Es difícil medir en una semana de uso todo lo que puede dar de sí un móvil actual y capaz como el Xiaomi Redmi Note 10 Pro. Pero me llevo una sensación por encima de toda esta experiencia: gama alta. Tanto en los acabados como en la experiencia de pantalla y, sobre todo, en la cámara. Xiaomi ha estrenado un terminal con una cámara principal de 108 megapíxeles capaz de presentar batalla directa contra los mejores móviles de este 2021.
Y todo ello con su fórmula de precio imbatible que hace que esté disponible desde los 280 euros en adelante, según configuraciones. Pero ¿quieres saber cómo se comporta su batería y su procesador? Pues continúa leyendo esta review.
108 MP y mejor procesado fotográfico que los rivales más caros
En el apartado de cámaras este Xiaomi Redmi Note 10 Pro ha sabido dar el do de pecho. Y no es por la composición con cuatro cámaras y objetivos para cubrir cualquier necesidad fotográfica. Es por la solvencia y resolución en un gran número de situaciones diferentes y complicadas. Vaya, que es capaz de capturar momentos con todo lujo de detalles incluso cuando la oscuridad o la propia luz están en contra.
Esto es, sobre todo, por el sensor principal que incluye el terminal. Se trata de un sensor de 1/1,52 pulgadas de 108 megapíxeles. Aunque con algunos trucos tecnológicos bajo la manga que le permiten conseguir imágenes realmente definidas y detalladas incluso en ausencia de luz. Principalmente por ser capaz de aunar 9 en 1 píxeles, haciendo que la superficie del sensor recoja más información y detalle. Aunque también hay que darle méritos al procesado de las imágenes, que colorea y estiliza de forma muy fidedigna detalles y contornos en las imágenes. Sobre todo con luz. Pero sin quedarse atrás cuando es de noche.
También he comprobado las aberraciones a contraluz, o con puntos luminosos en escenas oscuras, y el resultado sigue siendo realmente bueno. La cámara resuelve en situaciones complicadas manteniendo definición y un color realista. Así que es difícil tomar malas fotos con este móvil.
Incluso sorprende de noche, con su Modo Noche 2.0, en el que el algoritmo que reconoce la escena tiene también un gran peso para el resultado fotográfico. He probado a fotografíar una escena nocturna con luz de luna filtrada y el resultado es realmente bueno. Poco grano o suciedad en la foto, un color bastante cercano a la realidad aunque la iluminación muestre una escena que ni el propio ojo puede ver, y una definición y detalle que, de nuevo, planta cara a los móviles Premium actuales del mercado.
No es la cámara perfecta, pero compite en algunos de los puntos fuertes con los más grandes. En los peros está un rango de color que quizá se quede algo corto para disfrutar de las escenas más coloridas y contrastadas. También hay notables cambios de color y definición, como es lógico, entre el objetivo principal y el ultra gran angular y el telemacro. Algo que se puede notar con solo agrandar un poco la imagen tomada. Es lo habitual teniendo en cuenta que pasamos de un objetivo principal capaz de capturar hasta 108 megapíxeles con apertura f/1.9 a un gran angular de solo 8 megapíxeles con apertura f/2.2 o a un telemacro de 5 megapíxeles con apertura f/2.4. No son malos objetivos y resuelven bastante bien las situaciones, pero en contraste hace parecer que los resultados son peores respecto al objetivo principal.
