Poco da por finalizado el año con el lanzamiento del que se presenta como el sucesor natural del Poco M3 Pro 5G. Hablamos del Poco M4 Pro 5G, un modelo que mejora elementos como el procesador, la pantalla o las cámaras, con un ligerísimo aumento de tamaño y un diseño que hereda las líneas de su antecesor. El teléfono llega a nuestro país siguiendo la misma filosofía de marca que la compañía ha aplicado en el resto de productos: un precio competitivo y una lista de especificaciones más propia de teléfonos de una gama superior.
Para valorar esta evolución y todos los elementos que el terminal pone sobre la mesa, he probado el dispositivo durante aproximadamente tres semanas para dar respuestas a todas las preguntas que puedan surgir en torno a lo nuevo de Poco.
Indice de contenidos
Ficha técnica
Poco M4 Pro 5G | |
Pantalla | 6,6 pulgadas con tecnología IPS LCD, formato 20:9, resolución Full HD+ (2.400 x 1.080 píxeles), protección Corning Gorilla Glass 3 y tasa de refresco de 90 Hz |
Cámara principal | – Sensor principal de 50 megapíxeles con apertura focal f/1.8 – Sensor secundario con lente gran angular de 8 megapíxeles con apertura focal f/2.2 – Sensor terciario con lente macro de 2 megapíxeles con apertura focal f/2.4 – Sensor cuaternario con lente bokeh de 2 megapíxeles con apertura f/2.4 |
Cámara selfie | Sensor principal de 16 megapíxeles con apertura focal f/2.45 |
Memoria interna | 64 y 128 GB |
Ampliación | Disponible a través de tarjeta micro SD |
Procesador y memoria RAM | Mediatek Dimensity 810 4 y 6 GB de RAM |
Batería | 5.000 mAh con carga rápida de 33 W |
Sistema operativo | Android 11 bajo MIUI 12.5 |
Conexiones | 5G, 4G LTE, NFC para pagos sin contacto, Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac de doble banda, Bluetooth 5.1, GPS + GLONASS y USB tipo C |
SIM | Dual nano SIM |
Diseño | Acabado en policarbonato Colores: Amarillo, Negro y Azul |
Dimensiones y peso | 163,56 x 75,78 x 8,78 milímetros y 195 gramos |
Funciones destacadas | Sensor de huellas dactilares en el lateral, sensor infrarrojos, altavoces duales y jack de 3,5 milímetros para los auriculares |
Fecha de lanzamiento | A partir del 11 de noviembre |
Precio | Desde 200 euros |
Un diseño arriesgado en plástico tan atractivo como liviano
Siguiendo con la estela de la iteración anterior, el Poco M4 Pro se presenta con un diseño arriesgado, con una parte delantera que mantiene la estética del Poco M3 Pro pero que se renueva en la parte trasera. De nuevo nos encontramos con policarbonato como material principal para reducir el peso de todo el conjunto. En este caso, el acabado no llega a ser mate, sino rugoso.
La sensación general es de encontrarnos ante un teléfono más barato de lo que es, aunque esto le ha permitido a la marca fijar el peso en 195 gramos a pesar de la capacidad de la batería y el tamaño de pantalla. Es liviano y así se siente en la mano, algo que es de agradecer en este tipo de terminales. Si nos centramos en la parte trasera, el módulo de cámaras ahora se transforma en una especie de rectángulo con nada menos que cinco agujeros. El problema es que esta cifra es no se corresponde con el número de cámaras presentes en este módulo: tan solo dos, además de una luz LED que hace las veces de flash. Dicho de otra manera, aparenta tener más cámaras de las que tiene.
Por lo demás, el color elegido por la marca le sienta bien, aunque personalmente no soy muy entusiasta de los logos sobredimensionados. La estética del M3 luce, a mi parecer, más elegante que la de su predecesor.
90 hercios para una pantalla cuyo principal problema es el sensor de proximidad
La pantalla es el segundo componente que recibe novedades respecto a la anterior iteración. Por un lado, el panel crece hasta las 6,6 pulgadas, heredando la tecnología IPS, la tasa de refresco de 90 Hz y la resolución Full HD+ de este último. Donde la marca da un paso adelante es en el nivel de brillo, que llega hasta los 450 nits en su punto máximo frente a los 400 del M3 Pro. Otro detalle no menos importante es que ahora la frecuencia táctil llega hasta los 240 Hz respecto a los 180 de su antecesor.
