Hace prácticamente un mes que Samsung dio a conocer la que tras más de 10 años ha sido su serie buque insignia. El Samsung Galaxy S22+ se presenta como la opción intermedia entre un compacto S22 y un mamotreto S22 Ultra que toma el relevo de los míticos Galaxy Note. Esta es precisamente la razón por la que puede ser la opción más interesante de los tres, tanto por dimensiones como por precio, en la fina línea de los 1.000 euros. Al frente, nos encontramos con importantes mejoras en el interior del dispositivo, además de un diseño más depurado y una línea algo continuista. ¿Serán éstas mejoras suficientes para competir en un mercado ya de por sí repleto de opciones? He tenido la oportunidad de probar el teléfono durante algo más de tres semanas para dar respuesta a esta pregunta.
Indice de contenidos
Ficha técnica
Samsung Galaxy S22 | Samsung Galaxy S22+ | Samsung Galaxy S22 Ultra | |
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Pantalla | 6,1 pulgadas con tecnología Dynamic AMOLED X2, resolución Full HD+ y 120 Hz de tasa de refresco. | 6,6 pulgadas con tecnología Dynamic AMOLED X2, resolución Full HD+ y 120 Hz de tasa de refresco. Tasa de muestreo táctil hasta 240 Hz en modo juego. | 6,8 pulgadas con tecnología Dynamic AMOLED X2, resolución Quad HD+ y 120 Hz de tasa de refresco. Tasa de muestreo táctil hasta 240 Hz en modo juego. Tecnología de bajo consumo |
Cámara principal | – Sensor principal con lente angular de 50 megapíxeles, apertura focal f/1.8 y Dual Pixel AF y OIS – Sensor secundario con lente ultra gran angular de 12 megapíxeles, apertura focal f/2.2 y 120º de visión – Sensor terciario con lente telefoto de 10 megapíxeles, apertura focal f/2.4 y zoom óptico 3X | – Sensor principal con lente angular de 50 megapíxeles, apertura focal f/1.8 y Dual Pixel AF y OIS – Sensor secundario con lente ultra gran angular de 12 megapíxeles, apertura focal f/2.2 y 120º de visión – Sensor terciario con lente telefoto de 10 megapíxeles, apertura focal f/2.4 y zoom óptico 3X | – Sensor principal con lente angular de 108 megapíxeles, apertura focal f/1.8 y Dual Pixel AF – Sensor secundario con lente ultra gran angular de 12 megapíxeles, apertura focal f/2.2 y visión de 120º – Sensor terciario con lente telefoto de 10 megapíxeles, apertura focal f/2.4 y zoom óptico 3X – Sensor cuaternario con telefoto de 10 megapíxeles, apertura f/4.9 y zoom óptico 10X |
Cámara pasa selfies | Sensor principal de 10 megapíxeles, apertura focal f/2.2 | Sensor principal de 10 megapíxeles, apertura focal f/2.2 | Sensor principal de 40 megapíxeles, apertura focal f/2.2 y píxeles de 1,22 um |
Memoria interna | 128 y 256 GB de tipo UFS 3.1 | 128 y 256 GB de tipo UFS 3.1 | 128, 256, 512 GB y 1TB de tipo UFS 3.1 |
Ampliación | No disponible | No disponible | No disponible |
Procesador y memoria RAM | Exynos 2200 de 4 nanómetros con ocho núcleos 8 GB de memoria RAM | Exynos 2200 de 4 nanómetros con ocho núcleos 8 GB de memoria RAM | Exynos 2200 de 4 nanómetros con ocho núcleos 8 y 12 GB de memoria RAM |
Batería | 3.700 mAh con carga rápida de 45 W, carga inalámbrica de 15 W y carga inalámbrica reversible | 4.500 mAh con carga rápida de 45 W, carga inalámbrica de 15 W y carga inalámbrica reversible | 5.000 mAh con carga rápida de 45 W, carga inalámbrica de 15 W y carga inalámbrica reversible |
Sistema operativo | Android 12 bajo Samsung One UI 4.1 | Android 12 bajo Samsung One UI 4.1 | Android 12 bajo Samsung One UI 4.1 |
