Mi experiencia con el monitor LG Libero tras un mes de uso

Encontrar un buen monitor puede ser realmente complicado. Y es que cada persona hacemos un uso muy diferente de ellos: para trabajar, para jugar, para editar o para casi todo a la vez. Y ya no solo entra en juego unas buenas capacidades técnicas para cumplir con todos esos tipos de usuario, sino que el diseño también marca la diferencia. Sobre todo si te vas a gastar algo más de dinero de lo básico. LG lo ha entendido perfectamente y cuenta con el monitor LG Libero que he podido probar durante un mes. Se trata de una pantalla IPS de 27 pulgadas que destaca no solo por cumplir varios de los requisitos que mencionaba más arriba, sino por un diseño de lo más peculiar. Es estiloso y con cámara modulable.

El LG Libero se vende por 590 euros en la tienda oficial de LG (actualmente por 400 euros gracias a un descuento). Está por encima de la media en cuanto al coste de otros monitores con sus características técnicas como resolución QHD, HDR10 y la capacidad de representar el 99% del espectro sRGB. Pero por debajo de lo que venden otras marcas que se enfocan más en el diseño. Y es que lo del LG Libero es de lo más curioso, pudiendo colocarlo de pie o colgarlo de un soporte que llega integrado. Pero no solo eso: incluye una cámara web FHD modular que puedes conectar o no y que casa a la perfección con el diseño. Te cuento toda mi experiencia con este monitor a lo largo de un mes de uso en este análisis para todos los públicos.

Diseño rompedor, sencillo y efectivo

Y voy a empezar por lo más llamativo y diferenciador: su diseño. Ahora vas a poder entender por qué este LG Libero cuesta más que otros monitores con características similares, pero sin alcanzar los precios desorbitados de monitores curvos o con un diseño exclusivo. Resulta que LG ha montado un monitor rectangular relativamente normal, algo grueso en realidad (32,1 mm) con un asa metálica en uno de sus extremos más largos.

Esta asa pivota y sirve a la vez de soporte o pie. Y no te preocupes porque el movimiento del monitor es limitado y mantiene la tensión en cualquier inclinación. Da igual que teclees muy fuerte en el escritorio, este LG Libero mantiene el tipo sin ningún tipo de problema. Y es que este montaje resulta realmente robusto y eficaz. Pero también útil: da igual la inclinación que le pongas al monitor, pudiendo adelantarlo o retrasarlo en un buen ángulo, ajustándolo así a la altura de tu silla. En ningún momento he tenido la sensación de que se va a caer, vencer o que se mueva lo más mínimo. El único punto negativo aquí es que resulta difícil darle altura al equipo completo. Al no contar con una peana pequeña y centrada, sino en un asa en forma de U alargada, no vas a encontrar soportes ideales para alzar el monitor. Aunque, en teoría su tamaño e inclinación debería ajustarse a la postura correcta delante de un ordenador.

Por otro lado está la posibilidad de colgarlo. Gracias a un par de ganchos que vienen en la caja, este asa puede formar parte de una estructura de soporte que permite colgar bocabajo el LG Libero de un muro de un cubículo. O de alguna estructura estrecha que se coloque frente al escritorio. Por supuesto, la imagen se da automáticamente la vuelta para quedar del derecho cuando se cuelga, exactamente como los móviles. Y así puede ocupar aún menos espacio al colgarse desde algún soporte, muro o demás. Sin poder controlar la inclinación como cuando se usa de pie. Pero con un curioso y funcional diseño, aunque preveo que sea el menor de los usos en este monitor LG Libero.

Por cierto, el diseño de este asa/pie está más que trabajado. Y no solo se nota en lo robusto de los materiales o la posibilidad de aguantar la posición del panel. También tiene que ver que los puertos del monitor, así como los botones, están siempre a la vista y disponibles. Es más, el puerto USB-C y los pines de la cámara modulable también. Y es que hay dos, uno en cada lateral largo del monitor, lo que permite usar la cámara en la parte superior del monitor cuando se está usando con el formato pie o cuando está colgado.

Lo único que cambia realmente de estar abajo a arriba o viceversa son los altavoces frontales. Cuando el monitor LG Libero está usando el asa como pie, los altavoces forman el marco grueso inferior del panel. Los otros tres son bastante más finos, aunque dejando medio centímetro de franja negra entre el panel y el marco metálico del equipo. Al darlo la vuelta y dejarlo colgando del asa, la franja negra queda en la parte superior. Algo que puede descolocarte en un principio, pero que en breve pasa desapercibido.

