Mañana entra en vigor el nuevo canon digital con sólo una variación respecto a las tarifas que ya confirmó el Gobierno: los teléfonos móviles y agendas electrónicas con reproductor MP3 llevarán un impuesto añadido de 1,1 euros, en lugar de los 1,5 euros propuestos inicialmente por la SGAE. Conviene recordar que estamos hablando de un impuesto como compensación por el derecho a la copia privada, y que en esta nueva entrega, apodada ultracanon, mete en el saco nuevos productos como los MP3 portátiles (3,15 euros) y las memorias USB (0,3 euros).
La gravedad del asunto no radica sólo en que, a estas alturas del siglo XXI y en un país democrático como España, haya que pagar por un derecho recogido en las leyes (y que encima puede que luego no ejerzamos). Es que además, la entrada de todos estos nuevos productos dará lugar, según el Instituto de Estudios Económicos, a que la recaudación de este impuesto supere a la propia venta de contenidos.
¿Es justo conseguir más dinero a través de impuestos que vendiendo discos o dando conciertos? Para la industria discográfica, más interesada en los beneficios que en la música como arte, por supuesto que sí. Pero no para los ciudadanos, los fabricantes tecnológicos y ni siquiera para la mayoría de los autores. O al menos no lo es para el 95% de los afiliados a la SGAE, según la plataforma Todos contra el CANON.
Porque el canon ni siquiera lo recauda ni lo administra el Estado, como pasa con la inmensa mayoría de los impuestos sobre la venta de productos. Lo recauda una entidad privada como la SGAE. Una entidad puesta en entredicho por algunos de sus propios socios y por varias asociaciones de internautas.
Debido a todo esto, ¿habrá un control férreo, transparente y ejercido por el propio Gobierno sobre las cuentas de la SGAE?
La respuesta lógica sería que sí, pero lo cierto es que dicho control no se produce desde hace 10 años.
Eso sí, el canon viene siendo revisado y reaprobado cada cierto tiempo desde 1987, cuando arrancó como un impuesto sobre las cintas de casete y VHS con sus correspondientes grabadoras.
En 2003 se añadieron al carro CDs, DVDs, grabadoras de discos ópticos, impresoras multifunción y escáneres. Ahora en 2008, se suman las memorias USB, los discos duros, los móviles y PDAs con música y los reproductores portátiles de música y vídeo.
Dos revisiones del impuesto en sólo cinco años, pero ninguna vigilancia estatal sobre las cuentas en diez años. Saquen sus propias conclusiones. Pero cuidado a la hora de expresarlas, no les vaya a pasar como al diario Público.
Vía: elmundo
Mae mia como esta el patio en este pais
Penoso…pero por lo menos la SGAE estará contenta, ha conseguido algo impensable en los tiempos que corren. ¿Se imaginan embolsarse 3,15 € por cada kilo de mejillones que se vende en la pescaderia más cercana sin ser usted pescatero? o lo que es mejor, ¿Se imaginan embolsarse 3,15 € por cada kilo de mejillones, almejas, chirlas, etc que se vende en cualquier pesacadería de España?, ¿Se lo imaginan?, Pues eso es lo que se le debío ocurrir algún día algún sr. X de la SGAE…así este aparecía una buena mañana a su trabajo y dijo: "Tengo una idea, ¿por qué no cobramos 3€ por cada mp3 que se vende en España, total la gente los comprará igualmente (se venden como rosquillas, dijo otro que escuchaba la magnífica idea)? Y la SGAE se puso a trabajar pero no les basto con los mp3 y decidieron añadir móviles, dvd´s etc. Cuando se canasron, alguién llamó al gobierno y tachan la medida se aprobó…y lo mejor es que la SGAE no pone ni un puto duro en la construción, marketing, venta, transporte, etc de un mp3. Esto es como el alcohol, que pone la pegatina de los impuestos en el tapón. Dentro de poco estará mal visto escuchar música…
Típico de este país…inventar cualquier forma, cuanto más rocambolesca mejor, para echar mano a nuestra anoréxica cartera. Esta forma de recaudar dinero lo que me permitirá es copiar y bajarme cientos, sino miles, de Gb de música, cine y programas sin que me sienta mal por ello, ya que bien que lo habré pagado quiera o no. No se si estaré en lo cierto, pero me parece que me legitiman a realizar lo anteriormente dicho.
Lo próximo será imponer un canon a los coches para pagar las futuras infracciones que vayamos a cometer sin que haya cámaras o policías presentes, porque como buenos españolitos que somos, las cometeremos…Dios!! que espanto de partitocracia vivimos.
esto lo pagaran los comercios , yo hace tiempo que cd y dvd en españa ni uno y ahora pues todo lo que pague canon andorra ,portugal,inglaterra ,usa, y demas ale aque pague rita la cantaora si quiere ,no se porque los comercios se callan esto les afectara tambien ¿?¿?
Supongo que una vez que la mayoría de los españoles tengan acceso fácil a Internet y dominen la compra por la red, las tiendas físicas de electrónica en España desaparecerán (salvo algunas cadenas importantes en las que esta sección se verán drásticamente reducida) quedando todo limitado a comprar a través Web de fuera de España.
Esto podría tener como consecuencia que los productos electrónicos que vayamos agenciándonos no traigan el menú en castellano y que las firmas en electrónica, dada la poca venta de sus artículos en nuestro país, cada vez presenten menos de éstos con el menú e instrucciones en castellano.
Para gene como yo, que dominamos poco “otros idiomas”, la cosa pinta mal.
Esa es mi modesta opinión.
Un saludo.