Más allá de las cifras y los datos técnicos, lo cierto es que la calidad general del panel es correcta. El nivel de brillo máximo es suficiente para visualizar la pantalla en exteriores, si bien se echa de menos un punto extra de brillantez para consumir contenido con la luz del Sol incidiendo de manera directa. En este aspecto, es de especial mención el buen funcionamiento del sensor de luminosidad, que calibra con total certeza y rapidez el nivel de brillo en función de las condiciones lumínicas. A esto hay que sumarle la buena respuesta del panel táctil; gracias a la frecuencia de actualización de la matriz y el panel, las transiciones y animaciones del sistema se ejecutan con suavidad, redundado en una experiencia más propia de un teléfono de gama alta.
En lo que respecta a la colorimetría, la tonalidad general del panel se acerca bastante a los colores reales de los objetos y elementos que se muestran por pantalla. La marca asegura que nos encontramos con una certificación DCI-P3 que promete ampliar la gama de colores disponible, si bien no se especifica el porcentaje. Aún con todo, los ángulos de visión no son los mejores y los tonos tienden a palidecer cuando giramos levemente el terminal. De hecho, la sensación general es que las imágenes son algo más frías de lo que son en realidad, aunque esto se puede alterar a través de los ajustes de MIUI.
Pero si hay algo de lo que peca el Poco M4 y la mayoría de terminales presentados por la marca durante este año es del sensor de proximidad. La nueva generación de teléfonos de gama media de Xiaomi y Poco lanzada a principios y mediados de este año ha traído consigo un nuevo sistema cuyo funcionamiento, según hemos podido saber en algunos foros especializados, se basa en la emisión de ultrasonidos para calcular la proximidad de nuestra oreja a la pantalla. Aunque en la teoría puede resultar atractivo, lo cierto es que el funcionamiento del sensor es caótico. Demasiado, para mi gusto.
Durante las llamadas, el sensor se muestra dubitativo y apaga la pantalla en función de la posición del teléfono: cuando está acostado, el funcionamiento es más o menos acertado, pero cuando está en posición vertical, deja de responder por completo. Lo mismo sucede cuando reproducimos audios de WhatsApp: el sensor reporta un falso positivo y apaga la pantalla hasta que el audio deja de reproducirse. El problema es que el teléfono queda inutilizable cuando esto sucede, por lo que no podremos hacer uso del mismo cuando reproducimos notas de voz. Ni colocando el dispositivo en horizontal, ni pulsando sobre el botón de desbloqueo. Inutilizable, en definitiva.
Un rendimiento acorde a su precio que acaricia la gama alta en el uso de aplicaciones
Poco a poco, gama media se va acercando a la gama alta en lo que respecta a la experiencia general de uso gracias a la capacidad de procesado y la velocidad de las memorias. En el caso del Poco M4 Pro, nos encontramos con un chip fabricado por Mediatek, el Dimensity 810, junto con 4 y 6 GB de memoria RAM y 128 y 256 GB de almacenamiento interno de tipo UFS 2.2. En comparación con los procesadores de la competencia, el chip ofrece un rendimiento similar al Snapdragon 750G en pruebas sintéticas. La unidad de prueba, por cierto, se corresponde con la versión más sencilla, es decir, la de 4 y 128 GB.
Dejando a un lado la ficha técnica del dispositivo, lo cierto es que la experiencia general de uso me ha sorprendido gratamente a pesar de contar con 4 GB. La apertura de aplicaciones y el cambio entre las mismas es ágil, probablemente por el soporte de 90 Hz por parte de la pantalla. Eso sí, la cantidad de memoria RAM limita el número de aplicaciones que podemos mantener en segundo plano, lo que genera la recarga de tareas que se almacenan en memoria.
Así ha sido con aplicaciones con Gmail, Twitter o YouTube; en general, aplicaciones que contienen un alto porcentaje de contenido multimedia (vídeos, imágenes…). En cualquier caso, el desempeño de las mismas es excelente e incluso propio de la gama alta si lo comparo con el del Huawei P40 Pro, que el teléfono que uso a diario. A esto le ayuda, en parte, la velocidad de lectura y escritura de la memoria, cercana al estándar UFS 3.0. Pero, ¿qué tal se comporta en la ejecución de juegos con gráficos pesados?
Es en este punto donde se nota la falta de potencia por parte del procesador. Aunque la experiencia en general es positiva, con una tasa de cuadros estables y un control de la temperatura más o menos correcto si tenemos en cuenta la época del año en la que nos encontramos, lo cierto es que la GPU limita la calidad gráfica a la que podemos ejecutar la mayoría de títulos, como Call of Duty Mobile o Asphalt 9. En ambos casos, la calidad máxima permitida nos deja con un nivel de detalle medio, aunque con una tasa de cuadros alta. A pesar de ello, no se nota el aprovechamiento de los 90 Hz de la pantalla, dado que la mayoría de títulos se ejecutarán a 30 ó 60 FPS. Es por esta razón por la que su activación solo tiene sentido en aplicaciones.