Aparte de esto, LG ha querido otorgar un diseño de equipo moderno y estiloso al monitor LG Libero. Los acabados del asa y los marcos son metálicos en un blanco roto muy de estilo minimalista finlandés. Y el equipo se remata en la trasera con un plástico que, a la vista, tiene aspecto de tejido en el que puede apreciarse la textura a simple vista. Lo dicho, es un monitor realmente estiloso, curioso y efectivo en la misión de poderse colocar de pie sin ocupar un gran espacio o incluso colgarse. Aunque ya te aviso de que seguramente no hagas esto último.

Panel 2K con HDR 10 casi profesional

Y digo casi profesional porque aunque es ideal para la mayoría de trabajos, quizá quienes se dediquen exclusivamente a la edición requieran de algo más de solvencia y tecnología. Se trata de un panel IPS de 27 pulgadas capaz de representar el 99% del espectro sRGB. Sí, he podido editar foto y vídeo sin problema durante estos meses. Pero quizá un diseñador gráfico necesite ese 100% de capacidad a la hora de representar todos los colores. O que prefieran un panel OLED configurable para mejorar aún más el contraste y detalles. Pero para mí, que monto los vídeos de YouTube de tuexperto.com, ha sido más que capaz. Y también a la hora de retocar fotografías donde ver con todo lujo de detalles, o al menos al 99% los cambios de tono sutiles y degradados.

Por supuesto hablamos de un panel QHD. Es decir, con resolución 2560 x 1440 píxeles, que queda por debajo del 4K, más conocido como 2K. Dos veces más que el FullHD o 1.080, y que se usa para conseguir imágenes bien definidas pero sin llegar al procesamiento más elevado del mercado. Lo dicho: cuasi profesional.

Pero LG incluye software en este monitor para potenciar algunos detalles en diferentes ámbitos de la imagen, entre ellos la resolución y definición. Por ejemplo, entre sus menús está la función Super Resolution+, que aplica una especie de filtro o contraste extra a los contornos de los elementos que se ven en pantalla. Se puede aplicar en varios niveles y, aunque en la opción más alta el efecto es demasiado exagerado y perjudica la correcta visión de la imagen, en el nivel bajo he notado que ayuda bastante a aplicar esa sensación de definición extra que hace los textos más legibles y las imágenes más definidas. Es un truco de software, pero no está de más que se pueda utilizar. También es posible regular otros detalles como la nitidez y el contraste, que ayuda a que el resultado en pantalla sea más cómodo y definido de ver si es que lo usamos para consultar documentos o ver imágenes de manera no profesional.

Además, hay opciones especialmente pensadas para el disfrute de contenidos a través de este monitor. No todo va a ser trabajar. Incluye soporte para HDR10, con lo que los contenidos que funcionen con este códec, como muchas de las series de HBO Max, por ejemplo, se mostrarán con una configuración de imagen ecualizada tal y como el creador del contenido quería transmitirlo.

Con ello, la calidad de imagen no solo es aceptable, sino también moldeable a las necesidades del usuario o a lo que estemos haciendo: trabajar con documentos, ver series, jugar a videojuegos…

También hay que hablar del tratamiento del color. Que, de nuevo, vuelve a ser bueno pero no a nivel profesional. Es capaz de representar el 99% del espectro sRGB. Y en las pruebas durante este mes de uso me ha parecido mas que correcto. Claro que yo lo he usado para trabajar en documentos, editar fotos y montar vídeos. Pero sin dedicarle un tratamiento profesional al ámbito del color en estos casos. Los degradados, la representación de los colores y el volumen de cada tono merecen la pena. Pero quizá no alcance los estándares de un profesional que trabaja con imágenes para impresión dado a todos los extras que incluye este LG Libero.

Y es que podemos configurar (o desconfigurar para los más puritanos) cuestiones como el contraste, el nivel de gama o la temperatura de color se pueden también regular al gusto. Desde el menú integrado en el monitor, todo se puede personalizar. Lo cual es todo un punto a favor para los usuarios que quieran detallar la experiencia de uso, pero que le resta esos puntos como monitor profesional. Al menos para los expertos en tema de diseño.

También se queda a medio camino con su tasa de refresco. En mi caso, durante este mes, y tras configurarlo correctamente respecto a mi portátil (problemas a la hora de igualar resolución y porcentaje de aumento) he conseguido que las imágenes se muestren a 59,95hz de refresco. Es más que aceptable para el trabajo de oficina, para ver películas o para trabajar con diferentes aspectos de edición. Sin embargo, se queda atrás de los 100 o 120hz a los que trabajan monitores más avanzados de precios similares. O los 144Hz o incluso 260Hz de los monitores gaming que se le acercan en precio (y no llegan). ¿Significa esto que no es válido para videojuegos? Para nada. Es más que capaz, siempre que tu ordenador o consola lo sea. Además, añade modos de reproducción de videojuegos para tratar de mejorar la experiencia. Incluso se puede gestionar el tiempo de respuesta para mostrar los gráficos de manera definida cuando hay mucho movimiento. ¿Es el mejor monitor para jugar videojuegos por este precio? En este caso no.

