El equipo de expertos en tecnologí­a de Obama choca con la burocracia 3
Barack Obama y la tecnologí­a no terminan de congeniar. Si el presidente de los Estados Unidos ya habí­a tenido problemas para poder conservar su querida Blackberry, ahora el equipo del Presidente ha topado con la burocracia estadounidense. Que no es moco de pavo. Sus colaboradores, principales responsables de la campaña electoral más tecnológica de la historia, se han encontrado con un nuevo obstáculo en su objetivo de reformar la WhiteHouse.gov, página presidencial de los Estados Unidos desde 1996 en plena era Clinton.

Aunque su voluntad pasa por crear una página mucho más moderna e interactiva, al estilo de lo que los marketinianos llaman Web 2.0, parece que las cosas se están poniendo difí­ciles para el equipo de Obama. Debido a problemas de infraestuctura, la web no se actualizó hasta pasados varios dí­as de la toma de posesión del presidente. Y, desde entonces, se ha notado una ralentización en la publicación de las nuevas leyes y otros documentos de interés para el ciudadano.

El equipo de expertos en tecnologí­a de Obama choca con la burocracia 3
En este sentido, la idea de Obama era la de habilitar un área de comentarios para que los estadounidenses pudieran comentar cada uno de los proyectos del nuevo gobierno. La sorpresa llegó después de que se publicara la famosa propuesta del paquete de estí­mulo económico de 787 millones de dólares, un informe de 1.071 páginas que como es de suponer, generaba bastante controversia. La web se vio abrumada por las visitas y como solución temporal, limitaron los comentarios a 500 caracteres.

La primera tarea de este equipo tecnológico fue poner los ordenadores de la Casa Blanca al dí­a. Es decir, quitarle el polvo a Windows 2000 o levantar la censura de sitios como Facebook o Gmail. Pero lo cierto es que, aparte de disponer de una infraestuctura tecnológica primitiva, al equipo de Obama se le han venido encima una gran cantidad de leyes que solapan sus proyectos de intercomunicación con el ciudadano. De hecho, la eliminación de comentarios podrí­a atentar contra la libertad de expresión del ciudadano. Pero aún hay más. Almacenar información acerca de los usuarios podrí­a estar prohibido (según una ley impulsada en el año 2000), por no hablar de la Ley de Documentos Presidenciales, que manda guardar bajo llave todo lo que salga de la pluma (o del teclado) de Obama.

Veremos si el abanderado equipo del Presidente consigue lidiar con la burocracia del paí­s. Si Obama lo logró con su Blackberry, esta lucha no puede ser ningún imposible.

Ví­a: Washington Post

Recibe nuestras noticias

De lunes a viernes mandamos un newsletter con los titulares del día a +4.000 suscriptores

I will never give away, trade or sell your email address. You can unsubscribe at any time.