Está previsto que Samsung presente un nuevo buque insignia el próximo mes de febrero en Barcelona. Lo haría durante el tradicional Unpacked, que este año celebraría el 21 de febrero, un día antes de que el Mobile World Congress abra sus puertas. La oleada de intensos rumores que llevamos recibiendo desde hace semanas nos ha permitido construir un teléfono que dejaría pocas sorpresas el día de su puesta de largo. Por lo que conocíamos hasta el momento, el Galaxy S7 llegaría junto a dos versiones más: Galaxy S7 Edge y Galaxy S7 Edge Plus. Todo hacía indicar que serían presentadas a la vez, pero un nuevo rumor de última hora asegura que no sería así.
Ha sido el reconocido tuitero Evan Blass, editor de Venturebeat, quien habría confirmado que la surcoreana no anunciaría los tres modelos de forma simultanea. El 21 de febrero daría a conocer la versión estándar junto a una de las versiones con pantalla curva, Galaxy S7 Edge. De este modo, habría que esperar algún tiempo más para conocer su otra variante con pantalla curva. Esto tiene mucho sentido, sobre todo si tenemos en cuenta la estrategia seguida por la compañía hace ahora un año. Samsung anunció el Samsung Galaxy S6 junto al Samsung Galaxy S6 Edge a las puertas del MWC, pero reservó la versión «Edge Plus» para el mes de octubre, es decir, la dio a conocer siete meses después.
No faltaría ni un mes para que sepamos de forma oficial si todas las filtraciones están en lo cierto, y el nuevo buque insignia de la asiática es como se está diciendo. Por lo que sabemos hasta el momento, el nuevo dispositivo contaría con una pantalla de 5,1 pulgadas, mientras que la de su compañero «Edge» subiría hasta las 5,5 pulgadas. Sobre el procesador conocemos que volvería a contar con dos diferentes. La compañía volvería a apostar de nuevo por Qualcomm, y habría elegido el nuevo Snapdragon 820 para que alimente a sus teléfonos. En otras regiones los dispositivos estarían disponibles con el chip de la casa Exynos 8890, más conocido como M1. En cualquier caso la mamoria RAM sería de 4 ó 6GB.
El apartado cámara también será bastante diferente al del teléfono insignia del año pasado. Según parece Samsung equiparía un sensor con una resolución menor (12 megapíxeles), pero incluiría píxeles más grandes con el objetivo de captar más luz. El resultado serían fotos mucho más definidas y de mayor calidad. Se espera que la cámara también llegue con nuevas funciones para destacar por encima de la de sus rivales. Por lo demás, también se habla de baterías de 3.000 mAh (para el Galaxy S7) y de 3.600 mAh (para el Galaxy S7 edge), así como de la inclusión de soporte para tarjetas de tipo MicroSD (quizá a través de una ranura híbrida Dual SIM o SIM+MicroSD). Como en otras generaciones también se espera que sea resistente al agua y al polvo. Falta muy poco para «ponerle cara» al nuevo teléfono, que ya se postula como uno de los grandes dispositivos de este 2016.