Una elección de cámaras acertada que ofrece resultados tan correctos como mejorables
Como hemos adelantado en el apartado estético del dispositivo, el Poco M4 cuenta con dos cámaras en su parte trasera, deshaciéndose de los sensores que, a nuestro parecer, no aportan ningún valor añadido. La cámara principal es de 50 megapíxeles y cuenta con una apertura de foco f/1.8, mientras que la secundaria, con lente gran angular, dispone de 8 megapíxeles y una focal menos amplia: f/2.2. Por desgracia, la marca no ha dado ningún detalle acerca del fabricante de los sensores.
Habiendo ya descrito las especificaciones técnicas del apartado fotográfico, toca hablar de los hechos, comenzando por el sensor principal. Durante el día, el nivel de detalle de las fotos es correcto, así como la colorimetría, bastante equilibrada si tenemos en cuenta el procesado que suelen realizar fabricantes como Samsung, con niveles de saturación y contrastes algo forzados para resaltar ciertos elementos.
Donde sí se aprecia un margen de mejora importante es en el rango dinámico, probablemente ocasionado por la falta de optimización de la aplicación nativa de cámara, ya que la apertura focal no es tan alta como para presentar problemas en el control de luces. De hecho, la falta de detalle en las zonas más claras y oscuras de las imágenes cuando jugamos con contraluces puede echar alguna que otra foto a perder. El manejo del HDR en este escenario tampoco ayuda mucho, ya que se producen aberraciones que oscurecen de manera artificial la imagen. De nuevo vuelvo a hacer hincapié en la posible falta de optimización por parte de la compañía.
En cuanto a la fotografía en modo Retrato, la compañía vuelve a hacer un buen trabajo separando el cuerpo principal del resto de la imagen con un recorte acertado y un nivel de desenfoque que podemos modificar.a posteriori, aunque algo pronunciado por defecto. La buena nueva es que este modo es compatible con animales, plantas y, por supuesto, personas – y todo ello sin cámaras de apoyo, ejem – . Cabe señalar, no obstante, que el lavado de texturas en la piel y el cabello es bastante pronunciado incluso aunque deshabilitemos el modo Belleza que viene activo por defecto. Asimismo, los resultados se pierden un poco en condiciones lumínicas complejas: contraluces, interiores, luz artificial…
Si nos centramos en la fotografía nocturna, las carencias del sensor comienzan a florecer. Si la luz artificial acompaña, el nivel de luminosidad es correcto a costa de lavar las texturas de los objetos por el uso de niveles de ISO altos (por encima de 1.000). A esto hay que sumarle que la colorimetría es más pálida y tiende a mostrar colores algo más claros.
Esto se soluciona con la activación del modo Nocturno, que además de obtener más detalle, realiza un control más acertado de las altas luces y las sombras. Eso sí, el enfoque cuando la luz es escasa se hace mucho más complejo, por lo que el uso de un trípode se hace recomendable en estos casos. Tampoco es que sea capaz de obtener demasiado nivel de luz, ya que el tiempo de exposición es de unos pocos segundos, muy por detrás de lo que ofrecen Apple o Google con sus respectivos terminales. Si forzamos un tiempo de exposición más amplio por medio del modo Pro, la falta de estabilización electrónica y enfoque desecha cualquier imagen aunque recurramos a trípodes, como ha sido el caso.
En cuanto a la cámara secundaria, las limitaciones del sensor ensombrecen las sensaciones obtenidas con la principal, comenzando con la colorimetría, algo más saturada en términos generales. Esto se aprecia especialmente en el azul de los cielos y el verde de la vegetación; también en las zonas de sombra, ya que el rango dinámico es menos amplio por la apertura focal de la lente, que también nos limita su uso en fotografía nocturna. De hecho, a menos que la escena esté bien iluminada, lo más recomendable es recurrir directamente a la cámara principal.
¿Y qué hay de la grabación de vídeo? Las sensaciones iniciales se trasladan de igual manera a este apartado. Durante el día, el nivel de detalle del sensor principal es bueno, aunque la capacidad de enfoque brilla por su ausencia cuando activamos la grabación de vídeo a 60 FPS en resolución Full HD, escenario donde tampoco nos encontramos estabilización de ningún tipo. No obstante, la grabación de vídeo a 30 FPS es estable, si bien el funcionamiento del autoenfoque es mejorable.