En cuanto a los modos de fotografía, este Xiaomi Redmi Note 10 Pro tampoco defrauda. He disfrutado especialmente del modo Retrato. Su bokeh puede resultar algo artificial, pero resuelve tan bien algunas situaciones que tus fotos no necesitarán ni filtros. Lo he comprobado con mi perro a contraluz, consiguiendo colores cálidos y un desenfoque al que no sacarle ni un pero. Es con los humanos y sus formas más irregulares, como el pelo y la ropa, cuando el recorte puede resultar más artificial y menos exacto. Pero con una buena iluminación y gracias al sensor de profundidad sigue superando a algunos de los retratos que he llegado a hacer con un móvil de 1.250 euros como el Samsung Galaxy S21 Ultra. De nuevo, Xiaomi vuelve a luchar contra los grandes. También hay modos de foto y vídeo para todos los gustos y mentes creativas. Desde el sorprendente modo clonar que ya conocíamos y que sigue permitiendo hacer creaciones sorprendentes, hasta el clásico time-lapse, cámara lenta o la posibilidad de crear contenido más producido como un vlog sin que te tengas que romper la cabeza. Quizá no los uses a menudo o no consigan los resultados de un iPhone, pero sigue siendo un complemento muy capaz para los usuarios a los que les guste experimentar.
En cuanto a la grabación de vídeo, el Xiaomi Redmi Note 10 Pro cumple, y permite capturar en resolución 4K pero solo a 30 cuadros por segundo. Al menos no existe limitación de tiempo. El contenido resultante es fiel en cuanto a color y luminosidad, aunque con la ausencia de luz el grano comienza a aparecer. Mención especial merece su estabilizador. Al activarlo bajaremos a resolución FullHD sí o sí, pero gracias a contener el movimiento la definición de las imágenes cuando falla la luz puede compensar este cambio.
En definitiva, el aspecto fotográfico de este móvil saca los colores a otros fabricantes con móviles de más alta gama. Resuelve realmente bien en la mayoría de situaciones. Y, aunque se dejen notar algo más las costuras en el ultra gran angular, sobre todo, las fotografías consiguen mostrar de forma fiel la realidad. Con más o menos soltura en la definición según la luminosidad, claro está.
Pantalla de 120Hz que no se bebe la batería
No pude resistirme, nada más cotillear los ajustes de pantalla, a cambiar la velocidad de refresco a los 120Hz que ofrece este panel. Y es que, si cuenta con tecnología de gamas más altas, ¿por qué no utilizarla? Mis dudas venían de la mano de la gestión de la autonomía. Y la verdad es que la sorpresa ha sido mayúscula. Sobre todo teniendo en cuenta porque la resolución del panel, que no se puede modificar, es siempre de 2.400 x 1.080 píxeles. Es decir, que mantiene el FullHD en esos 120Hz y, aun así, ofrece más de un día de autonomía de uso normal.
Y con uso normal me refiero a usar constantemente WhatsApp, tomar fotos, grabar stories, usar aplicaciones que utilicen el GPS como Tinder o Grindr, tener alguna llamada de teléfono y echar alguna partida circunstancial durante el día. Con todo y con eso, la mayoría de días me he ido a la cama con una autonomía mayor del 20%. Incluso saliendo de casa y usando conexión por datos. Lo dicho, la autonomía de este Xiaomi Redmi Note 10 Pro cumple más que de sobra. Incluso sorprende frente a otros competidores que aprovechan también altas tasas de refresco.
Claro que, en este caso, hablamos de una batería de 5.020 mAh. Y, si se nos queda corta, siempre podemos aprovechar la carga rápida de 33W. Todo ello incluyendo el cable y adaptador de corriente en la caja. Guiño, guiño. Aunque hay algún pero en toda esta gestión de la batería durante los días de uso que he podido probarlo. Y es que, en ocasiones, las notificaciones de WhatsApp, Instagram o Discord han fallado. No solo eso, los mensajes entrantes no han entrado como deberían, a menos que yo mirase proactivamente la aplicación de turno. Ha sido circunstancial a lo largo de todos estos días, pero demuestra que el software que lo controla todo quizá sea demasiado garantista con la batería. Con 5.020 mAh bien podrían dar algo más de manga ancha a algunos procesos para que detalles como estos no fallasen.