Conexiones | 5G SA y NSA, 4G LTE, WiFi 4×4 MIMO con WiFi 6E, Bluetooth 5.1, GPS de doble banda (GLONASS, Beidou, SBAS y Galileo), NFC y USB tipo C 3.1. 5G, WiFi-Direct | 5G SA y NSA, 4G LTE, WiFi 4×4 MIMO con WiFi 6E, Bluetooth 5.1, GPS de doble banda (GLONASS, Beidou, SBAS y Galileo), NFC y USB tipo C 3.1. 5G, WiFi-Direct | 5G SA y NSA, 4G LTE, WiFi 4×4 MIMO con WiFi 6E, Bluetooth 5.1, GPS de doble banda (GLONASS, Beidou, SBAS y Galileo), NFC y USB tipo C 3.1. 5G, WiFi-Direct |
SIM | Dual nano SIM | Dual nano SIM | Dual nano SIM |
Diseño | – Combinación de cristal y metal con bordes planos y esquinas redondeadas de aluminio reforzado – Colores: negro, oro rosa y verde – Certificación IP68, resistencia al agua y al polvo – Gorilla Glass Victus | – Combinación de cristal y metal con bordes planos y esquinas redondeadas de aluminio reforzado – Colores: negro, oro rosa y verde – Certificación IP68, resistencia al agua y al polvo – Gorilla Glass Victus | – Combinación de cristal y metal con bordes planos y esquinas redondeadas de aluminio reforzado – Colores: negro, blanco, burdeos y verde – Certificación IP68, resistencia al agua y al polvo – Gorilla Glass Victus |
Dimensiones | 146 x 70,6 x 7,6 milímetros y 168 gramos | 157,4 x 75,8 x 7,6 milímetros y 196 gramos | 163,3 x 77,9 x 8,9 milímetros y 229 gramos |
Funciones destacadas | Sonido estéreo AKG Sensor de huellas en pantalla Reconocimiento facial mediante software Samsung Dex VisionBooster para adaptar los tonos de la pantalla al entorno Nightopraphy para mejorar fotos Google Live Duo para compartir pantalla y trabajar conjuntamente Samsung Digital Wallet | Sonido estéreo AKG Sensor de huellas en pantalla Reconocimiento facial mediante software Samsung Dex VisionBooster para adaptar los tonos de la pantalla al entorno Nightopraphy para mejorar fotos Google Live Duo para compartir pantalla y trabajar conjuntamente Samsung Digital Wallet | Sonido estéreo AKG S-Pen incluido Sensor de huellas en pantalla Reconocimiento facial mediante software Samsung Dex VisionBooster para adaptar los tonos de la pantalla al entorno Nightopraphy para mejorar fotos Google Live Duo para compartir pantalla y trabajar conjuntamente Samsung Digital Wallet |
Fecha de lanzamiento | Preventa a partir del 9 de febrero Venta a partir del 25 de febrero | Preventa a partir del 9 de febrero Venta a partir del 25 de febrero | Preventa a partir del 9 de febrero Venta a partir del 25 de febrero |
Precio | A partir de 800 euros | A partir de 1.000 euros | A partir de 1.200 euros |
Diseño: el móvil más bonito de la gama alta con marcos (casi) simétricos
La vuelta al plástico de los Samsung Galaxy S21 situó al fabricante coreano en el punto de mira de las críticas de medios y usuarios finales. La compañía parece haber tomado buena nota de ello recuperando el cristal como material principal, un cristal que adopta un acabado efecto esmerilado para reducir el impacto de las huellas. La sensación en mano es exquisita, probablemente de las mejores en el catálogo de teléfonos móviles Android. El chasis se siente robusto y la trasera, aunque algo resbaladiza, derrocha calidad por los cuatro costados.
Si nos centramos en las líneas generales del teléfono, las diferencias con respecto a la serie Galaxy S21 son prácticamente inexistentes: el módulo de cámaras mantiene su posición y la parte frontal no sufre cambios. Eso sí, Samsung se ha desecho casi por completo de las curvas, con una superficie totalmente plana tanto en el frontal como en la parte trasera. Los bordes siguen contando con algo de curvatura, probablemente para mejorar el agarre en mano. Lo que es un hecho es que el teléfono es menos cómodo en mano que su homólogo de 2021 a pesar de ser más liviano y fino.
