«Cada vez hay menos cosas que sólo pueda hacer un PC». Esta frase de Hiroyuki Ishii, del Departamento de Ventas de la firma NEC, resume a la perfección la situación del PC en Japón. En el segundo cuarto de 2007, la venta de ordenadores de sobremesa en Japón descendió un 4,8%, y un 3,1% en portátiles. Y la tendencia bajista se mantiene desde hace año y medio. Los fabricantes ven la causa en las nuevas aplicaciones cada vez más presentes en aparatos como el teléfono móvil o el televisor.
Según una encuesta hecha en 2006 por el Ministerio del Interior nipón, más de la mitad de los japoneses usan el correo electrónico y navegan por Internet desde su teléfono móvil. Aunque sea menos trascendente, también es significativo que el 4% ha dejado de usar completamente el ordenador para enviar e-mails. Masahiro Katayama, de la consultora IDC, afirma que «ahora los niños japoneses crecen usando teléfonos móviles, y no PCs».
Y esto está pasando con muchos otros aparatos: los reproductores de música descargan las canciones directamente de Internet, las videoconsolas tienen conexión Wi-Fi, las cámaras de fotos se conectan por Bluetooth a las impresoras, las nuevas teles de alta definición descargan las películas de la Red y las guardan en un disco duro, junto con música y fotos.
El mercado se satura
Parece que, en el país del sol naciente, se está acabando la era en que había que renovar el ordenador cada poco tiempo. «Ya no impresionan los discos duros más grandes y los procesadores más rápidos. Ahora los consumidores están buscando máquinas complementarias con sus equipamientos electrónicos», sentencia Hiroko Nakamura, de Sony Japan.
Y esto lo están notando todas las firmas en el país asiático. Para Hitachi, los ordenadores han supuesto menos del 1% de sus ventas anuales. En 2006, los ingresos de NEC y Sony en este sector disminuyeron respectivamente un 6,2% y un 10% respecto al año anterior. Incluso Apple, una firma con un público reducido pero fiel, ha visto caer sus ventas en Japón un 5% en lo que llevamos de 2007.
Damian Thong, analista de Macquarie Bank, afirma que los japoneses, «una vez fuera de la oficina, normalmente se contentan con escribir e-mails o descargar música en sus móviles». Pero la tendencia no sólo se nota entre los usuarios domésticos: las empresas ahora esperan más tiempo para reemplazar su equipamiento informático, ya que los avances en este campo son menos trascendentales que hace años.
Lejos de arrojar la toalla, los fabricantes están respondiendo a la tendencia con equipos más económicos, con más diseño y más prestaciones. Por una parte proponen terminales con precios reducidos, y por el otro presentan modelos muy vistosos y pensados para ser el centro del ocio digital en casa. «Tenemos que transmitir el mensaje de que los PCs están en la cima en términos de potencia y rendimiento», concluye Ishii.
A nivel mundial, la venta de ordenadores no para de crecer. Pero en el campo de la tecnología, el mercado japonés suele adelantarse a lo que después pasa en el resto del mundo. En Estados Unidos también comienza a notarse un pequeño retroceso en el sector. En España estamos todavía muy lejos de la situación, pero de momento los portátiles ya se han impuesto a los sobremesa. Y esto es algo que se produjo hace años en Japón y Estados Unidos. ¿Seguirá cumpliéndose esta lógica mundial?
Vía: Yahoo! News
Claro, claro, cuando en España tengamos las velocidades de acceso que tienen en Japón, y los servicios de telefonía/internet móvil sean tan asequibles como allí, yo también leeré el correo desde mi móvil, pero por ahora… ¿quién lo paga?