciona y que no desagrada en absoluto, a pesar de que se resbale un poco de la mano por ese acabado liso de la parte trasera. El módulo de la cámara es el que ya hay en otros modelos de TCL, con una posición vertical de los tres sensores y ubicado en la esquina superior izquierda, con un pequeño saliente de la superficie. Un móvil que estéticamente es vistoso a la vez que extendido en muchos móviles económicos.
En la parte de atrás también se encuentra el sensor de huellas dactilares, en un formato redondo y bastante discreto. Personalmente, es algo que no me termina de convencer por el tamaño del dispositivo, además de que prefiero el lector en la parte delantera o en el lateral, junto con el botón de encendido. Tampoco es el más intuitivo, porque no es fácil de encontrarlo sin tener que mirar, aparte de que no es el lector de huella más rápido del mundo. Funciona sin más, así que no te vas a llevar sorpresas.
En el marco superior está el jack de 3,5 milímetros, por lo que TCL no da todavía por muertos a los auriculares con cable. En el marco inferior tiene el altavoz y la entrada USB-C, mientras que los botones de encendido y para controlar el volumen están en el canto derecho, dejando el izquierdo únicamente para la bandeja SIM. El grosor de los marcos frontales están bastante conseguidos, con un 82% de ratio que deja un panel bien aprovechado.
Una pantalla más que correcta
Centrándome más en la parte delantera, este TCL cuenta con una pantalla de 6,5 pulgadas, de resolución HD+ y panel IPS, algo bastante estandarizado en las pantallas más económicas. Conserva la tecnología NXTVISION que tienen otros modelos superiores de la marca, y que permite mejorar la precisión del color, contraste o nitidez a través de inteligencia artificial, con un análisis en tiempo real para analizar el contenido que estamos viendo.
Aunque en resolución se queda algo justo, lo cierto es que la calidad de la imagen es decente. No he tenido una definición de excelencia en la pantalla, pero la interpretación de los colores es bastante acertada, con tonos muy vivos. Además, la pantalla de grandes dimensiones evita problemas de espacio para ver la imagen, gracias a los estrechos marcos y al notch tipo gota con la cámara frontal.
El nivel de brillo no está mal, por lo que TCL cumple en parte su promesa de que se puede ver la pantalla sin muchos problemas bajo la luz directa del sol. Con sus 450 nits de brillo, no he tenido muchos problemas para ver la pantalla bajo la luz directa del sol, aunque no sale bien parado cuando lo he comparado con otros terminales. Puede que la pantalla tenga dificultades para mostrar un vídeo o una imagen con tonos oscuros en un día muy soleado, pero no es algo determinante.
Incluye Android 12, aunque TCL UI tiene margen de mejora
La interfaz del sistema operativo es clave en este tipo de móviles para que sean sencillos de manejar en un público básico o poco exigente. El terminal cuenta con la buena noticia de incluir Android 12 bajo su capa TCL UI, que añade unos retoques estéticos a la capa base de Google. Lo cierto es que se parece bastante a Android puro, con un box de aplicaciones más completo, en el que clasifica cada app en función de su género. Los iconos de las aplicaciones también cambian ligeramente en lo estético, al igual que el panel de notificaciones. Eso sí, la eficiencia no es lo suyo, ya que consume bastante memoria RAM para el manejo de las aplicaciones.
Como toda capa, TCL UI cuenta con opciones propias que la diferencian del resto, como la Barra Edge para tener accesos rápidos o la función Smart Apps, para sugerir las mejores aplicaciones al conectar unos auriculares. Un consejo que te doy es que desactives las actualizaciones automáticas del sistema, porque de lo contrario el móvil se va a reiniciar cada dos por tres. Es algo que viene por defecto y que lo hace sin avisar, así que no dudé en desactivarlo desde Ajustes y en Acerca del teléfono.
Un rendimiento suficiente con un procesador de 2020
Este es el primer punto caliente del TCL 30 SE, donde hay que contextualizar el rendimiento del dispositivo con su precio. Aunque no sea demasiado exigente, sí que pido en un móvil de casi 200 euros un mínimo de soltura para desenvolverse con las apps de mensajería, redes sociales y contenido multimedia. Este terminal cuenta con un procesador MediaTek Helio G25 y 4 GB de RAM, acompañado de 128 GB de almacenamiento ampliables.
