Huawei P20, análisis tras una semana de uso

Ya conocemos de primera mano el Huawei P20. Y no solo eso, lo he probado como si fuera mi propio móvil personal durante toda una semana. Un terminal que sí, imita al iPhone X en algunas cosas: como su notch o isla en la pantalla sin apenas marcos o la falta de un puerto para auriculares. Pero también llama la atención gracias a su diseño con colores brillantes en el dorso. Todo ello con un procesador Kirin 970 que ya ha probado sus capacidades en el Huawei Mate 10 y que llega cargado de inteligencia artificial. Y con un precio competitivo de 650 euros.

Huawei P20

Pantalla 5,8 pulgadas, FHD+ de 2.244 x 1.080 pí­xeles, LCD, densidad de 428 puntos por pulgada
Cámara principal Cámara dual:
– Sensor RGB de 12 megapí­xeles, f/1.8, ví­deo Full HD
– Sensor Monocromo de 20 megapíxeles con f/1.6
Cámara para selfies 24 megapí­xeles, f/2.0, ví­deo Full HD
Memoria interna 128 GB
Ampliación No
Procesador y memoria RAM Kirin 970 con NPU (chip de procesamiento neuronal), 4 GB de RAM
Baterí­a 3.400 mAh, carga rápida
Sistema operativo Android 8.1 Oreo/ EMUI 8.1
Conexiones BT 4.2, GPS, USB de tipo C, NFC
SIM nanoSIM
Diseño Metal y cristal / negro, azul, rosa y multicolor
Dimensiones 149 x 70,8 x 7,65 milímetros, 165 gramos
Funciones destacadas Sonido Dolby Atmos, 4X4 MIMO
Fecha de lanzamiento Ya disponible
Precio 650 euros

 

Quizá hablar del renacimiento de la fotografía en el Huawei P20 una hipérbole más propia del marketing, pero queda claro que Huawei ha sabido superarse en el aspecto fotográfico. El P20 no tiene tres cámaras como el P20 Pro, pero mantiene la calidad y aprovecha lo aprendido por la inteligencia artificial del Huawei Mate 10. Son estos sensores y las posibilidades que ofrece esta inteligencia añadida lo que destaca por encima de todo. Te lo cuento en detalle.

Fotografía con inteligencia artificial

El Huawei P20 ha sido puntuado por el sitio web de calificación fotográfica DxOMark con 102 puntos. Superaría según este test los 99 conseguidos por el Samsung Galaxy S9, uno de los mejores móviles del año. Pues bien, tras usarlo durante una semana solo puedo decir el P20 tiene una gran cámara de fotos, aunque con varios asteriscos para mirar la letra pequeña. Y es que el Huawei P20 no consigue tan buenos resultados de forma automática como el terminal de Samsung, aunque sus fotografías son de calidad y se puede sacar un gran partido de las cámaras si se sabe cómo utilizarlas.

fotografía con inteligencia artificial

 

Me refiero, concretamente, a aprovechar su genial Modo Foto Nocturna, que parece oculto dentro de la aplicación de cámara. O hacer lo propio con la súper cámara lenta. Elementos que quedan a desmano cuando más se necesitan por el diseño de la aplicación. Estos modos consiguen grandes fotografías y vídeos, pero cuando se sabe cómo y cuándo aplicarlos. Y es que la inteligencia artificial está ahí y ayuda, pero el sistema no está del todo pulido.

Por ejemplo: he podido visitar la exposición Harry Potter: the exhibition, un entorno bastante oscuro y poco iluminado para tomar fotografías. Pues bien, el modo Foto Nocturna ha salvado la mayoría de situaciones con sobresaliente. Detalles como la definición de las plumas del famoso hipogrifo de Harry Potter y El Prisionero de Azkaban, son impensables en una foto sin flash (no me dejaron usarlo durante la visita).

Incluso he conseguido fotos donde se ven detalles y parte de la exposición que, en una foto sin flash, directamente serían una mancha negra. Eso sí, cada vez que he querido tomar una fotografía de buena calidad con el modo Foto Nocturna, he tenido que adentrarme, manualmente, en el apartado Más de los modos de la aplicación cámara. ¿No se supone que la inteligencia artificial estaba ahí para solucionar esto automáticamente?

