En Honor han cumplido con su cita anual y ha presentado a su móvil estrella del 2024: el Honor Magic6 Pro. Aprovechó el Mobile World Congress de Barcelona para darlo a conocer, aunque yo ya he podido echarle las manos encima unos días antes. Lo he estado probando como mi móvil de cabecera durante casi un mes para poder diseccionarlo a lo largo de esta review y contarte qué me ha parecido, cómo se comporta y si su Inteligencia Artificial aporta realmente valor a este móvil.
Se trata de un móvil de gama alta o premium, con un precio de salida de 1.300 euros. Y es que tiene una pantalla OLED con un brillo impresionante, lo último en procesadores móviles de Qualcomm, carga ultra rápida y, la estrella: una cámara realmente potente. Pero ¿cumple con todo lo que se espera de un móvil de 1.300 euros? ¿Su cámara justifica su precio y se disfruta como una de las mejores del mercado? Te doy respuesta a todas estas preguntas y más en este análisis de uso del Honor Magic6 Pro.
Un módulo enormérrimo pero un diseño icónico
Lo primero que llama la atención de este Honor Magic6 Pro, o al menos lo que me ha llamado la atención a mí, es que rompe con la tendencia actual del resto de fabricantes en cuanto al diseño. Me he encontrado con un tope de gama que apuesta por la curvatura de la pantalla en sus laterales y, sobre todo, con un módulo de cámaras predominantes. Nada disimulado y nada minimizado. De hecho, parece que Honor ha querido darle énfasis enmarcándolo en un círculo y después en un cuadrado con laterales curvos que ayuda, a modo de escalón, a disimular la protuberancia que es en realidad.
Personalmente me gusta. Es contrario a norma. Es exagerado. E, incluso, en el modelo con acabado de piel vegana verde es hasta hortera o muy propio del mercado asiático, usando acabados dorados en algunas de sus partes. Sin embargo, es un diseño icónico que lo diferencia del resto de terminales de gama alta, y que, en el modelo que he probado yo (gris), casa perfectamente con el resto de piezas y acabado. Lo que le da un resultado elegante, formal, vistoso y diferenciador. Además, consigue muy bien lo que busca: disimular la anchura del módulo de cámaras y darle el protagonismo que merece en este equipo. Así que para gustos…
Además, este modelo del Honor Magic6 Pro que he tenido en mis manos durante estas semanas puede presumir de limpieza. El acabado de cristal consigue salvarse de las huellas de manera sorprendente. No solo no se mancha sino que, además, es fácil de limpiar. Y también es muy resistente, algo que he comprobado sin quererlo. Se resbala demasiado de las manos por su delgadez y acabado deslizante, pero aguanta muy bien. Lo cual contrarresta el punto de que Honor no haya incluido una funda en su equipo de 1.300 euros. Una de cal y otra de arena.
En cuanto al resto del diseño y la construcción solo veo puntos positivos. Se nota una construcción robusta y bien acabada, con diferentes materiales y piezas sin que las aristas o los puntos donde se juntan se marquen, rocen o sean un nido para recoger el polvo y las partículas de mis bolsillos. El móvil resulta delgado, con solo 75,8 mm de grosor, y bastante ergonómico a pesar del acabado y de su peso de 229 gramos. Es elevado pero compensado. Aunque hubiera vivido más tranquilo estas semanas con una sencilla funda de silicona protegiéndolo.
Cámara periscópica de 180 megapíxeles y demasiada IA
Pero vamos a hablar de uno de los pilares de este Honor Magic6 Pro y su principal razón de venta: las cámaras. Aquí Honor ha querido ir un paso más “lejos” gracias a incluir el primer teleobjetivo periscópico en un móvil con sensor de 180 megapíxeles. Se trata de una decisión llamativa pero muy inteligente, ya que, además de para espiar desde muy lejos, gracias a los 2,5X aumentos ópticos, es ideal para tomar fotos de retrato más naturales y también escenas alejadas con un desenfoque más profesional y menos marcado. Algo que ha hecho que prácticamente use este objetivo como la cámara principal durante mis semanas de uso con este móvil.