Esto se explica, principalmente, por la reducción de la capacidad física de la batería, que decrece en 300 mAh respecto al Samsung Galaxy S21+. Por lo demás, el teléfono mantiene la certificación IP68 que lo ampara del agua y el polvo y utiliza la protección Corning Gorilla Glass Victus en su pantalla de cara a posibles caídas y arañazos, pantalla cuyos marcos se acercan a la simetría conseguida por Apple en sus iPhone gracias al sistema que le permite doblar la matriz por debajo del propio panel.
Una pantalla soberbia que se olvida de algunos añadidos
Como buen fabricante de pantallas que es, Samsung siempre monta los mejores paneles en sus buques insignia. En el caso del Samsung Galaxy S22+, nos encontramos con una pantalla AMOLED de 6,6 pulgadas con resolución Full HD+, 120 Hz de frecuencia y una tasa de refresco táctil de 240 habilitando el modo Juego. ¿Es la mejor pantalla que podemos encontrarnos en la gama alta? En absoluto, sobre todo si echamos un vistazo a la resolución y los tiempos de respuesta. Pero la ausencia más sonada tiene que ver con la tecnología LTPO, que permite recorrer un rango de frecuencias de 0 a 120 Hz dependiendo del tipo de contenido que se muestre en pantalla, con el respectivo ahorro de energía que ello supone. En este caso, la frecuencia adaptativa baila entre los 48 y los 120 Hz.
Dejando a un lado las especificaciones de la pantalla, la experiencia general es francamente buena. El nivel de brillo máximo, que llega hasta los 1.750 nits, nos permite visualizar el panel en cualquier situación, ya sea con la luz del Sol incidiendo directamente sobre el teléfono o en entornos con predominio de luces artificiales. En este sentido, el funcionamiento del brillo automático es prácticamente perfecto, aunque tiende a ser poco conservador, situando el nivel de brillo por encima de lo que nuestro ojo necesita, al menos durante los primeros días de uso, ya que en teoría, aprende de nuestra demanda.
En cuanto a la calidad de visionado, la resolución Full HD+ parece suficiente para no apreciar los píxeles a una distancia prudencial. Por otro lado, la colorimetría que viene configurada por defecto es equilibrada, aunque podemos modificarla a posteriori a través de los ajustes de la pantalla. De hecho, el panel cubre el 100% del esquema de colores DCI-P3, por lo que la representación de los mismos se acerca lo máximo posible a los de la realidad.
Digno de elogio es también la fluidez del panel, que permite llegar hasta los 120 Hz. La sensación de mantequilla cuando deslizamos entre menús y aplicaciones nos da una experiencia inmejorable. Lo mismo sucede con la respuesta táctil, con una sensibilidad que a veces se adelante incluso a la pulsación física del dedo sin llegar a generar falsos toques como sí sucedía con otros modelos de la misma marca con pantalla curva. En cuanto a los problemas derivados del deslizamiento de menús y la tasa de refresco a 120 Hz que otros medios han criticado, la unidad de prueba parece no presentar ningún defecto, por lo que no se descarte que se trate de un problema puntual.
Un rendimiento firmado por Samsung y AMD con trabajo por hacer en la optimización de los juegos
Con esta nueva generación, Samsung se ha aliado con AMD para traer la arquitectura RDNA 2 de las consolas de nueva generación a sus GPU, que en su adaptación a teléfonos móviles, recibe el nombre de Xclipse 920. El módulo gráfico se integra con el procesador Exynos 2200 desarrollado por la propia compañía. Se trata de un chip con estructura tri-cluster compuesta por un único núcleo principal Cortex-X2, tres núcleos Cortex-A710 equilibrados en rendimiento y eficiencia y cuatro núcleos Cortex-A510 destinados a tareas de menor demanda. Le acompañan 8 GB de memoria RAM y 128 y 256 GB de almacenamiento interno de tipo UFS 3.1.
Todas estas especificaciones se traducen en un rendimiento prácticamente perfecto a la hora de desarrollar cualquier tarea. La apertura de aplicaciones es prácticamente instantánea, mientras que la fluidez dentro de las mismas nos acerca la experiencia de un ordenador de gama alta gracias a la tasa de refresco de 120 Hz. Aunque la memoria RAM puede parecer escasa en comparación otros modelos de la competencia, la gestión de Samsung para con la multitarea mantiene la mayoría de actividades en segundo plano. En más de una ocasión me he sorprendido al encontrarme una conversación de Instagram abierta, por ejemplo, tras cinco o seis horas.