Aparte de esto, he comprobado que lo visto en el Mate 10 ha sido desarrollado en este Huawei P20. Ahora hay más modos de fotografía automáticos inteligentes. Con solo apuntar al cielo, a un perro o a un documento, el móvil sabe qué está encuadrando y cómo ha de reaccionar en esa circunstancia: un poco de saturación extra para que la comida luzca más sabrosa, un HDR más intenso para un cielo llamativo, un pequeño desenfoque para llamar la atención sobre el mejor amigo del hombre… Todo esto se hace al instante y de forma automática. Aquí sí. Incluso cuando se trata de documentos dentro de escenas (véase cierta carta mágica que reciben los niños no muggles a los 11 años), los cuales captura y modifica la perspectiva para que luzcan como una hoja escaneada, a pesar de estar inclinado en la fotografía original.

Por cierto, me ha resultado muy grato que ahora este reconocimiento automático se pueda desactivar desde los ajustes. Así se puede evitar que esta función malogre una buena foto natural al reconocer alguna de las escenas predefinidas y aplicar sus filtros sin desearlo.

Pero esto es solo el pico del iceberg. Donde llama realmente la atención el Huawei P20 es en aspectos como la estabilización de imagen que otorga la inteligencia artificial. Correr con el móvil en la mano o encuadrar un detalle en un vídeo ahora es mucho más fácil y se consiguen resultados más profesionales. Prácticamente se elimina por completo el temblor y el traqueteo de la cámara. Y lo mismo ocurre con el enfoque predictivo, que se adelanta para definir los detalles en movimiento de la escena, y prevé hacia dónde se mueve el objeto para conseguir una toma clara. Ahora la inteligencia artificial sí resulta efectiva, cómoda y útil.

La súper cámara lenta también sorprende, aunque aquí tengo que poner uno de los asteriscos antes comentados. Las cámaras del Huawei P20 capturan 960 imágenes por segundo durante unos pocos segundos. El resultado es un vídeo de unos 7 u 8 segundos de duración total donde poder apreciar con detalle un movimiento o una acción a cámara muy lenta. A esta velocidad, y si el objeto y entorno están bien iluminados, los resultados son para quedarte con la boca abierta. Épicos y sorprendentes. Eso sí (asterisco), hemos podido ver algunos fallos como píxeles inventados o que no respetan la imagen real. En el vídeo del fidget spinner se aprecia cómo los colores del cuerpo aparecen y desaparecen fuera de la trayectoria natural del juguete. El resultado parece un fallo gráfico más propio de una película de ciencia ficción de hackers. Un elemento que empaña el resultado final en este tipo de vídeos.

súper cámara lenta

Por cierto, la súper cámara lenta está limitada. Tan solo se graban tres segundos que se alargan hasta 7 u 8 en la reproducción final. Sin embargo, no es posible grabar directamente vídeo y aplicar este efecto cuando queramos. Lo bueno es que podemos elegir la modalidad de cámara lenta a la que queremos grabar: 120 fps, 240 fps o 960 fps. En las velocidades menores de 960 fps no existe limitación temporal. Podemos grabar en cámara lenta durante el tiempo que queramos. Incluso podemos llevar el efecto de cámara lenta a cualquier segundo del vídeo. Eso sí, los resultados no son tan llamativos.

Veredicto fotográfico

Pero vamos a lo importante. La definición de imagen en las fotografías en modo automático a color es de sobresaliente. En entornos iluminados no tenemos queja alguna sobre la capacidad del doble sensor principal. La medición en el balance de blancos y la sensibilidad están equilibrados, y las fotografías representan colores y escenas reales. La textura del pelo y las prendas se dejan apreciar en estas fotos bien iluminadas. Y también cuando hay luz solar indirecta. Además el enfoque y la toma de fotografías son realmente rápidos, para que no se escape nada. Incluso puedes tomar fotografías en 0,3 segundos con el móvil en reposo al pulsar dos veces el botón de bajar volumen. Todo lo que el usuario medio necesita en este punto.

veredicto fotográfico

En la oscuridad la cosa no va tan bien, como es lógico, y comienza a aparecer algo de ruido. Sin embargo, los resultados son luminosos y realistas. Se pierde definición, claro, pero para solucionar estos problemas podemos usar el modo Foto Nocturna, que no requiere de trípode para hacer una captura de larga exposición de hasta 5 segundos. Eso sí, la función está escondida en un segundo carrusel dentro de la opción Más.

