¿Tienes un frigorífico Beko? ¡Esto te interesa! Con estos consejos podrás sacar el máximo partido a uno de los electrodomésticos más importantes de la casa. Sí, el que está encendido y funcionando las 24 horas del día, los 7 días de la semana para conservar los alimentos frescos y en buen estado para que puedan ser consumidos por toda la familia.
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Aprovecha el potencial de tu frigorífico Beko con estos consejos
Con estos consejos no solo aprovecharás al máximo la capacidad de tu frigorífico Beko, sino que también ampliarás su vida útil, mejorarás la eficiencia energética del electrodoméstico y ahorrarás dinero. ¿Qué más se puede pedir?
1. Mantén tu frigorífico Beko organizado
Organiza y optimiza el espacio de tu frigorífico ordenando los alimentos de la siguiente forma:
- Sitúa los alimentos que caduquen más tarde en la parte posterior y aquellos que caduquen antes en la parte anterior del frigorífico. Es decir, de atrás hacia adelante. Esto es imprescindible para saber qué alimentos consumir primero antes de que se echen a perder.
- En los cajones inferiores, almacena la fruta y la verdura. Algunos modelos de neveras Beko como el BCHA275E3S disponen de dos cajones para separar las frutas de las verduras y, además, cuentan con la tecnología Everfresh+ capaz de preservar la frescura de estos alimentos por hasta 30 días.
- En la zona más fría del frigorífico, como en el compartimento 0° de los frigoríficos Beko, se deben colocar los productos alimenticios más delicados y que se comerán en pocos días como, por ejemplo, carnes (ternera, cerdo, pollo…), pescados, embutidos y/o quesos.
- La puerta, al ser la zona menos fría, es perfecta para colocar los huevos, las salsas, las mantequillas o las mermeladas, entre otros.
¡El orden también debes mantenerlo en el congelador!
Si vas a cocinar grandes cantidades o varios platos, opta por congelar. Almacena la comida por raciones en tuppers, ponles una etiqueta en la que se indique la fecha de congelación y guárdalos en el congelador hasta que los vayas a consumir.
Recuerda: se pueden mantener los alimentos congelados hasta un máximo de seis meses siempre y cuando tu congelador Beko esté a -18°. Pasado este periodo de tiempo, no es recomendable consumirlos.
2. Sitúa el frigorífico en un lugar fresco
Coloca el frigorífico en un lugar fresco, oscuro, en el que no le dé la luz del sol y lejos de fuentes de calor como las que emiten otros electrodomésticos (microondas, hornos, lavavajillas…) o de radiadores.
Además, debe haber al menos 5 cm de espacio alrededor de los laterales, de la parte superior y de la parte inferior de la nevera para que se ventile. Si no dejas este espacio, no podrá liberar el calor del compresor y esto hará que la nevera se caliente y tenga que trabajar a más rendimiento para garantizar una conservación segura de los alimentos.
3. ¡La puerta cerrada y…
Esto parece obvio pero… a todos nos ha pasado de ir a la nevera y mantenerla durante varios segundos abierta, ya sea por una distracción o por no saber qué coger de su interior. ¡Esto es un error! ¿Por qué? Porque el aire frío saldrá y entrará el aire caliente, lo que hará que la nevera tenga que trabajar a toda máquina para enfriar los alimentos.
Así que, ya sabes, minimiza las veces que abres la puerta del frigorífico al día para evitar el sobre funcionamiento o funcionamiento en exceso y con ello, aumentar la vida útil de este electrodoméstico.
4. El frigorífico siempre lleno!
En la medida de lo posible, mantén tu frigorífico Beko o del fabricante que sea, lleno. Aquí no hablamos de llenar hasta el límite, pero sí, al menos 2/3 de su capacidad total.
¿Qué por qué? Porque una nevera llena, gasta menos que una vacía. Esto ocurre porque el aire mantiene menos el frío y si tienes la nevera pelada, cada vez que lo abras, perderá frío del interior y tendrá que consumir más recursos para enfriar los alimentos.
Como te decimos, no se trata de llenarla hasta los topes. De hecho, debes dejar un espacio entre los alimentos y el fondo de la nevera para que el aire pueda circular, así como mantener las rejillas de ventilación sin obstaculizar por ningún alimento, cartón o envase que las puedan estar bloqueando.
5. Después de cocinar, no guardes la comida caliente en la nevera. Deja que se enfríe un poco
Este es un consejo típico de madres y abuelas. ¿Quién no lo ha escuchado? ¡Y motivos no les faltan! Y en lo que nos atañe… al guardar comida caliente o recién cocinada en la nevera aumentará la temperatura del aire en el interior.
Y esto provocará que el frigorífico tenga que trabajar más para bajar esa temperatura y esto, a su vez, se traduce en un mayor consumo de electricidad por parte del electrodoméstico y en una factura de la luz más cara.
Si te preocupa el hecho de dejar las sobras o la comida fuera por si se estropea…¡puedes estar tranquilo! ¡Es completamente seguro! Esta puede estar hasta dos horas a temperatura ambiente y hasta una hora durante los meses de más calor o en aquellos lugares cálidos con temperaturas altas.
6. Para una mayor vida útil de tu frigorífico Beko, limpia las bobinas del condensador
Las bobinas del condensador son las que permiten mantener la temperatura del interior de la nevera fría. Con el tiempo, tienden a acumular polvo por lo que es necesario limpiarlas de vez en cuando. Para ello, desenchufa el refrigerador. Y para limpiar, ayúdate de un aspirador o cepillo.
7. ¡Mucho ojo con las juntas de la puerta!
Las juntas de goma de la puerta, también conocido como burlete, es la barrera que hay entre el aire frío del interior de la nevera y el aire caliente del exterior. Básicamente, es lo que permite el cierre hermético de la puerta. Para garantizar un correcto funcionamiento del aparato, han de estar limpias y en perfecto estado.
Si observas grietas, un desgaste considerable, daños o roturas en ellas, cámbialas inmediatamente por otras. No dudes en sustituirlas porque son las culpables de que por ellas se escape el frío y luego llegan los: “esta nevera enfría poco y mal”.
Con estas recomendaciones podrás mantener tu frigorífico Beko en perfectas condiciones por muchos años y reducir los gastos en casa. ¿A qué esperas? ¡Ponlos en práctica ahora mismo! ¿Qué otro consejo añadirías tú? ¡Cuéntanos! ¡Te leemos en comentarios!