Esto no quiere decir que el rendimiento no está exento de errores y problemas puntuales. En ocasiones, el teléfono ha cerrado de manera inesperada aplicaciones como Firefox, el navegador que uso por defecto. Cuando accedemos a una página web con la reproducción automática de vídeos activa, la pantalla se apagará y dejará de responder a cualquier pulsación, obligándonos a desbloquearlo y cerrar la aplicación en cuestión.
En cuanto a la experiencia con Samsung Dex, la plataforma que nos permite convertir la interfaz del dispositivo en la de un ordenador al uso conectándolo a un monitor externo, el desempeño es correcto, aunque no se siente tan fluido como la interfaz general al experimentar alguna que otra ralentización abriendo aplicaciones. Pero el punto más criticable del Samsung Galaxy S22+ no tiene que ver con este tipo de escenarios, sino más bien con los juegos, probablemente debido a una falta de optimización por parte de las empresas desarrolladoras.
En títulos como Call of Duty Mobile, la configuración de gráficos del juego no nos permite cambiar la calidad de las texturas, habilitando por defecto la opción ‘Baja’. Algo similar sucede con Asphalt 9, que a pesar de permitirnos cambiar la calidad de los gráficos, se generan ciertos dientes de sierra provocados por un desbarajuste en el antialiasing. En este último he apreciado, además, ciertas ralentizaciones en las animaciones de choque.
He probado a actualizar la versión de los juegos y el sistema operativo y el problema persiste, por lo que no se trata de un error puntual. Curiosamente, la versión internacional del teléfono con procesador Qualcomm, sí es capaz de ejecutar estos juegos a la máxima calidad y sin mayores problemas. La buena nueva es que la gestión térmica de los componentes nos permite mantener sesiones de juego durante horas sin apreciar un aumento significativo de la temperatura. En mi caso, nunca ha llegado a superar los 34º C.
El último punto en el que Samsung merece atención especial es en el apartado del software, ya que nos encontramos con Android 12 bajo la última versión de la capa de personalización de la compañía, One UI 4.1. También porque la compañía ha prometido actualizar sus dispositivos durante al menos cuatro años desde el momento de su salida. Si nos limitamos a las versiones con cambio de numeración, este Samsung Galaxy S22+ podría llegar a actualizarse a Android 16. Y es que a pesar de que siguen siendo cifras muy alejadas de lo que ofrece Apple, nos encontramos con el soporte más extendido en Android después de los Google Pixel. Recordemos que Google anunció con la salida de los Pixel 6 y 6 Pro que actualizaría sus dos dispositivos durante cinco años.
Funciones interesantes del Samsung Galaxy S22+
- Aplicaciones en ventanas flotantes
- Carga rápida con posibilidad de desactivación
- Carpeta segura
- Dolby Atmos
- Filtro de luz azul
- Game Launcher
- Grabar pantalla
- Mensajería Dual para usar dos cuentas de WhatsApp, Facebook, Instagram…
- Modo Concentrado
- Modo Niños
- Modo de uso a una mano
- Modo noche
- Pantalla Always on Display
- Pantalla Edge
- Rutinas de Bixby (Bixby Routines)
- Samsung Dex para convertir el teléfono en un ordenador conectándolo a un monitor externo
- Sensibilidad táctil para ajustar la sensibilidad de la pantalla
- Sistema de gestos personalizable
- Smart View para conectar el teléfono a una TV
No es la mejor cámara del mercado, pero sí la más equilibrada (y eso es decir mucho)
Toca hablar del apartado fotográfico del Samsung Galaxy S22+. Antes de entrar en materia, conviene conocer las especificaciones que se encuentran detrás de cada uno de los sensores que lo conforman. Y es que al igual que ocurre con los Samsung Galaxy S21 y S21+, la versión vitaminada comparte las cámaras con el Samsung Galaxy S22, siendo la versión Ultra la que recibe la mayoría de novedades de esta nueva generación. Dicho de otra manera, ambos terminales comparten el mismo trío de cámaras, formado, como el año pasado, por tres sensores en la parte trasera de 50, 12 y 20 megapíxeles.
