El Universo es tan vasto que existen miles de millones planetas por cada galaxia, cada uno distinto al otro y con propiedades únicas y sorprendentes. Por tal motivo, pese a que aún no se ha descubierto vida fuera de la Tierra, se cree que algunos pueden albergarla, dadas sus cualidades y los distintos elementos que en estos se encuentran, y en esta oportunidad le echamos un vistazo a 7 de los planetas que más probabilidades tienen de albergar vida.
Tan solo la Vía Láctea, que es la galaxia donde habitamos, cuenta con al menos unos 300 millones de planetas habitables, de acuerdo con algunos estudios. Esto parece ser una cantidad bastante abrumadora, y seguro que lo es, pero es menos del 1% de la cantidad total estimada de todos los planetas que existen en la galaxia, que son unos 160 mil millones. De igual forma, la probabilidad de que haya vida en estos es considerable, pero ahora solo le echaremos un vistazo a algunos de los más interesantes.
Teegarden b
Teegarden b es, según el índice de similitud, conocido por su siglas como «ESI», el planeta más parecido a la Tierra, a tal punto de que es considerado como uno de los exoplanetas terrestres con más probabilidades del albergar vida. También es uno de los más cercanos, ya que se encuentra a unos 12 años luz de distancia.
Este planeta fue descubierto en 2019 y, además de ser rocoso, los estudios indican que puede tener un océano de agua líquida en su superficie, dado que cuenta con temperaturas que van desde los 0°C hasta los 50 °C, con una media de 28 °C. Sumado a ello, también se encuentra orbitando alrededor de una estrella enana roja que, al menos de momento, es estable y no emite llamaradas fuertes y nocivas para la vida, tal y como sí lo hacen la mayoría de las enanas rojas.
Próxima Centauri b
Próxima Centauri b es uno de los planetas no pertenecientes al Sistema Solar más cercanos a la Tierra, ya que se encuentra a una distancia de 4,2 años luz. En términos astronómicos, se podría decir que está a la vuelta de la esquina, pero no fue hasta el 2016 que se descubrió y, ya luego, el año 2020 en el que se confirmó su existencia y ubicación en el sistema solar Alfa Centauri.
Tiene un tamaño similar al de la Tierra, siendo tan solo 1,17 veces más grande, y se estima que cuenta con una temperatura media de 4 °C. Además, está ubicado en una zona de habitabilidad bastante agradable para la vida, lo que haría que se origine, desarrolle y mantenga sin problema, siempre y cuando existan las propiedades y condiciones correctas para ello. A su vez, las probabilidades de que haya agua en abundancia son altas, algo que también es esencial para que exista la vida.
GJ 1061 c
GJ 1061 c es uno de los planetas descubiertos más nuevos, junto con Teegarden b, ya que también fue dado a conocer en el año 2019. Este, además, se encuentra a unos 12 años luz de distancia de nosotros, y tiene cualidades también muy similares a las de la Tierra. La estrella que orbita es la enana roja GJ 1061.
Se estima que la temperatura media de su atmósfera es de unos 34 °C, siendo así un planeta relativamente cálido, pero acogedor y con condiciones que harían que la vida sea posible, dado que también tendría una cantidad considerable de agua tanto en su superficie como en el subsuelo.
Kepler-442b
Kepler-442b fue descubierto en el 2015 y, desde entonces, ha sido considerado como uno de los planetas con más probabilidades de ser habitado por bacterias, microorganismos e, incluso, vida compleja, dado que comparte varias similitudes con la Tierra y, de acuerdo con las estimaciones, se cree que cuenta con elementos de la tabla periódica como el nitrógeno y oxígeno, ambos importantes para la sustentabilidad de la vida.
Este planeta orbita alrededor de una enana naranja y, dada su posición en el sistema solar en el que se encuentra, es muy probable que pueda albergar vida, algo que también se sustenta en la temperatura promedio que tiene, que es de unos -2 °C, que, si bien es bastante baja, aún es viable para que la vida se puedan desarrollar con normalidad, siempre y cuando hayan otros factores que así lo permitan.
Kepler-296e
Kepler-296e, al igual que Kepler-442b, está ubicado en el sistema solar Kepler-296 y es otro de los exoplanetas que más se parecen a la Tierra. Una de sus principales peculiaridades tiene que ver con la cantidad de radiación ultravioleta que recibe, la cual es poca, de acuerdo con los cálculos. Esto es ideal para que pueda haber vida en el mismo, que es lo que se piensa.
Se trata, además, de un planeta que, gracias a diversas cualidades como su tamaño, masa, radio, zona de habitabilidad en su respectivo sistema solar y otros valores, tiene un parecido con la Tierra de un 85%, por lo que es muy posible que también tenga agua en abundancia.
GJ 667 C f
Gliese 667 Cf (también conocido como GJ 667 C f) es considerado una «Supertierra» debido a que tiene una masa casi 3 veces más que la Tierra. Sin embargo, reúne varias características que a los científicos les hace creer que fácilmente pudiera haber vida en él.
Para empezar, tiene un índice de similitud con la Tierra de un 87%. Además, parece tener un campo magnético lo suficientemente intenso para proteger la atmósfera que tendría.
Marte
Para finalizar, tenemos a Marte, uno de los planetas más cercanos a la Tierra y que también se encuentra en el Sistema Solar. Este es uno de los que más han explorado agencias como la NASA, la CSA y la CNSA, con el fin de conocer más las propiedades del famoso planeta rojo y saber qué tan altas o bajas son las posibilidades de que haya vida en el mismo.
Marte es uno de los planetas más parecidos a la Tierra, y se cree que puede albergar vida, pero no como la que conocemos, claro, ya que las condiciones climáticas y otros factores como la inexistencia de agua líquida en la superficie impiden su normal desarrollo. Sin embargo, se cree que existe en forma bacteriana y debajo de su superficie, que es donde hay agua helada, ya que el suelo marciano está muy expuesto a los rayos del Sol y todos sus efectos dañinos, pues prácticamente no tiene una atmósfera que lo proteja y el campo magnético del planeta es débil e inexistente en algunas regiones. Es por ello que la superficie de Marte es desértica.