Por cierto, el Huawei P20 cuenta con un flash LED dual y un sensor de color, así que la luz que emite respeta el entorno para conseguir que las imágenes y los colores no se desvirtúen. Desde luego en nuestras pruebas nos hemos encontrado con resultados calcados al original en cuanto a color y representación.

El sensor monocromo también llama la atención por sí mismo. En la aplicación de cámara hay varios modos para aprovecharlo de cara a realizar retratos con efectos bokeh, o para jugar con la apertura. Los apasionados de la fotografía pueden disfrutar incluso del modo profesional del sensor monocromo, así que todas las opciones están disponibles para retocar la exposición, la sensibilidad y el enfoque. Los resultados, si se tiene un poco de ojo, salen siempre bien.

Respecto al vídeo, el Huawei P20 es capaz de grabar en 4K, aunque perdiendo capacidades tan interesantes como la estabilización de imagen. Y es que solo podemos aprovechar esta función si grabamos, como máximo, a 1080 píxeles, y escogiendo la opción de 25 FPS (no la de 60 cuadros por segundo). Aun así, si la iluminación es buena, el vídeo no sufre con ruido o colores irreales.

modos de fotografía

En general, la experiencia fotográfica es realmente positiva. No tanto como la de su hermano mayor, el P20 Pro, pero resuelve las soluciones de forma correcta y con calidad. Eso sí, aún queda facilitar el acceso a las funciones extra de este móvil en una aplicación que no las esconda. O que aproveche la inteligencia artificial más allá de los modos automáticos predefinidos, sabiendo cuándo ha de activar el modo Foto Nocturna o cómo acceder a la súper cámara lenta de forma sencilla o incluso automática. Aunque va por muy buen camino.

¿Y los selfies? Aquí también hay tela que cortar. La cámara de 24 megapíxeles resulta correcta, pero no sorprendente a pesar de la cantidad de megapíxeles. El tratamiento de software de las imágenes es posiblemente el aspecto que más podría mejorar. Con luz no hay ningún tipo de problema para ver definición en detalles como el pelo de mi barba. Se respeta el color y la escena. Hasta aquí nada fuera de lo normal. El problema reside en el efecto bokeh o desenfoque, que no domina totalmente la luz, reflejos y las gafas. Así, nos hemos encontrado con resultados que definen con errores el contorno de mis gafas, por ejemplo. Y no hablemos del modo de iluminación artificial (3D) con el que han imitado a Apple. En  este caso, si queremos recortarnos de la escena y dejar en negro el fondo, lo más probable es que el resultado sea amorfo y poco realista. En mis pruebas la cosa no mejora incluso eliminando el efecto bokeh. Está muy bien que se incluya estas características para mostrar el poderío de software, pero de momento no resulta una función útil. Que mejore con el aprendizaje de la inteligencia artificial es todavía habrá que comprobar.

selfie

Cuando hay poca luz la definición se resiente, aunque el flash de pantalla ayuda a solucionar este problema con las caras u objetos más cercanos. Eso sí, si la oscuridad es pronunciada el resultado de iluminación puede recordar al de un fotomatón.

Un móvil Android más con flequillo

La pantalla del Huawei P20 tiene flequillo. O notch. O isla. O muesca. Como lo quieras llamar. Esto es así y se aplica a toda la familia P20 de la compañía china. Y nos tememos que los fabricantes seguirán apostando por ello. Es la forma de resolver que el panel alcance el mismísimo borde o marco superior sin tener que mover el altavoz y la cámara para selfies de ese lugar, como ocurre en el Xiaomi Mi 2S, a la parte inferior. Algo poco práctico.

móvil con flequillo

En este caso, la muesca del Huawei P20 resulta pequeña en comparación con la del iPhone X. Claro que Huawei tampoco ha incluido la misma tecnología en esta parte del móvil que Apple. Básicamente es tan ancha como la barra de notificaciones, y ocupa algo menos de un tercio del ancho de la pantalla. De esta manera permite ver las notificaciones en la parte izquierda y la información de batería y hora en la derecha. El único problema es que algunas notificaciones aparecen un poco agolpadas o cerca del notch. Pero no se pierde visibilidad ni dificulta la experiencia de uso.