Aquí se me escapa algo, porque es un móvil lanzado en 2022 que monta un chip de 2020. No es la primera vez que esto se ve en Android, con la diferencia de que se trataban de procesadores top y que se incluían en modelos más económicos de generaciones posteriores. Este no es el caso, puesto el Helio G25 ya nació para los móviles de gama baja, prometiendo ser un procesador gaming y económico.
Dejando a un lado promesas pasadas, lo que manda es la actualidad. Sorprende que no se haya montado un chip más reciente como sí pasa en otros modelos de la marca, por ejemplo el TCL 30V 5G, que incluye el Snapdragon 480 5G. Un procesador de finales de 2021, algo más adecuado y más potente para un terminal de gama media o baja. En definitiva, no toca sacar en 2022 un móvil con un procesador así.
Con la esperanza de que esto solo fuera un espejismo, le hice una prueba de benchmark para compararlos con otros terminales de la competencia. El resultado habla por sí mismo, con una puntuación de 848 en la prueba de todos los núcleos del procesador trabajando. Aunque no es una cifra flagrante, está muy por debajo de terminales como el Realme 8 5G, el Redmi 10 o incluso un Redmi Note 7, que fue lanzado en 2019. Todos ellos son móviles que también pertenecen a la gama media o de entrada, con un precio prácticamente idéntico al del TCL 30 SE.
De los datos pasé a lo más práctico, que es usarlo en el día a día, pero la sensación sigue siendo de que va muy justo de potencia. Este hecho es muy significativo por el procesador que monta, que no hace más que evidenciar la ausencia de un chip más actualizado, a pesar de que su antecesor ya sufría estos problemas. Los tiempos de carga no son rápidos y no hay una transición entre los menús fluida. Siempre hay unos segundos en los que se para todo y tengo que esperar para que la pantalla cargue por completo. Los retardos al abrir y cerrar apps son constantes, pero no hay cierres inesperados ni problemas de funcionamiento.
Eso en cuanto a manejarse con apps cotidianas como Instagram, Chrome o YouTube. En juegos, el comportamiento es algo más normal, en parte porque cuenta con el Modo gaming que ayuda a potenciar el rendimiento a la hora de jugar. En títulos más livianos se comporta bien, sin tirones ni retardos en la respuesta de la pantalla. La cosa se complica en juegos más exigentes, donde la tasa de FPS disminuye y la fluidez se pierde, pero es lógico teniendo en cuenta el precio de 150 euros que tiene en el mercado.
La batería sí que es una buena noticia
También tiene cosas positivas, como su batería de larga duración. Cuenta con una capacidad de 5.000 mAh que ya parecen ser más que suficientes desde el principio, aunque la autonomía mejora con todo el hardware que tiene alrededor. A pesar de tener una carga rápida menor que el TCL 20 SE, el apartado de la batería sigue siendo uno de los pilares más importantes de esta gama.
Lo que también ayuda en este terminal es el procesador de bajo consumo, con una potencia que no requiere de mucha energía. Además, la pantalla es otra parte que interfiere en el mayor o menor desgaste de la batería, ya que tiene un uso diario y constante. Como en este caso, si la resolución es bastante limitada, no va a exigir demasiado en cuanto a consumo. En definitiva, con un uso normal en redes sociales y en contenido multimedia, me ha dado prácticamente 3 días completos con un uso normal.
Solo hay un altavoz para la salida de audio, y eso tiene sus consecuencias
En cuanto al sonido, tampoco me he encontrado la excelencia presente en este terminal. Si bien es cierto que el audio no es malo, es imposible mejorar lo de la generación anterior si pierde uno de los dos altavoces que llevaba el 20 SE. En definitiva, solo tiene un altavoz en la parte inferior, así que eso tiene sus consecuencias en la calidad del sonido.