Altavoces y cámara incluidos

Qué menos que, por un precio de casi 600 euros, este monitor de LG llegase completo. Y sí, lo hace incluyendo altavoces y una webcam, aunque sin rematar con maestría tampoco en estos ámbitos.

Por el lado del sonido me he encontrado con dos altavoces de 2 watios de potencia. Suficiente para un uso individual del equipo a volúmenes medios. Pero sin pasarse de volumen si queremos evitar distorsiones y efecto enlatado. Por suerte y por defecto el LG Libero llega configurado al 50 de nivel de volumen propio, por lo que subir el volumen del ordenador basta para conseguir cierta potencia sin encontrar estas imperfecciones. Ahora bien, si usas el monitor como televisor para jugar con alguien o ver una película acompañado tendrás que subir el volumen y encontrarte con relativa potencia pero no mucha calidad de sonido. Aunque también incluye mejoras como el códec Waves MaxxAudio para filtrar el sonido y conseguir una mejor calidad si está activo. Y, como te digo, si no te pasas de volumen ni apuestas por contar con bajos rotundos.

Respecto a la cámara, de la que ya te hablado antes, LG la ha incluido en formato modular. Vaya, que se monta y se desmonta al gusto. Si no la vamos a usar, o somos muy celosos de nuestra privacidad (incluso cuando incluye una tapa física para la lente), podemos simplemente tirar de ella y desconectarla del monitor por su puesto USB-C y sus pines. Sin clicks, sin tornillos… sin ningún tipo de dificultad. Tanto del puerto superior como el inferior (por aquello de poder cambiar la posición de pie a colgado) el sistema es el mismo y con la misma facilidad. Eso sí, la cámara se queda en la resolución FHD. De nuevo, más que suficiente para videollamadas y calls con cierta solvencia. Pero sin llegar a la excelencia para aprovecharla para otros menesteres. Lo bueno es que incorpora un micrófono para que el equipo quede completo a la hora de hacer videollamadas, siempre con el extra de la privacidad al poder desacoplarla directamente.

Monitor con doble señal

El LG Libero sí cumple con el aspecto de los puertos. De nuevo, el precio puede no justificarse en este aspecto, pero al menos te da puertos de intercambio de datos para tener más a mano que tu portátil o el sobremesa al que lo tengas conectado. Concretamente hay un puerto USB tipo C en el lateral que emite corriente para cargar el móvil, por ejemplo, o para recibir señal de imagen 2.560 x 1.440 a 60 Hz y transmitir datos. Y también hay un HDMI capaz de captar señales de 2.560 x 1.440 a 60 Hz.

De hecho, este monitor puede mostrar dos señales simultáneas si lo que necesitas es tener todos los datos a la vista en sus 27 pulgadas. Todo ello controlado con su propio software, el cual personalizas con los botones físicos laterales. Son menús intuitivos con un diseño clásico y que, a su favor, cuentan con algunas descripciones de diferentes funciones para saber en qué afectan.

Conclusiones tras un mes de uso del monitor LG Libero

Me queda claro que LG ha creado un monitor para gustar a todos. Este LG Libero busca ser versátil en el aspecto técnico sin especializarse en ningún uso concreto. Muy bueno para el trabajo de oficina, notable para quienes trabajan y juegan en el mismo ordenador, capaz para reproducir contenidos como series y películas, o incluso con solvencia si lo configuramos para trabajar en edición digital. Pero sin llegar el sobresaliente en ningún aspecto. Le falta un escalón en cualquiera de estos ámbitos. Buena definición y gran tratamiento del color son puntos muy positivos en un monitor, pero no son los únicos que se pueden tener en cuenta cuando eleva el precio muy por encima de la competencia. Es difícil justificarlo solo con el aspecto más técnico.

Pero no si nos fijamos en el diseño. Y es que es su punto más sobresaliente. Es vistoso. Es elegante. Y puede llegar a ser incluso práctico y cómodo al permitir colgarlo. Lo cual no solo hace que ocupe menos, sino que no desdice lo más mínimo. Esto, junto a su cámara modular y lo sorprendente del diseño son sus claves más características, y las que pueden hacer que un usuario se decida por él y no por otro monitor más técnico y con precio más ajustado, que los hay. Si quieres estilo, este LG Libero lo tiene. Pero tendrás que pagarlo.

Con esto quiero decir que, a menos que seas un profesional que necesita un monitor específico, este LG Libero va a satisfacer tus necesidades sin problema. Pero se queda unos peldaños por detrás de los monitores más avanzados. Aunque pocos se le pueden igualar en el aspecto del diseño y funcionalidad.