La primera hace las funciones de sensor principal y cuenta con una apertura focal f/1.8. Combinada con el sistema de estabilización mecánico. Este sensor crece hasta en un 23% respecto al sensor principal del Samsung Galaxy S21 y S21+ y aumenta su resolución en 38 megapíxeles, mientras que la cámara secundaria de 12 megapíxeles mantiene la lente gran angular con hasta 120º de amplitud y la apertura focal f/2.2. El último sensor que completa el trío de cámaras del Samsung Galaxy S22+ dispone de una resolución de 10 megapíxeles y una apertura focal f/2.4, además de estabilización óptica de imagen. En comparación con el del Samsung Galaxy S21, perdemos resolución y la capacidad de captar luz es menor. Dejando a un lado la ficha técnica del teléfono, ¿qué tal ha sido la experiencia con sus tres cámaras? Equilibrio es la palabra que mejor lo define. Y eso es mucho decir.
En primer lugar, la cámara principal nos permite jugar con prácticamente cualquier situación. Durante el día, la gestión de las altas luces y las sombras nos permite jugar con escenarios contrastados, con cielos definidos y paisajes expuestos correctamente. En cuanto a la colorimetría, a pesar de que los colores pueden parecer algo saturados si observamos las imágenes desde la propia pantalla del teléfono, lo cierto es que se guarda bastante equilibrio si no hacemos uso de modos específicos, como el modo Comida. El enfoque automático es, sencillamente, perfecto: velocidad instantánea y siempre certero.
Lo más curioso de todo es que este equilibrio de colores, rango dinámico y exposición se mantiene en todas las cámaras, algo que se aprecia especialmente a la hora de grabar vídeo alternando entre sensores. ¿Qué quiere decir esto? Que no se aprecia un cambio significativo en los valores de las imágenes como sucede con la mayoría de cámaras de fabricantes de terceros, donde lo normal es que la cámara con lente gran angular sufra de ciertas aberraciones cromáticas. La única empresa que sabe mantener esta armonía en sus dispositivos es Apple. Y si hay algo en lo que puede competir este Samsung Galaxy S22+ es precisamente en este aspecto. ¿Significa esto que siempre obtendremos los mismos resultados en todas las cámaras? Nada más lejos de la realidad, comenzando por la mencionada cámara secundaria.
Por las propias limitaciones del sensor, el rango dinámico y el nivel de luminosidad se ven afectados cuando las condiciones lumínicas son algo complejas. Por ejemplo, en interiores y durante la noche, la pérdida de detalle y exposición son tan evidentes que nos vemos obligados a recurrir al sensor principal o al modo Noche que se activa automáticamente si la escena así lo requiere. Ojo, este modo no hace ninguna maravilla, ya que dependiendo de la estabilidad de nuestra mano, el tiempo de exposición oscilará entre los 3, 6 y 9 segundos.
Los resultados dependerán precisamente de este valor, aunque ciertamente, el teléfono tiene bastante margen de mejora en fotografía nocturna. ¿El motivo? El nivel de luminosidad obtenido no está tan conseguido como el de Huawei, Google o Apple. Por otro lado, el lavado que Samsung hace sobre las texturas echa a perder cualquier ápice de detalle en las fotografías, con un efecto acuarela bastante marcado. Si recurrimos a un trípode para jugar con la astrofotografía, las imágenes que podemos llegar a obtener son bastante impresionantes, tal como se puede apreciar en las fotografías.
Por desgracia, la aplicación limita el tiempo de exposición a 30 segundos incluso en ausencia total de movimiento. Para ello, se recomienda hacer uso de un disparador Bluetooth o la función Temporizador de la propia aplicación. Si queremos fotografiar la Luna, tendremos que recurrir sí o sí a la tercera cámara, que cuenta con una lente teleobjetivo de tres aumentos ópticos y hasta treinta combinándola con fotografía digital.
En general, los resultados cuando capturamos nuestro satélite son bastante dispares, ya que dependerán de lo mañosos que seamos sujetando el teléfono. Cuando hacemos uso de esta cámara, Samsung habilita un modo de bloqueo de enfoque que nos permite estabilizar la cámara en un punto como sucedía con el Samsung Galaxy S21 Ultra de la pasada generación. Una vez capturamos la instantánea, entra en juego el procesado de Samsung, un procesado que puede salvarnos cualquier fotografía de la Luna pero que con con cualquier otra situación puede echarnos a perder todas aquellas escenas en la que hayamos abusado del zoom. En este aspecto, los resultados obtenidos por teléfonos como el Huawei P40 Pro son bastante mejores, tanto por el nivel de zoom óptico, como por el procesado del teléfono.