Eso sí, no todo es positivo con este teleobjetivo. A pesar de su inmenso sensor, el zoom 100 sirve de poco o nada. Es capaz de ampliar digitalmente la imagen para ver objetos desde realmente lejos. Sin embargo, la calidad en estos casos me ha resultado completamente inservible. Ni para tomar fotografías ni para espiar. Claro que no es la razón principal de este teleobjetivo. Aunque hay que decir que su estabilizador de cámara es realmente práctico a estos niveles, manteniendo en el encuadre el punto que queremos ver o intuir. Pero te aseguro que no vas a aprovechar este zoom digital ni para hacer fotos a la luna.
Por supuesto, existen más objetivos. Uno de ellos es ultra gran angular, con un ángulo de visión de 122 grados. Suficiente para cubrir grandes superficies o conseguir fotos con ese efecto ojo de pez. La apertura f/2.2 se deja notar y el procesado de las imágenes busca replicar de forma bastante fidedigna los colores. Y es bastante disfrutable con luz natural, aunque no han llamado mi atención especialmente. Pero es que prefiero los retratos a las fotos con gran angular. Eso sí, olvídate de ampliar o reencuadrar una foto con ultra gran angular hecha de noche si no quieres que a la imagen se le vean las costuras.
Y por último está el sensor realmente principal. El de la cámara que todo el mundo usará en este Honor Magic6 Pro si no es muy ducho en fotografía o simplemente no le interesa el aspecto artístico. Cuenta con un sensor Falcon de 50 megapíxeles que sorprende por su tamaño: 1/1,3 pulgadas. Algo que le otorga una gran luminosidad y que hace que cualquier foto, con más o menos luz, muestre detalles, texturas, colores realistas y muchísima información. Además, tiene apertura con ajuste automático de entre f/1,4 y f/2,0. En palabras que todo el mundo entiende: es completamente dinámica, se ajusta a la mayoría de situaciones y va a conseguir fotos realmente buenas en casi cualquier escenario: contraluz, nocturnas, primeros planos, planos abiertos. He disfrutado de esta cámara y, sobre todo he aprovechado su capacidad y agilidad para saber que aunque fuera a hacer una foto rápida, el enfoque y la calidad iban a ser realmente buenas.
Pero hay un gran pero que opaca ligeramente una ficha técnica fotográfica envidiable y que debería estar en el top 3 de cámaras móviles de 2024: la Inteligencia Artificial y el procesado. A pesar de que el Honor Magic5 Pro hacía un grandioso trabajo de cámaras, Honor ha decidido aplicar un nuevo procesado en diferentes modos de fotografía que han empeorado la experiencia y los resultados. Así, el modo apertura, que era ideal para conseguir fotos que parecían tomadas con una cámara réflex y que conseguían un bokeh natural, han perdido agilidad y detalle. Eso sí, esto ha hecho que redescubra el modo retrato, donde puede elegirse un grado de desenfoque previo a la captura, donde se consigue un recorte bastante preciso (aunque sigue sin aplicarse correctamente a las gafas en todas las ocasiones), y que fotografían realmente rápido para captar detalles de personas al instante. Con mayor calidad y sin perder detalle por procesados no tan interesantes. Un cambio de paradigma que también pillará por sorpresa a los habituales de Honor.
Y es que parece que, junto a la cámara Falcon, Honor ha delegado algunas cuestiones a la Inteligencia Artificial y al procesado inteligente de las imágenes. Aseguran mejorar todas las escenas al reconocer elementos presentes y aplicar correcciones. Pero la experiencia, como ya he comentado, no ofrece tan buenos resultados. Ni siquiera en la función estrella de la IA de esta cámara: el disparo de acción automático. Ese que promete capturar la mejor toma de aquello que se mueve en el encuadre para no tener ni que pulsar el disparador y no perdernos a nuestro perro jugando o al atleta corriendo. Pues bien, aquí también he sacado algún pero. La tecnología funciona la mayoría de las veces. Al menos con mi perro. El problema es que la captura parece más rápida que el enfoque, y aunque ha tomado la foto automáticamente, el enfoque no siempre ha sido el correcto. Sigue siendo útil para las personas menos expertas en el ámbito fotográfico, pero queda mucho que pulir en torno a la IA.
Respecto a la cámara para selfies he de decir que recoge con gran detalle elementos como pelo, textura de piel e incluso puntos negros en la nariz, siempre y cuando haya luz directa. Sin embargo, no me ha sorprendido ni puedo meterla entre las mejores cámaras frontales de este 2024 porque rápidamente pierde definición en cuanto la luz empieza a escasear. Lo bueno es que, al tener un sensor de profundidad (segunda cámara frontal), el recorte es bastante bueno, pero no ideal. Está claro que, tras un mes de uso, me quedo con las cámaras traseras de este Honor Magic6 Pro.