Pero qué decir de esta pantalla. Pues que su tecnología es AMOLED, lo que ofrece un gran contraste y colores bien saturados, un brillo correcto y un ángulo de visión no muy amplio. Las sensaciones es de una buena pantalla aunque no de una gran pantalla. He disfrutado de fotografías y vídeos sin problemas y con bastante detalle gracias a su resolución. Aunque queda patente que no es un panel tope de gama. Si bien, sus 6,67 pulgadas y su ratio de 20:9 hacen que, junto al HDR10, me haya permitido ver algunos capítulos de Netflix y HBO con buena calidad.
Su respuesta también es ágil, con 240Hz de sensibilidad al contacto, por lo que las sensaciones generales son de agilidad. Además viene cargada con todo tipo de tecnologías para complementar la experiencia de uso. He aprovechado algún día el modo de lectura, pero se supone que también hay tecnología para evitar la fatiga ocular si somos de los que nos pasamos las horas mirando a este panel.
Por cierto, este panel está recubierto con Corning Gorilla Glass 5, así que debería ser resistente no solo a caídas y golpes, sino también frente a arañazos. Por supuesto es algo que no he probado con mucho ahínco en mis días con el Redmi Note 10 Pro, y es que había muchas más cosas que testar durante estos días de experiencias.
Jugar, publicar y todo lo que le quieras echar
Bajo el capó de este Xiaomi Redmi Note 10 Pro llega el procesador Snapdragon 732G de Qualcomm, que podría situarse a medio camino entre la gama media y la gama alta en cuanto a rendimiento y eficiencia. Es un chip con 8 núcleos y fabricado en 8 nanómetros. Y ya te aseguro que el rendimiento es realmente bueno con lo que necesites de este móvil. Desde jugar con filtros y máscaras de Instagram Stories o efectos de TikTok, hasta jugar a títulos como Wild Rift con una configuración gráfica alta pero con la solvencia de los 60Hz como dato fijo. Todo ello disfrutando de una multitarea y muchas aplicaciones abiertas en segundo plano sin que haya notado ningún retraso durante estos días. Es realmente capaz.
Si bien he encontrado algún parón o fallo con la capa de personalización MIUI de este móvil. Es habitual en los móviles que pruebo antes de su lanzamiento oficial ya que el fabricante suele lanzar la última actualización de rendimiento y mejora justo con su salida al mercado. Y, seguramente, sean fallos que dependan más de aplicaciones como Instagram, que no suele funcionar especialmente bien en Android, que un fallo de MIUI o falta de potencia de la ficha técnica. Bloqueos muy puntuales que no han empañado la experiencia fluida general de estos días. Y que no me han hecho echar de menos en ningún momento mi móvil Premium de cabecera.
Seguramente algo que ver en este rendimiento tengan los 6GB de memoria RAM de tipo LPDDR4X. O el chip gráfico Adreno 618. Pero, sea como fuere, el día a día de este terminal no arrastra parones, limitaciones gráficas en juegos habituales o la ausencia de contenido no compatible con esta ficha técnica. Vaya, que he llevado a cabo mi vida tecnológica igual que un terminal de gama alta. Eso sí, no podrás pedirle que mueva los gráficos más top de LOL Wild Rift o Fortnite con todo lujo de detalles en cuanto a sombras, textura, modelados, partículas y demás efectos. Podrás jugarlos en calidad alta, pero no ultra. Lo cual no está nada mal teniendo en cuenta toda esta solvencia y el precio en el que nos movemos.
