Las excentricidades de los ricos son, por definición, de dimensiones ciclópeas. El otro día lo veíamos con el proyecto de Elon Musk, que ha lanzado el cohete más pesado y potente al espacio y que pretende crear una red de Internet mundial. Ahora el protagonista de esta nueva historia de ricos es Jeff Bezos, presidente de Amazon.
El fundador del mayor almacén de Internet acaba de anunciar a través de Twitter que se ha comenzado a construir un reloj de 10.000 años en su propiedad de Texas. Dice que quiere que pensemos en la humanidad a largo plazo.
Pero, ¿de qué clase de reloj estamos hablando? Se trata de un proyecto concebido en 1986 por el informático estadounidense Daniel Hills. El mecanismo del reloj está diseñado para avanzar más lentamente que los relojes a los que estamos acostumbrados. En realidad solo funcionará una vez al año y la manecilla que marca los siglos, lógicamente, solo se moverá una vez cada cien años. El cuco se hará más de rogar: solo se verá una vez cada milenio.
Installation has begun—500 ft tall, all mechanical, powered by day/night thermal cycles, synchronized at solar noon, a symbol for long-term thinking—the #10000YearClock is coming together thx to the genius of Danny Hillis, Zander Rose & the whole Clock team! Enjoy the video. pic.twitter.com/FYIyaUIbdJ
— Jeff Bezos (@JeffBezos) February 20, 2018
El reloj de 10.000 años de Amazon, un proyecto para pensar
El proyecto, en realidad, parte de la Long Now Foundation de San Francisco, una fundación que tiene por objetivo fomentar el pensamiento y la reflexión en términos de tiempo más largos. Así, en lugar de horas, días o meses, este reloj se rige por los años, los siglos y los milenios.
Desde la fundación pretenden que gracias a esta otra manera de medir el tiempo, los humanos sean más capaces de pensar sobre sus responsabilidades con la sociedad y con el Planeta Tierra. Que no nos vendría nada mal.
Cuando el proyecto llegó a su término, se fabricaron varios prototipos. Al final, la Fundación se decidió por un reloj que mide más de 150 metros de alto. Y que ahora se ha comenzado a construir en territorio de Jeff Bezos, en la Sierra Diablo, al oeste de Texas. Para poder alojar toda su maquinaria, que no es poca, se ha tenido que perforar la montaña. Sus componentes, que irán incrustados en la Tierra, están siendo puestos a punto en California.
El proyecto no es, en absoluto, económico. Para construir el reloj, Jeff Bezos ha tenido que aportar la friolera de 42 millones de dólares. Lo que serían unos 34 millones de euros al cambio actual. Una inversión solo accesible para multimillonarios como él.
No hay fecha para el fin del proyecto
No hay que tener prisa. Y los que construyen este reloj no la tienen. Hay que predicar con el ejemplo. De momento, no hay un cronograma para la finalización del proyecto. Todo apunta a que, en cuanto esté listo, todos aquellos curiosos que quieran verlo podrán acudir hasta ese punto. Y disfrutar del paso del tiempo, sin prisas.
Lo más probable es que Jeff Bezos tan solo pueda presenciar el paso de algunos años en el reloj. Todos los que le queden de vida, teniendo en cuenta que el magnate tiene ahora mismo 52 años. El primer cambio de siglo que pueda marcar este reloj no será presenciado por aquellos que lo han fabricado. Puede, eso sí, que con un poco de suerte sí puedan verlo sus hijos. Y con toda seguridad sus nietos.
Respeto las ideas y el criterio de cada cual, ese señor quiere trascender en la historia, pero que si en vez de gastar tanto dinero en ese reloj milenario, lo dona a los pobres, hambirentos y demas miles de personas necesitadas de este mundo que tanto lo necesitan, creo que ni el mismo lo va a ver funcionar, es mejor realizar proyectos viables a al periodo de vida util de una persona.