Eso sí, no quiero dejar pasar que para los amantes de los vídeos este móvil puede dar muchas alegrías. Y es que el efecto de su rápido enfoque y la posibilidad de grabar en LOG multiplica las posibilidades de los usuarios más creativos. Tanto para crear un videoclip, como para usar este móvil para generar contenidos para un vídeo de YouTube, por ejemplo. A 1X la estabilización de imagen y el enfoque hacen maravillas sin trípode ni palo estabilizador. Y la calidad 4K luce realmente bien, con nitidez y detalle incluso fuera del móvil.
Pantalla muy brillante y respetuosa con la visión
Otro de los pilares de este Honor Magic6 Pro es su pantalla. Y me lo ha dejado tras estas semanas de uso porque no puedo sacarle ni una pega. Es un panel generoso de 6,8 pulgadas AMOLED de tipo LTPO. Así que su tasa de refresco es hasta los 120Hz, pero ajustándola al contenido para ahorrar batería. Sin embargo, es su dato de máximo de brillo en HDR de 5.000 nits, o los 1.600 nits que consigue de luminosidad en toda la pantalla lo que marca la diferencia. No es un dato que se note a simple vista, nunca mejor dicho, pero sí mejora la experiencia de uso del móvil en todos los momentos. Y es que nunca he tenido que hacer sombra con la mano sobre la pantalla para ver un contenido. Ni he sufrido demasiado con reflejos. Los contenidos se ven de lujo.
Claro que a ello también ayuda el poder representar más de 10.700 millones de colores, tener una densidad de 453 píxeles por pulgada, cumplir con el estándar Dolby Vision y disfrutar del contraste del panel OLED. Todo puntos a favor para una experiencia realmente satisfactoria. Y es que también me ha resultado ágil a la hora de jugar a juegos o moverme rápidamente.
El punto extra que Honor viene añadiendo a sus terminales viene de la mano de certificados que ayudan a que estos paneles no trastoquen nuestros ciclos de descanso. Algo que no puedo probar de primera mano porque tanto consumo de pantalla tiene a mi ciclo circadiano bailando bulerías y completamente desajustado. Pero Honor asegura, con triple certificación TÜV Rheinland, que no va a modificar tu ciclo circadiano, ni existe parpadeo que agote y fatigue tu visión y, además, que existe protección visual total.
Bueno, y algo que he probado sin querer: la tecnología de resistencia del cristal de la pantalla funciona genial. Aunque han sido un par de caídas accidentales desde el bolsillo de un pantalón un poco holgado cuando me he sentado (menos de medio metro), este teléfono ha probado un par de veces la dureza del suelo. El resultado es que se mantiene perfecto. De hecho, lo único que ha sufrido daño es la capa protectora que ha absorbido el golpe, despegándose ligeramente del cristal, que permanece intacto.
Buena potencia pero con una IA poco útil
No hay sorpresas bajo el capó de este Honor Magic6 Pro. Durante estos días he disfrutado del rendimiento del procesador Snapdragon 8 de tercera generación para mover cualquier cosa que le he lanzado al terminal. Juegos, aplicaciones, mucha multitarea y procesamiento gráfico con filtros y efectos de todo tipo en juegos y aplicaciones como Instagram. Y ni una pega, oye. Ni siquiera con su capa de personalización, que luce algo desfasada en cuando a diseño y funcionalidades, necesitando ser algo experto en la marca para sacarle el máximo provecho. Pero lo bueno es que todo corre de manera fluida, sin atascos, sin bloqueos innecesarios y sin parones que disparen mi rabio o impaciencia. Ahora bien, hay un gran pero.
Aunque he estado usando este Honor Magic6 Pro durante un mes como móvil de cabecera, no ha sido hasta las última semana cuando he podido probar una de sus características estrella según pude ver en el MWC. Y sí, tiene que ver con la Inteligencia Artificial. Y sí, de nuevo me he enfrentado ante un producto que en teoría funciona pero que en la práctica no es tan útil como lo venden.