Donde Samsung sí ha hecho un buen trabajo es en el modo Retrato. Aunque el teléfono carece de un sensor ToF, la compañía ahora gestiona la separación de sujeto y fondo con la generación de mapas de profundidad, lo que desemboca en un desenfoque mucho más natural y un recorte más acertado sobre el papel. Fuera del papel, los resultados son también acertados, con un desenfoque que se aplica de manera gradual, generando un bokeh más parecido al de una cámara DSLR convencional.
Esto se aplica tanto en animales y personas como objetos. Eso sí, cuando el cabello se separa de la cabeza, el procesado tiende a obviar dicha separación, generando artefactos con enfoque y otros con desenfoque. Lo recomendable, en cualquier caso, es echar mano del sensor con lente teleobjetivo, ya que por su propia naturaleza, los resultados serán siempre mejores que los del sensor principal. Por supuesto, el modo Retrato nos permite elegir entre las dos cámaras.
¿Y qué hay de la grabación de vídeo? La experiencia en este caso es exquisita. Toda la armonía de la que hablábamos antes se eleva a la máxima expresión cuando jugamos con las diferentes cámaras del dispositivo, donde se mantiene en todo momento la colorimetría y parte de la exposición. El buen trabajo de Samsung con la estabilización lo acerca más que nunca al iPhone, sobre todo en la cámara secundaria y la lente teleobjetivo. Por si esto no fuera poco, la compañía nos permite activar un modo al que ha denominado Superestable que reduce aun más la vibración del teléfono, con un resultado muy similar al que podríamos obtener con un trípode.
Durante la noche, la intervención del software se aprecia ligeramente por las aberraciones que se generan al amortiguar el movimiento, generando una sensación de mantequilla similar a la de otros teléfonos de la misma gama. Eso sí, por las propias limitaciones de los sensores, el sensor principal es el más recomendable de los tres para hacer grabaciones de vídeo en situaciones complejas o de completa oscuridad es, ya que el nivel de luminosidad de los dos restantes es muy pobre. Especial mención a la posibilidad de realizar grabaciones en calidad 8K a 24 FPS, donde la calidad del sensor sale a la palestra.
En este modo, el sistema de estabilización y la capacidad de enfoque se mantienen, aunque a menos que tengamos una pantalla o equipo que sea capaz de reproducir semejante cantidad de información, su utilidad es prácticamente nula. De hecho, el propio dispositivo reproduce el vídeo con ciertas ralentizaciones. Para que nos hagamos una idea de la calidad, 15 minutos de vídeo ocupan más de 145 MB. Ahí es nada.
Otro de los modos que merecen especial atención y que Samsung estrena con esta nueva generación es el modo Retrato en vivo. Tal como indica su propio nombre, simula en modo Retrato bastante aparente cuyo desenfoque se aplica de manera automática sobre el fondo. Como sucede con el mismo modo para fotografía, los artefactos comienzan a aparecer en zonas con cabello, por lo que se recomienda grabar sobre un trípode con el pelo recogido.
¿Y qué hay de la cámara delantera? De 10 megapíxeles y apertura focal f/2.2, los resultados son muy similares a los que obtenemos con la cámara principal. Buen tratamiento de las altas luces y las sombras, así como de la gestión de los colores. Sobre la piel, se aprecia cierto lavado de las texturas que no podemos desactivar, un lavado que se aplica a posteriori y que puede ensuciar ligeramente el resultado final. Cuando activamos el modo Retrato, la separación del sujeto y el fondo se realiza de manera más o menos acertada, aunque la gestión del cabello es igualmente errática en ciertos puntos. Cabe señalar que Samsung recorta de manera nativa el encuadre, por lo que si queremos disfrutar de mayor angular, tendremos que habilitar dicha ampliación manualmente.
Si nos centramos en la grabación de vídeo, el buen trabajo de Samsung con la estabilización se mantiene a costa de perder ángulo de visión. En este escenario, el control de las altas luces es algo más errático, con una tendencia a la sobreexposición si nos encontramos con paisajes soleados o con una buena entrada de luz natural.