Ficha técnica
Xiaomi Redmi Note 10 Pro | |
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Pantalla | 6,67 pulgadas con tecnología AMOLED, resolución 2.400 x 1.080, hasta 120 Hz de frecuencia y 700 nits de brillo máximo con nivel pico de 1.200 nits |
Cámara principal | – Sensor principal 108 megapíxeles y apertura focal f/1.79 – Sensor secundario con lente gran angular de 8 megapíxeles y apertura focal f/2.2 – Sensor terciario con lente telemacro de 5 megapíxeles, apertura focal f/2.4 – Sensor cuaternario de profundidad de 2 megapíxeles y apertura focal f/2.4 |
Cámara para selfies | Sensor de 16 megapíxeles y apertura focal f/2.45 |
Memoria interna | 64 ó 128 GB de tipo UFS 2.2 |
Ampliación | Sí |
Procesador y memoria RAM | Qualcomm Snapdragon 732G GPU Adreno 618 6 ó 8 GB de RAM |
Batería | 5.020 mAh con carga rápida de 33 W con cargador incluido |
Sistema operativo | Android 11 bajo MIUI 12 |
Conexiones | 4G LTE, WiFi de doble banda, Bluetooth 5.1, GPS, USB tipo C, jack de 3,5 milímetros para los auriculares… |
SIM | Dual nano SIM |
Diseño | Acabado en metal y cristal Colores: Onyx Gray, Glacier Blue y Gradient Bronze |
Dimensiones | 164 × 76,5 × 8,1 milímetros y 193 gramos |
Funciones destacadas | Sensor de huellas dactilares, desbloqueo facial mediante software, carga rápida de 33 W, sensor de infrarrojos… |
Fecha de lanzamiento | Próximamente |
Precio | Desde 280 euros |
¿Y qué tal la capa de personalización MIUI?
En cuanto al software que gestiona todo esto, la versión 12.0.1 de MIUI, puedo decir que también resuelve con rapidez. Claro que mi experiencia se apoya en una panta de 120Hz. Aun así todo tiene su animación y movimiento, lo que ayuda a esta sensación de continuidad. Añade sobre Android detalles como una capa de seguridad extra a la hora de instalar aplicaciones. Un paso que en realidad retrasa la instalación de una aplicación que viene de una tienda de aplicaciones, Google Play, más que segura. Pero también está pendiente de detalles como la cantidad de archivos residuales que vamos acumulando y ofrece una herramienta para mantener la memoria y la agilidad del móvil al día de forma sencilla.
También me han gustado detalles como programar el modo descanso cada vez que conecto el móvil a la corriente por las noches, para evitar notificaciones y activar el modo lectura automáticamente. O herramientas como la bola flotante, el modo empresa para separar en el mismo dispositivo lo personal de lo laboral, y, por supuesto, el modo Game Turbo para sacarle el máximo rendimiento a los juegos o la posibilidad de gestionar ventanas flotantes para tener todo a la vista en pequeños apartados. Añadidos interesantes en una capa de personalización vistosa y muy personalizable. Con opciones de pantalla siempre encendida incluidas.
Sonido estéreo que no te volará la cabeza
Hay un detalle a tener en cuenta en este Xiaomi Redmi Note 10 Pro, y es que el apartado audiovisual está pensado para disfrutar de juegos, películas y series. Al sujetar el móvil en posición apaisada tendremos un altavoz a cada lado del teléfono. Y esto me ha resultado útil en dos aspectos: uno de ellos para no acoplar completamente el sonido mientras jugaba a juegos como LOL, sujetándolo con la emoción del momento de tal manera que podía tapar el altavoz derecho que está en el lateral. Y el otro es porque los contenidos con sonido estéreo se disfrutan más así. Sin generar el efecto de forma virtual con un solo altavoz o usando la resonancia del propio auricular y el cuerpo del terminal, como sucede en algunos terminales.
Ahora bien, aunque tiene certificación de alta resolución, el volumen y la calidad en los niveles más altos no lo encontrarás. Es suficiente para la escucha individual o incluso si estás enseñando una canción o un vídeo a un par de personas más. Pero el sonido no tiene una gran potencia.