No vas a tener problema para escuchar el vídeo o la canción, porque el volumen es alto en su nivel máximo. Sin embargo, al tener solo un altavoz, no da la sensación de ese sonido envolvente que sí da un terminal con dos salidas de audio. La nitidez se pierde cuanto más estridente o grave es el sonido, siendo en algunas ocasiones un poco molesto para los oídos porque se distorsiona con el volumen alto. En definitiva, para escuchar algo en casa y en distancias cortas, no vas a tener problema con el contenido multimedia.
Una cámara que no sorprende a nadie
Queda por ver qué tal va la cámara para tomar las fotografías, o vídeos cuando el momento lo requiera. En este apartado, el TCL también pierde con respecto a la generación anterior, porque ya no está el sensor de ultra gran angular que sí tenía el 20 SE. Evidentemente, esto limita la variedad para hacer fotografías de calidad y recoger más información en espacios más abiertos.
Por lo tanto, cuenta con un sensor principal de 50 megapíxeles, uno macro de 2 y otro de profundidad de 2 megapíxeles. Con este equipo y teniendo en cuenta que pertenece a la gama baja, tampoco esperaba un nivel fotográfico excepcional. Y así ha sido. Hay que poner en contexto (una vez más) que este terminal no cuesta ni 200 euros y que sirve para un uso básico en el día a día. Sin embargo, hay que analizar lo que ofrece esta cámara.
Una cámara que durante el día tiene un comportamiento decente, con un nivel detalle aceptable y un rango dinámico que se encuentra en la media de este rango de precios. Es obvio que no es el máximo nivel de calidad, ya que algunas partes de la imagen se pueden encontrar cierta difuminación, quedando un tono borroso en la misma. La cosa mejora con el modo de 50 megapíxeles, sobre todo en nivel de detalle y a la hora de hacer zoom en la foto, pero hay que activarlo de forma manual a través de la opción Alta resolución.
Con ese mismo modo, la cámara también aguanta bien en las fotos con atardeceres. Es cierto que aparece algo de ruido y que el sensor no capta demasiada luz, pero el nivel de detalle se comporta bastante bien y el resultado puede quedar para subirla a Instagram. La cosa empeora por la noche, donde el ruido aparece por todas partes. El modo de 50 megapíxeles aguanta mínimamente la compostura para diferenciar los elementos que hay en la foto, pero el ruido es evidente y apenas recoge luz.
Usando el selfie, el resultado ha sido ligeramente peor que el módulo trasero. La calidad de imagen no es mala, así que puede satisfacer a la mayoría de usuarios básicos que van a utilizar este terminal. No obstante, se nota que la definición se pierde una vez se hace una foto, tanto en el modo automático como en el modo retrato. Dicho sea de paso, el efecto bokeh funciona bastante bien, con un buen recorte del objeto con respecto al fondo, aunque la intensidad del desenfoque tampoco es demasiado potente.
En cuanto al vídeo, es capaz de grabar a 30 fps y con resolución FullHD. La calidad, siempre que sea con cierta cantidad de luz, va a ser más que decente, además de contar con una estabilización bastante correcta. Si grabas de noche,
Conclusiones después de dos semanas probando este TCL 30 SE
Después de dos semanas usando este terminal, he llegado a la conclusión general de que es un dispositivo apto para usuarios básicos y que quieran el móvil para tareas elementales, como llamar, chatear por las redes sociales, consumir contenido multimedia con una pantalla más que correcta y echar alguna foto de forma ocasional con una batería que aguanta todo lo que le echen. Todo este pack lo ofrece TCL por menos de 180 euros, un factor que debes poner en valor si estás pensando en comprarlo.
A partir de ahí, no esperes mucho más de este TCL 30 SE. La navegación por la interfaz no es la más fluida del mercado, el rendimiento se queda muy justo para tareas más exigentes (por culpa de un procesador anticuado), una cámara que lógicamente no ofrece muchas prestaciones de noche y un sonido que se queda corto por tener solo un altavoz. Es una opción bastante válida para acceder a un gama baja de 2022, aunque no te niego la idea de valorar alternativas de otros fabricantes que se encuentran en la gama de los 150 euros.