Todo viene de la mano del portal mágico o Magic Portal. Una herramienta que, presumiblemente, reconoce la información que hemos señalado en pantalla para ofrecernos las aplicaciones más útiles en ese momento o donde vamos a usar esa información. Algo así como adelantarse a nuestras necesidades y ahorrarnos pasos. He probado a hacer la prueba de la demo que nos enseñaron en Barcelona en el MWC: selecciono un mensaje de WhatsApp donde hay una dirección con una pulsación larga, arrastro el dato hasta el extremo de la pantalla, y luego elijo la app donde lo quiero usar. En este caso Google Maps. Rápidamente me aparece una ventana flotante con la navegación hasta ese punto a una pulsación de ser iniciada. Todo correcto. Todo bien. Sin embargo…
Poca ventaja más he sacado a este Portal Mágico que siempre me enseña las mismas apps aunque seleccione otros elementos. que no son una dirección. Además, la experiencia de uso es algo compleja, ya que marcar un texto, una foto o algún elemento para enviarlo al portal no siempre sale a la primera. Resulta algo frustrante si el resultado no va a ser siempre bueno. Es útil para el caso concreto de la dirección, o para copiar texto rápidamente, e incluso imágenes, y llevarlas a la app de notas. O para hacer una búsqueda inversa en Google de una imagen que nos encontremos. Pero, al menos de momento, esta IA no es tan inteligente ni adaptativa. Ni resuelve grandes problemas o acorta los procesos más habituales en el móvil. Se agradece como complemento pero falta desarrollo.
Una de las mejores baterías de 2024
Dejo para el final otro de los pilares clave que he descubierto tras probar el Honor Magic6 Pro durante un mes: su batería. No solo es amplia, sino también ágil y con una autonomía que el resto de gamas altas de este año solo pueden envidiar. Si el peso ligeramente superior de este móvil sobre otros de este segmento de precio se debe a cargar con una batería de 5.600 mAh yo estoy dispuesto a cargarlo. Es una maravilla de autonomía. No ha habido ni un solo día en este mes de uso que haya necesitado una carga extra de emergencia para ampliar la autonomía unas horas más. De 7 de la mañana a 12 de la noche aunque juegues, uses mucho su pantalla o aproveches apps de geolocalización. Eso sí, todo depende del trabajo que le des. Pero, en mi caso, siendo usuario intensivo, han aguantado todo lo que le he echado. De 10.
Los peros en este apartado vienen por parte de las decisiones de marca que no veo tan acertados. Por un lado Honor ya no incluye un adaptador de corriente en la caja de este Honor Magic6 Pro, a pesar de costar 1.300 euros. Además, el cable que integra es de USB-C a USB-C. Repite las políticas de Samsung de no incluir el adaptador, supongo que por motivos medioambientales, pero tampoco da facilidades para que usemos los que podemos tener ya en casa que cuentan con puerto USB-A. Para más inri, Honor no vende cargadores oficiales en su web. Así que, si queremos usar su capacidad de 80 o 100W de potencia de carga rápida, tendremos que hacerlo de forma menos oficial y comprando un adaptador por nuestra cuenta en otros canales. Algo que seguramente acabe dando problemas a más de algún usuario con incompatibilidades o, simplemente, sin poder aprovechar las ventajas de este gran terminal.
Conclusiones tras un mes de uso del Honor Magic6 Pro
Está claro que Honor ha dado un paso adelante con este Honor Magic6 Pro, que sus prioridades sobre cámaras, pantalla, autonomía y diseño se han cumplido. En algunos casos con creces. Pero es un paso adelante poco firme por pequeños peros que enturbian su dirección de avance. La inclusión de la IA, que parece llegar forzada por la tendencia del sector marcada por Samsung y no por el propio desarrollo, no le sienta del todo bien. No aporta grandes funcionalidades en el uso, e incluso llega a empeorar algunos detalles de la cámara para quienes les seguimos la pista muy de cerca.
Lo bueno es que estas cuestiones podrán ir mejorando con actualizaciones en el futuro que den la bienvenida a herramientas realmente prácticas y útiles para cualquier usuario. Lo malo es que empaña una campaña de marketing y una tendencia que habla de la IA como la solución que todo el mundo busca cuando aún nadie sabe bien para qué va a ser útil.
¿Recomendaría este Honor Magic6 Pro como uno de los mejores móviles de 2024? Sin duda. Eso sí, aprovechando su oferta de lanzamiento por 1.000 euros, que lo hace realmente competitivo e interesante, y para tener margen y comprar adaptador de corriente de carga rápida y una buena carcasa. Y es que su precio de 1.300 euros quizá sea un poco desproporcionado si todas esas funciones extras no resultan tan prácticas.