Lo bueno es que, si eres de los que todavía no ha dado el salto a los auriculares inalámbricos, tienes dos opciones para seguir utilizando tus auriculares con cable. O bien el puerto USB tipo C, compartido también como puerto de carga, o bien con el mini jack de 3,5 mm. Sí. Este Xiaomi Redmi Note 10 Pro sigue apostando por esta conexión y no podemos estar más de acuerdo. La opción está ahí, si quieres utilizarla puedes. Algo que no interfiere en el tamaño de la batería ni tampoco compromete el diseño del terminal. Aunque de esto paso a hablar ahora.
Diseño elegante pero sobrio
Cuando parecía que los fabricantes se lanzaban (por fin) a las gamas de colores imposibles para sus terminales estrella, ahora Xiaomi parece dar un paso atrás. O medio. Y es que este Xiaomi Redmi Note 10 Pro llega en solo tres colores: un bronce gradiente que llama bastante la atención, un azul bastante pastel muy sutil y un gris oscuro que resulta bastante elegante por su cercanía al negro. Pero no hay rótulos, ni texturas, ni marcas, ni elementos distintivos. La carcasa es brillante y no tolera muy bien el tema de las marcas de dedos. Pero lo peor, a mi juicio, es la falta de innovación y de marca personal.
Los esfuerzos de Xiaomi por diferenciarse del resto de fabricantes en este Redmi Note 10 Pro han pasado por no innovar. Solo el módulo de cámara, con nada menos que dos alturas y una distribución poco habitual de objetivos puede diferenciarlo de otro móvil visto por detrás. Y es una pena porque el acabado es realmente bueno, pero nada llamativo.
Las calidades, eso sí, se notan muy cerca de lo Premium. La carcasa trasera y los laterales lo son, pero algunos detalles como el cambio de materiales entre marco y superficies laterales restan puntos a estas sensaciones. O los marcos de la pantalla, que no son tan finos como en un gama alta. Además hay un pero relativamente importante en cuanto a su diseño general: su peso. Son 193 gramos que, aunque no se sienten tan pesados en una superficie grande de 164mm × 76.5mm, y un grosor más que aceptable dada su batería de 8.1mm, están algo desequilibrados. Es ergonómico, porque su parte más pesada es la inferior, que se apoya en toda la mano. Pero son detalles que siguen marcando un acabado completamente Premium respecto a un gama alta. Claro que no tenemos que perder de vista que este terminal prácticamente es un gama media si atendemos a su precio.
Otro de los detalles negativos que demuestran que en este aspecto está un poco por detrás es la certificación IP53. Esto significa que no es sumergible y que solo soporta salpicaduras de líquidos. Algo que en 2021 se nos hace un tanto extraño. Si bien la funda protectora que acompaña al terminal en la caja cuenta con una protección extra para el puerto USB tipo C. Pero no te podrás llevar el móvil a la ducha ni meterlo en el agua si quieres seguir contando con él y sus plenas condiciones.
Respecto al detalle del módulo de cámaras tengo sentimientos enfrentados. Por un lado me parece demasiado grande y abultado, con dos alturas y diferentes tonos que parecen buscar una personalidad propia sin encontrarla. Por otra parte, dada toda la tecnología que incluyen y la calidad de sus resultados es como para perdonarle todo. El diablo está en los detalles y los apasionados del diseño equilibrado, elegante, sutil y simétrico no van a encontrar calma a su TOC artístico en este móvil.
Ojo, que el sensor de huellas está en el lateral
Para sorpresa de muchos Xiaomi apuesta por un lector de huellas táctil en el lateral del terminal. Particularmente lo encuentro realmente cómodo. Aunque la tendencia de las gamas superiores sigue siendo incluirlo bajo el panel, la ubicación lateral no deja de ser ergonómica, práctica y rápida. Al fin y al cabo se puede llegar a ella con el pulgar de la mano derecha o con el índice de la izquierda. Y siempre es más ágil que la tecnología ultrasónica bajo pantalla, con lo que el desbloqueo es prácticamente instantáneo cuando sujetas el móvil en la mano.