Si se nota o no el notch en la experiencia habitual del terminal es algo personal. En mi caso concreto pasa completamente desapercibido. Apenas he necesitado unas horas para acostumbrarme a su presencia y llegar a obviarlo. Sobre todo porque no deja de ser el mismo espacio que ocupa la barra de notificaciones en Android. Además, si no nos gusta, Huawei nos da la opción de ocultarlo en los ajustes de pantalla. Es decir, poner en negro toda la franja que ocupa la muesca de lado a lado de la pantalla para hacer como que no está ahí. Pero sin dejar de aprovechar este espacio extra para mostrar notificaciones o información de porcentaje de batería. Muy útil si no te gusta esta estética flequillera.

notch

Casi todo pantalla

¿Y por qué un notch que recuerda mucho al del iPhone X en este Huawei P20? Pues es algo a lo que solo los ingenieros y los responsables de diseño de Huawei pueden responder. Eso sí, como resultado de esta decisión tenemos una pantalla realmente panorámica y que aprovecha el frontal del móvil hasta los marcos de su contorno. Excepto en la parte inferior, donde sigue habiendo hueco para un botón.

En el caso del Huawei P20 nos encontramos con un panel LCD de 5,8 pulgadas de diagonal en proporción 18,7:9. Es muy alargada, pero se maneja muy bien con una sola mano. Al fin y al cabo es la parte inferior donde se encuentran las pestañas, los teclados para escribir, etc. Así que no hay problema al interactuar con este panel. Y tampoco lo hay a la hora del visionado. Gracias a su proporción apenas se pierde información del contenido cuando se aprovecha de extremo a extremo. En aplicaciones como YouTube, la pantalla completa deja en negro dos franjas laterales, pero en juegos  se aprovecha prácticamente hasta el notch. Así que no hay ningún contenido importante perdido por esta característica. Algo que me hace pensar que la muesca ha llegado para quedarse, y que Huawei ha sido muy inteligente en su aprovechamiento con una proporción de 18,7:9. La experiencia de visionado es cómoda y muy panorámica.

casi todo pantalla

Ahora bien, hay que tener en cuenta que no se trata de una pantalla AMOLED como la del Huawei P20 Pro, y esto se nota en diferentes apartados. Los colores son vistosos, pero no se ven tan brillantes como en un panel con tecnología AMOLED. Y lo mismo sucede con el brillo general. Eso sí, no he tenido ningún problema para ver los contenidos incluso con luz directa en la pantalla andando por la calle. Sin embargo, es algo a tener en cuenta si se quiere disfrutar de la máxima calidad actual en cuanto a imágenes.

Hay que recordar que un panel AMOLED se mantiene apagado por completo cuando se muestra el color negro. Este detalle hace que ver vídeos y fotografías ofrezca más sensación de calidad, aunque las pantallas tengan la misma resolución. Además, tener un panel LCD significa tener un mayor gasto de batería. El Huawei P20 es un terminal de gama alta, pero aquí Huawei ha decidido recortar en precio y algo de calidad. Así que ya lo sabes: para un mejor panel hay que mirar al Huawei P20 Pro.

Respecto a la experiencia de uso de la pantalla del Huawei P20 no tengo ninguna crítica. Es muy sensible y responde al instante. Además, aunque aproveche casi todo el frontal del terminal, el diseño y el pequeño marco que lo rodea evita cualquier pulsación involuntaria al sostener el móvil. Algo que agradezco, sobre todo, cuando sujeto el móvil tumbado en la cama, sin que las carnes de la palma y dedos de mi mano pulsen sobre la pantalla.

pantalla

Potente, ágil e inteligente

Si eres seguidor de los móviles de Huawei no vas a encontrar nada sorprendente bajo el capó del Huawei P20. Aquí el fabricante chino no ha innovado, y ha incluido su ya conocido procesador Kirin 970. Un chip fabricado en 10 nanómetros (potente y eficiente) con ocho núcleos (4 x 2,4GHz Cortex A73 y 4 x 1,8 GHz Cortex A53) y que lo acompaña un procesador gráfico de 12 núcleos. Sin embargo, como ya he dicho más arriba, la característica clave es que lo acompaña una Unidad de Procesamiento Neuronal, o un chip extra dedicado a introducir funciones de inteligencia artificial.

Además, como en el Mate 10, el Huawei P20 incluye 4 GB de memoria RAM, más que suficiente para dar fluidez a funciones como las ventanas emergentes, la multitarea o la agilidad de aplicaciones exigentes. No he tenido ningún problema a la hora de cambiar de aplicación o iniciar WhatsApp, Facebook o Instagram. Durante la semana de uso la experiencia ha sido ágil y, sobre todo, satisfactoria. También con juegos exigentes como PUBG.

