No siempre se puede cuantificar el nivel de decadencia de una empresa, pues hay elementos contextuales que siempre se tienen que tener en cuenta, pero en este caso la cifra es clara: 1.000 millones de dólares (950 millones de euros al cambio). Es la reducción del precio de compra que ha pedido Verizon. La operadora americana, que en julio anunció su intención de compra de Yahoo por 4.600 millones de euros, ahora se retracta y baja a los 3.650 millones, una deprimente escena para una empresa pionera que llegó a alcanzar un valor en bolsa de 950.000 millones de euros en sus mejores momentos.
Problemas con el gobierno y hackeos
El resumen del 2016 para Yahoo no incluye ni una sola noticia buena. Entre sus » grandes éxitos», el reconocimiento de dos robos masivos de cuentas y la complicidad en un espionaje del gobierno. En septiembre, el buscador hizo público que en 2014 fue objeto de un robo de hasta 500 millones de cuentas de su servicio Yahoo Mail. La cosa no mejoró cuando se supo que el mayo robo de cuentas hasta entonces conocido no era nuevo para el buscador, que pudo haber estado ocultando deliberadamente sus problemas de seguridad, algo que le supuso ser investigado por las autoridades norteamericanas. La cosa parecía no poder ponerse peor cuando a mediados de diciembre, probablemente como respuesta ante la investigación, Yahoo reconoció haber sido hackeada también en 2013, en este caso con el resultado de otras mil millones de cuentas robadas: nombres, direcciones de correo electrónico, números de teléfono, fechas de nacimiento y algunas respuestas de seguridad, todo estaría en manos de hackers que supuestamente ya habrían vendido la información por 2.000 dólares.
Las brechas en seguridad fueron un escándalo, pero al menos era un problema externo de la empresa, a la que se le podía acusar de mala praxis pero no de mala fe. La polémica suscitada a partir de octubre de este año fue en una dirección completamente diferente, cuando la prensa se hizo eco de que Yahoo había estado compartiendo mensajes privados con el FBI y la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, mensajes que que se contaban por millones. Como parte de un protocolo antiterrorista, los servicios secretos habrían pedido ayuda a Yahoo queriendo encontrar contenido que les pudiera prevenir ante posibles ataques o atentados en suelo norteamericano, algo que el buscador aceptó de buena gana, preparando incluso un software de búsqueda específico para ellos. Alex Stamos, entonces director de seguridad de Yahoo y ahora en Facebook, renunció tras conocerse estas noticias.
Por todo ello, la reputación de la empresa ha caído en picado y eso ha afectado a su valor económico, esos casi mil millones de euros que son el reflejo de un fracaso enorme en materia de seguridad, pero también en política de comunicación pública, así como de respeto a la privacidad de sus usuarios. Verizon podrá aprovechar la infraestructura creada por Yahoo tras sus más de veinte años de existencia, pero definitivamente no se podrá aprovechar de su nombre y su fama. La tarea que ahora tienen por delante es de limpieza total, si no ocurre una sencilla absorción y desaparición de la marca. No se puede decir que no se lo han buscado.