Ahora bien, en mi semana con el Xiaomi Redmi Note 10 Pro he combinado este sistema de seguridad con el desbloqueo facial. Y es que resulta aún más rápido, aunque tendrás que configurar en algún submenú de los ajustes de pantalla que quieres activar el móvil cuando lo coges en la mano. En caso contrario tendrás que pulsar el botón y ya habrás desbloqueado el móvil con este mismo gesto. Es ágil pero me ha resultado poco seguro. Por alguna razón, en varias ocasiones, este terminal ha sido capaz de reconocerme con la mascarilla en la cara. Y sí, esto resulta comodísimo. Pero sin haber registrado mi cara con mascarilla intuyo que más bien pueda deberse a un sistema poco seguro. Y que bien podría llegar a ser desbloqueado por alguien que no fuera yo o en situaciones sensibles como mirar al móvil de reojo y que este se desbloquee. Aquí la agilidad de este sistema ha puesto en jaque mi preocupación por la privacidad. Y me ha hecho pensar seriamente si la mejor opción no sería ceñirme al sensor dactilar situado en el lateral derecho.
Ten en cuenta que puedes aplicar medidas como mantenerte en la pantalla de bloqueo o no activar el reconocimiento facial hasta que no enciendas la pantalla del móvil. Pero en estos casos será más rápido usar el sensor de huellas.
Teléfono Dual SIM pero ¿qué pasa con el 5G?
Puede ser uno de los grandes hándicaps de este Xiaomi Redmi Note 10 Pro. Y es que ni siquiera esta versión “pro” lleva ese extra de la alta velocidad de Internet. Cuenta con ranuras para dos SIM, muy útil para dividir trabajo y personal, y con todo el software para llevar esto a cabo. Pero a diferencia del Redmi Note 9T de principio de este mismo año, donde presumían de 5G en ambas tarjetas, esta vez no lo tenemos en ninguna de ellas. Algo que puede hacer bastante daño a quienes quieran aprovechar sus coberturas, aunque no es algo que cambie radicalmente la experiencia de un móvil hoy en día. Pero sí es una barrera hacia el futuro más cercano.
Conclusiones tras estas primeras impresiones
El Xiaomi Redmi Note 10 Pro llega para poner muy nerviosos al resto de fabricantes y sus terminales de gama alta e incluso Premium. Quizá no en el diseño y acabados, donde Xiaomi se ha quedado un paso atrás en este caso. Como ocurre también con su apartado de conectividad, en el que se han olvidado del 5G. Sin embargo, es un terminal realmente capaz en el apartado fotográfico. Tanto que podría poner colorado al usuario de móviles como el Samsung Galaxy S21 Ultra, donde el modo retrato y las condiciones complejas, también con 108MP de sensor principal, se gestionan mucho peor que en este Redmi Note 10 Pro.
Tampoco se queda atrás en el ámbito del rendimiento. Todo funciona rápido, sobre todo si se activan los 120Hz de velocidad de refresco de pantalla. Y es capaz de mover juegos famosos actuales y cualquier efecto y aplicación del momento con solvencia. Y todo ello sin quedarse sin batería. Quizá es demasiado restrictivo con algunas notificaciones, pero tendrás móvil para jugar, llamar, hablar por WhatsApp y hacer todo lo que tengas que hacer en el día sin preocuparte de la carga. Ni de comprar un cargador, porque viene incluido en la caja.
En definitiva, un nuevo Redmi de Xiaomi que apuesta por un precio recortado con algunas características de un gama alta. Funciona muy bien y es asequible. Ahora bien, tiene algunas carencias que ya te he desgranado por aquí arriba. Pero ¿Qué otro móvil podría ofrecerte todo esto por 280 euros (en su versión más modesta con 6+64GB de RAM y almacenamiento)?
Buenas tardes , porque a veces mi redmi note pro se ilumina de azul en los laterales? lo tengo en modo normal y y 60 Hz pero igual esta pasando