Todos los modos de cámara del Samsung Galaxy S22+
- Modo Captura única
- Modo Comida
- Modo Cámara lenta
- Modo Cámara rápida
- Modo Director
- Modo Enfoque dinámico (modo retrato)
- Modo Foto
- Modo Noche
- Modo Panorámica
- Modo Pro
- Modo Superlenta
- Modo Vídeo
- Modo Video Retrato
- Modo Perspectiva de director
- Modo Vídeo vertical
- Modo Video profesional
Todos las opciones de cámara del Samsung Galaxy S22+
- AF con seguimiento
- Ajustes fijos
- Cuadrícula
- Detección de defectos
- Estabilización vídeo
- Etiquetas de ubicación
- Fotos animadas
- FPS automáticos
- HDR Tono enriquecido
- Imágenes como en vista previa
- Inicio rápido
- Mantener pulsado Cámara para (Sacar una foto, Hacer una ráfaga, Crear GIF)
- Modos de cámara
- Métodos de disparo (Pulsar botón Volumen, Control de voz, Botón Cámara flotante, Mostrar palma)
- Opciones avanzadas de grabación (Vídeo de alta eficiencia, Vídeo HDR10+)
- Opciones de guardado (Imágenes HEIF, Corrección súper gran angular, Corrección de forma selfie)
- Optimizador de escenas
- Revisión rápida
- Respuesta de vibración
- Sugerencias de composición
Autonomía correcta, pero la falta de cargador es inconcebible
Toca hablar de la autonomía y la carga. Si echamos un vistazo a la ficha técnica, nos encontramos con una pila de 4.500 mAh, además de un sistema de carga rápida de 45 W y otro de carga inalámbrica de 15 que además es compatible con la compartición de energía. ¿Qué tal la experiencia en el uso del día a día? Correcta. Sin más.
Con un uso combinado de la cámara, juegos como Call of Duty Mobile y Asphalt 9 y aplicaciones como WhatsApp, Telegram, Gmail, YouTube, Twitch, Spotify, Twitter y Google Maps, la autonomía máxima es de un día con la frecuencia del panel configurada a 60 Hz. La media de horas de pantalla es de 7, aunque esta cifra puede bailar dependiendo del nivel de brillo y el uso de redes móviles.
Si optamos por una frecuencia de actualización variable, la autonomía se reduce ligeramente hasta las 6 horas y media de pantalla activa. En definitiva, buen trabajo de Samsung en este aspecto, aunque las cifras se alejan de la que obtienen otros modelos de gama media. Por otro lado, no nos encontramos con un panel LTPO al uso, por lo que la modulación de la frecuencia no se realiza en el rango completo de los 120 Hz, ya que está limitado a 48 Hz. Dicho de otra manera, la eficiencia energética de la pantalla podría ser superior, lo que redundaría en unas cifras más holgadas.
¿Y qué hay de la carga? Al no contar con un cargador, la velocidad de carga dependerá de la potencia de la fuente a la que la conectemos. He probado a conectar el teléfono a tres cargadores de marcas diferentes (Apple, Huawei y Xiaomi) con capacidades de 61, 45 y 33 W y la experiencia ha sido la misma en todos los casos: 1 hora y media de 0 a 100%. ¿La solución? Comprar un cargador de la propia compañía, algo inconcebible en este tipo de gamas.
Un apartado sonoro digno de gama alta
Samsung siempre ha hecho buen trabajo en el apartado sonoro de su gama alta; no iba a ser menos con su buque insignia. Y es que a pesar de que no nos encontramos con el volumen más alto, el adjetivo más certero que podemos dar para describir su sonido es equilibrado. La presencia de graves y el equilibrio con el resto de frecuencias hacen que la experiencia sea realmente inmersiva gracias a sus dos altavoces estéreo, los cuales son compatibles con Dolby Atmos. El altavoz situado en la parte superior sorprende por su nivel de volumen, lo que también se agradece a la hora de realizar llamadas. En general, el rango dinámico es excelente y digno de un gama alta.
Hablando del nivel de volumen máximo, no se aprecian distorsiones a menos que reproduzcamos ciertos estilos de música, como reggaetón o trap. En cualquier caso, la percepción es nimia, sobre todo si tenemos en cuenta que reproducir cualquier tipo de contenido a máximo volumen puede ser dañino para la vida útil de los altavoces, por no mencionar que el teléfono incluye un ecualizador que podemos configurar con total libertad.
Eso sí, lo que no se puede justificar de ninguna manera es la ausencia de un puerto físico para conectar unos buenos auriculares. Y es que a pesar de que la experiencia con unos Huawei FreeBuds 4 ha sido positiva, se echa de menos una conexión poor cable para no depender de auriculares inalámbricos.