Buena prueba de que el procesador no es tan potente como otros de su categoría es que la cámara no es capaz de realizar grabaciones de vídeo en resolución 4K ni a 30 ni a 60 FPS. La cámara secundaria, por cierto, solo es capaz de realizar grabaciones de vídeo en resolución HD (720p), por lo que el teléfono está bastante limitado en este sentido.
Eso sí, la estabilización con esta cámara es, al menos, decente. Por la noche, la excesiva intervención de la estabilización digital provoca que las luces bailen si grabamos en resolución Full HD a 30 FPS. Si optamos por una tasa de 60 cuadros, la estabilización desaparece, con todo lo que ello conlleva.
Por último, en lo que respecta a la cámara delantera, los resultados nos inspiran la misma sensación que los de la cámara secundaria. El rango dinámico del sensor limita la realización de fotos a contraluz, aunque el modo Retrato es efectivo y reporta buenos resultados durante el día. La crítica en este sentido va de la mano dl tratamiento de las pieles y las texturas, que además tienden a palidecer por la tendencia china de aclarar el tono.
La grabación de vídeo, por cierto, está limitada a 30 FPS tanto a 720p como a 1080p, por lo que la intervención del sistema de estabilización digital es continua, aunque de nuevo mejorable al hacer oscilar las luces.
Sonido estéreo y puerto para los auriculares, pero nada más
Hasta hace un par de años, la mayoría de marcas no trabajaban el apartado sonoro de la gama media como sucedía con los modelos de gama alta, destinados a ofrecer la mejor experiencia en este aspecto. Poco ha tomado nota de estas carencias y ha dotado al Poco M4 Pro 5G de dos altavoces con sonido estéreo. Sorprende de estos la posición, puesto que se ha optado por una ubicación lateral en lugar de convertir el altavoz para las llamadas en el altavoz de menor potencia. En este aspecto, los dos altavoces de la parte superior están separados el uno del otro. Por desgracia, no nos encontramos con la certificación Hi-Res o Dolby Atmos.
Dejando a un lado las especificaciones técnicas del dispositivo, la experiencia sonora es positiva si la contextualizamos con el precio. En general, el nivel de volumen es alto, aunque no tanto como el del Poco F3, por ejemplo. Esto puede deberse, en parte, a la falta de potencia del altavoz superior, que cuenta con menor volumen que el principal, lo que redunda en una experiencia de sonido estéreo algo deficiente. Por otro lado, los matices generales dan mayor prioridad a los tonos agudos, llegando a generar estridencia en algunas pistas de sonido, como sucede con los solos de guitarra en estilos de rock y metal. En otras palabras, la presencia de bajos y medios brilla por su ausencia.
El último punto a destacar del dispositivo en lo referente al apartado sonoro tiene que ver con la presencia de una entrada de 3,5 milímetros para auriculares, ubicada, asimismo, en la parte inferior. El sonido a través de esta es el esperado (volumen aceptable, presencia de todas las frecuencias…), si bien la ausencia de una certificación de sonido de alta impedancia y fidelidad puede interferir en auriculares Hi-Res.
Autonomía para dar y regalar con una carga rápida que se agradece
Toca hablar de la autonomía, donde el teléfono toma prestadas algunas especificaciones de otros modelos de Xiaomi y Poco. En concreto, viene equipado con una pila de 5.000 mAh, junto con un sistema de carga de 33 W con cargador incluido compatible con la máxima velocidad soportada.
En un plano de uso más práctico, la autonomía del Poco M4 Pro 5G acaricia los dos días, con una media de 9 horas de pantalla activa con la frecuencia de actualización configurada a 90 Hz. Si configuramos la tasa a 60 Hz, las cifras mejoran ligeramente hasta las 9 horas y media, con más de 40 horas de activación desde la última carga. El uso del dispositivo comprende consumo de contenido multimedia a través de YouTube, Spotify y Twitch, tareas de productivas mediante aplicaciones como Discord o Gmail, realización de llamadas convencionales y videollamadas a través de WhatsApp y envío de mensajes con aplicaciones de mensajería instantánea.
En lo que respecta a la carga del dispositivo, el tiempo estimado es de aproximadamente 1 hora, dependiendo del porcentaje de batería restante y el uso que le demos durante la carga. No se reporta un aumento drástico de la temperatura durante la carga, por lo que el trabajo de la compañía en este apartado es digno de aplauso.
Biometría: buen trabajo por parte de la marca
Los sistemas biométricos del Poco M4 Pro 5G están compuestos por un sistema de reconocimiento facial basado en software y un sensor de huellas óptico, que como sucede con la mayoría de terminales de este rango de precios, reposa sobre el botón de desbloqueo. El funcionamiento de este último es prácticamente perfecto: la velocidad de reconocimiento es instantánea y la tasa de fallo es inexistente a menos que los dedos estén mojados o húmedos.
