En Huawei siguen trabajando para desarrollar tecnologías basadas en Inteligencia Artificial con las que mejorar la vida de los usuarios. No hablamos de StorySign, que ayudaba a los niños sordos a leer libros y cuentos, sino de Track IA, que está enfocado a aquellos que tienen problemas de visión. Más concretamente, a los niños que podrían estar desarrollando alguna problemática con este sentido para poder ponerles en tratamiento lo antes posible.
Se trata de una iniciativa lanzada en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragon y DIVE Medical, basada en Inteligencia Artificial para detectar y diagnosticar cualquier evidencia temprana de problemas en la visión de los niños. Todo ello acabará transformado en un dispositivo que estudiará las miradas de niños de 6 meses en adelante para saber si cuentan con algún tipo de disfunción. Un aparato que será portátil ya que Huawei cuenta con toda la potencia de procesamiento neuronal que necesita en el Huawei P30 y su chip Kirin 980.
Actualmente, la iniciativa Track IA aprovecha la cámara de un ordenador Huawei MateBook E para reconocer los movimientos de los ojos del sujeto mientras sigue estímulos visuales en la pantalla. Estos datos se recopilan y se envían al Huawei P30 para procesarlos y compararlos con la base de datos de otros modelos de movimientos oculares que ya están recopilando en países como China, México, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y también España. Cuando se tenga un gran número de datos se abrirán las redes neuronales y se podrá conocer si los movimientos de ojo del sujeto en cuestión corresponden con movimientos de una persona con visión correcta o si atienden a algún problema asociado a la vista.
Según la Organización Mundial de la Salud, se cree que hay 19 millones de niños con problemas de visión en todo el mundo. De ellos, entre el 70 y el 80 por ciento podrían ser curados o prevenidos. Pero para ello deben ser diagnosticados. La iniciativa Track IA busca capacitar a personas no preparadas para los estudios oftalmológicos para detectar alguna anomalía en la visión de los niños a partir de 6 meses. De esta manera podrían ponerse en tratamiento mucho antes y evitar que sus problemas acaben en enfermedades graves de la visión, o curando el problema que les atañe.
Eso sí, de momento la iniciativa está llevando a cabo la recogida de datos con sujetos. Se prevé que para final de año ya existirá un dispositivo prototipo capaz de aprovechar las redes neuronales para comparar modelos. Pero no será hasta 2020 cuando TrackIA se vea efectivamente implantado para que profesionales de la salud puedan diagnosticar problemas de visión a niños a partir de los 6 meses.
Cómo funciona
Lo primero es recopilar los movimientos de ojos de un niño a través del programa DIVE, mediante un ordenador que lanza estímulos visuales en la pantalla y registra el movimiento de los ojos. Este volumen de datos se procesa con el algoritmo HUAWEI HiIA para poder llevarlos a un dispositivo móvil como el Huawei P30, con capacidad para compararlos con el resto de modelos estudiados.
Gracias al procesador Kirin 980, que cuenta con dos unidades de procesamiento neuronal (NPU), los Huawei P30 son capaces de procesar información de manera más similar a un cerebro humano que a un ordenador, pudiendo llevar a cabo varias líneas de procesamiento simultáneas, y no una por una. De esta manera, la iniciativa Track IA se hace portátil, sin necesidad de ordenadores potentes o del envío de datos a la nube para ser procesados. Todo el trabajo se hace en el móvil.
Con esto, un profesional de la salud que no esté necesariamente cualificado, puede diagnosticar de manera temprana una disfunción en la visión del niño. Y para ello solo necesitaría un ordenador portátil y un móvil. Equipo que puede llevarse a cualquier lugar del mundo.