Conectividad: los procesadores de Samsung siguen teniendo un problema con la cobertura
Una crítica que siempre he mantenido a los procesadores Exynos ha sido la de la cobertura. Al vivir en una zona residencial, el alcance de la red móvil se ve limitado en exteriores, donde lo normal es que se pierda al menos un 50% de la señal.
En el caso del Samsung Galaxy S22+, la cobertura siempre ha bailado entre la primera y la segunda raya. A esto hay que sumarle que el teléfono pierde la conexión de los datos móviles de manera recurrente, lo que me ha obligado en más de una ocasión a reiniciar el dispositivo cuando he salido a la calle. No descarto que se trate de un problema de software, si bien no ha recibido ningún tipo de actualización durante las tres semanas que he podido probarlo el terminal a pesar de que el error persiste tras haber actualizado el dispositivo hace un par de días.
En lo que respecta al resto de conexiones, la experiencia general es positiva. Además de ser compatible con redes 5G, el teléfono cuenta con conexiones Bluetooth 5.2, WiFi 6E y NFC. En general, el alcance y la estabilidad de la red WiFi es bueno, incluso con el router situado a varios metros de distancia, con paredes y un piso de por medio. En el caso de la conexión Bluetooth, he probado a conectar unos auriculares Huawei FreeBuds 4 y tanto la calidad sonora como la velocidad de sincronización han sido satisfactorios.
Por otro lado, la conexión GPS es certera y veloz a la hora de situarnos en interiores. Cuando usamos el teléfono como asistente para la conducción, el posicionamiento se realiza en tiempo real sin mayores problemas.
Biometría: el sensor de huellas ultrasónico sigue siendo capital en su gama
Samsung vuelve a hacer uso de su sensor de huellas por ultrasonidos para proteger la privacidad de sus Galaxy S22. El tiempo de respuesta es instantáneo y el margen de error es prácticamente nulo aunque posemos el dedo mojado o con suciedad, al no depender de cámaras ni fuentes de luz. A esto hay que sumarle que la superficie de reconocimiento es amplia y superior a la de los sensores ópticos.
En cuanto al sistema de reconocimiento facial, la experiencia no es tan positiva. Al depender exclusivamente de la cámara, la posición de la cara deberá coincidir con la posición que hayamos registrado en el momento de su configuración. De hecho, lo más recomendable es registrar dos o tres veces el mismo rostro en diferentes ángulos. Durante la noche, este sistema se hace prácticamente impracticable, ya que no nos encontramos con sensores ToF o infrarrojos.
Precio, opinión y conclusiones, ¿merece la pena comprar el Samsung Galaxy S22+ en 2022?
Después de analizar el teléfono en detalle, toca sacar conclusiones, que como viene siendo habitual, dependen en buena medida del precio. En el momento de escribir estas líneas, la versión más económica del Samsung Galaxy S22+ tiene un precio de 1.060 euros. ¿Merece la pena pagar más de 1.000 euros por la versión más equilibrada de los tres? Para dar respuesta a esta pregunta, lo mejor es volver la vista atrás a su antecesor directo, el Samsung Galaxy S21+.
Si recurrimos a herramientas como CamelCamelCamel, el precio del dispositivo en Amazon España se redujo por debajo de los 1.000 euros a poco más de un mes de ser presentado. Tan solo un par de meses más tarde, en mayo de 2021, el precio ya rondaba los 800 euros. Partiendo de esta premisa, lo más inteligente sería esperar al menos hasta abril o mayo para descontarnos el valor añadido de las primeras unidades.
Dejando a un lado el valor económico del teléfono, la siguiente pregunta que tendríamos que hacernos tiene que ver precisamente con las diferencias con respecto al modelo de 2021. ¿Son estas mejoras lo suficientemente determinantes para decantarnos por la versión más reciente? En el criterio de cada uno está responder a esta pregunta, lo que es un hecho es que el Samsung Galaxy S22+ es objetivamente superior si obviamos, quizá, el apartado de la autonomía.
También es un hecho es que nos encontramos ante uno de los mejores exponentes de la gama alta en el catálogo de teléfonos móviles Android, aunque no debemos dejar de ser críticos con la marca para mejorar aspectos como la autonomía, la inclusión de un cargador de carga rápida, la cobertura o la expansión de los modelos con procesador Qualcomm al mercado internacional.