En cuanto al sistema de desbloqueo facial, el desempeño a la hora de reconocer caras es casi tan bueno como el del sensor de huellas. A pesar de valerse de la cámara frontal como único elemento de validación, la tasa de acierto y el ángulo de reconocimiento sorprende por su buen desempeño incluso en condiciones lumínicas complejas. Por la noche, por ejemplo, podemos desbloquear el teléfono sin mayor problema cuando nos encontramos frente a luces artificiales. Eso sí, la seguridad de este método puede brillar por su ausencia por los motivos que acabamos de mencionar.
Cobertura y conectividad: la ausencia de Qualcomm se nota
El tipo de procesador no influye únicamente en la potencia de cálculo o la compatibilidad con software de terceros, también en las conectividad del dispositivo, la cual depende, generalmente, del módem. En el caso del Poco M4 Pro 5G, la ausencia de un chip de Qualcomm se aprecia especialmente en el alcance de las diferentes conexiones del terminal, empezando por la red móvil.
La cobertura en interiores de una red de Virgin Telco que depende de Orange ha sido escasa: una o dos líneas, con ausencia total de red en habitaciones cerradas. De hecho, en más de una ocasión el dispositivo ha perdido toda conexión con la red móvil, lo que ha limitado la recepción de llamadas entrantes y la conexión de datos móviles mediante 4G. Por desgracia, Virgin Telco todavía no es compatible con redes 5G, por lo que las pruebas se limitan a redes de cuarta generación.
En cuanto al resto de conexiones, como el WiFi o el Bluetooth, la experiencia mejora de manera notable, sobre todo en lo que respecta al alcance y la estabilidad de la red. En el caso del Bluetooth, el ratio de alcance es algo menor al de otros dispositivos de la misma marca o de Xiaomi, algo que se aprecia especialmente cuando hacemos uso de auriculares true wireless: a partir de 6 metros con alguna pared de por medio, la conexión empieza a desfallecer. El funcionamiento del NFC también es correcto a la hora de realizar pagos móviles con aplicaciones de bancos (ImaginBank en mi caso). El posicionamiento del GPS, por cierto, se realiza sin mayores problemas en interiores, exteriores y en largos recorridos con el coche tanto en poblado como en carreteras nacionales y autovías.
Conclusión y opiniones, ¿merece la pena comprar el Poco M4 Pro 5G?
Tras analizar todo el terminal en detalle, toca sacar conclusiones, las cuales vienen determinadas, en gran parte, por el precio. A fecha de publicación, el valor de salida del Poco M4 Pro 5G parte desde los 200 euros para la versión con 4 GB de RAM y 64 de almacenamiento. La pregunta es la siguiente: ¿merece la pena apostar por este respecto a otros modelos dentro del mismo rango de precio?
A grandes rasgos, nos encontramos con un terminal bastante completo y que no muestra signos de flaqueza significativos, más allá del problema con el sensor de proximidad. Su principal baza frente a otros terminales se encuentra en la frecuencia de actualización de la pantalla y la conectividad 5G. En vistas de que el despliegue de la red 5G en España se está realizando con demasiado parsimonia y que la oferta de tarifas compatibles con la nueva generación de redes es más bien limitada, lo cierto es que este elemento no es tan diferenciador como se puede esperar en este rango de precios.
A todo esto hay que sumarle que la propia marca ofrece terminales más competitivos si cabe dentro de su propio catálogo, como es el caso del Poco X3 o el mismísimo X3 Pro. Habrá que esperar para ver si el precio del dispositivo se reduce como ha sucedido con el de su antecesor. Sea como sea, lo cierto es que nos encontramos ante un terminal bastante completo, aunque quizá no tanto por su precio.
Estoy por pegarme un tiro con lo del sensor de proximidad. No hay una solución? Me he vuelto loco buscando
Como se puede grabar llamadas y que al reproducirlas se escuche correctamente
Gracias
Bueno yo lo tengo y el sensor no me ah molestado para nada ya que funciona bien
Rendimiento de gama media
GPU un poco limitada que puede dar más calidad gráfica
Sus conectividad es buena en México el 5g es notorio y no veo carencía de señal
La temperatura del celular es medianamente decente no se sobrecalienta tanto
Y su carga rápida es muy buena
En México su precio es demasiado calidad precio
Rendimiento+batería+carga
Bueno su carencia es las cámaras solo eso y el sensor.