Antutu

He jugado, he usado Instagram y he aprovechado mis muchas conversaciones de WhatsApp. También he pasado las pruebas de AnTuTu por este terminal, con resultados que superan los 200.000 puntos. No cabe duda de que es un terminal capaz.

En cuanto al almacenamiento, el Huawei P20 cuenta con 128 GB de capacidad. Y no, no se puede ampliar mediante tarjeta microSD. Una pena, aunque el espacio que llega de serie es bastante amplio, ya que solo hay que restar 8 GB que llegan previamente ocupados por el sistema operativo y las aplicaciones preinstaladas.

potencia

Tengo que decir que el Huawei P20 llega con la última versión de Android: Oreo 8.1. Así que no hay que preocuparse por la seguridad o por las últimas funciones del sistema operativo de Google. Y lo mismo ocurre con la capa de personalización propia de Huawei, la EMUI 8.1. Todo es personalizable, y permite duplicar aplicaciones como WhatsApp para usar dos cuentas con las dos tarjetas SIM que se pueden insertar en el terminal.

Aunque lo que más me ha gustado en el aspecto de software ha sido la inclusión de un reconocimiento facial para el desbloqueo del móvil. De nuevo, imitando al iPhone X. Y es que es sorprendentemente rápido. Solo tuve que registrar mi cara con una sencilla foto, sin gafas y sin luz directa que deforme mis rasgos. Apenas un segundo de escaneo es suficiente para desactivar el bloqueo del terminal. Eso sí, el rostro ha de estar iluminado, ya que no cuenta con ningún tipo de reconocimiento infrarrojo que funcione a oscuras. Lo curioso es que, solo con la luz de la pantalla en un entorno oscuro, la cámara para selfies ha conseguido reconocerme. Además, el sistema se puede activar con solo coger el móvil y ponerlo en posición vertical. Al final he conseguido desbloquear el móvil incluso cuando solo quería ver la hora en la pantalla. El sistema es realmente ágil y cómodo, tanto que he prescindido de registrar más de una huella digital y ahora siempre uso mi cara para acceder al móvil.

desbloqueo facial

¿Y qué pasa con la batería?

Huawei ha sabido aprovechar los 7,65 milímetros de grosor de su Huawei P20 al máximo. Y es que en este estrecho cuerpo ha introducido una batería de 3.400 mAh. Es generosa en cuanto a cifras, pero no hay que perder de vista que ha de aguantar el tirón de una pantalla especialmente alargada LCD y un procesador potente. En resumidas cuentas: con un uso normal he podido aguantar toda la jornada sin problemas. Eso sí, si aprovecho su potente procesador para jugar a PUBG o Hitman Sniper durante un buen rato, esta autonomía se me puede quedar corta.

antutu batería

Lo bueno es que, si sucede esto, cuenta con tecnología de carga rápida. Sus 3.400 mAh se cargan en poco más de hora y media. Durante estos días de prueba solo 15 minutos de carga me han ofrecido esas horas que necesitaba para llegar al final del día sin problemas. Además existen modos de ahorro de batería que limitan algunas de las funciones o el límite de aplicaciones abiertas en segundo plano. En mi experiencia he preferido aprovechar la resolución máxima de la pantalla y las potentes posibilidades de su procesador y enchufarlo unos cuantos minutos a la corriente cuando lo he necesitado.

batería

Conclusiones

No cabe duda de que el Huawei P20 es un gran móvil. Es potente, su diseño es vistoso y tiene un apartado fotográfico realmente bueno. Sigue aprovechando la inteligencia artificial, y lo hace mejor que el Mate 10, aunque aún tiene un camino que recorrer para ser el mejor móvil del mercado. Tampoco hay que olvidar que es un móvil de 650 euros, por debajo de los precios en los que se mueven los gama alta actuales. Y sin renunciar a detalles como pantalla fullview o una doble cámara muy capaz.

Análisis Huawei P20

Pero también tiene puntos negativos. Aunque en el paquete llega con adaptador USB tipo C a mini Jack 3,5 mm, echamos de menos este puerto. También nos gustaría que fuera un móvil resistente al polvo y al agua. Además, una pantalla fullview como la suya con tecnología AMOLED sería la guinda de un pastel realmente tentador, si fuera posible mantener ese precio.

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