Es el cohete más potente del mundo. Se llama Falcon Heavy y es la última incursión espacial llevada a cabo por SpaceX, la compañía propiedad del magnate Elon Musk. El despegue se produjo este martes a las cuatro menos cuatro de la tarde (hora local) desde Cabo Cañaveral (Florida).
El cohete ha despegado en medio de una inmensa nube de humo y un ruido atronador. Se trata del cohete más poderoso y pesado del mundo. Capaz de cargar hasta 64 toneladas de peso. Este primer vuelo, considerado un ensayo, ha transportado hasta una órbita muy cercana a Marte un descapotable de color rojo de la marca Tesla.
Se trata de una carga simbólica. La de un coche de la propia casa que dirige Elon Musk. Dentro del vehículo, al volante, ha salido también un maniquí vestido de astronauta, bautizado como Starman, por la canción de David Bowie. El despegue, que ha culminado con éxito, ha sido celebrado al instante con vítores por los miembros del equipo de SpaceX.
Así ha sido el lanzamiento de la nave de SpaceX
El despegue, como decíamos, tuvo lugar ayer martes a las 4 de la tarde (hora local) desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral. Hasta el lugar se desplazaron cientos de curiosos que quisieron ver de cerca cómo sería el despegue. Aunque lo cierto es que todos los que quisieran seguirlo tuvieron la oportunidad de hacerlo online.
El cohete salió disparado desde una plataforma de eyección 39 A. Para los neófitos en la materia, hay que indicar que se trata de una infraestructura muy parecida a la que usaron los cohetes del programa Apolo 11. Los mismos que llegaron a la Luna, entre los años 1961 y 1972. También el transbordador especial de la NASA, que partió en 1981.
En realidad el Falcon Heavy incluye tres cohetes Falcon ensamblados. ¿Por qué? Pues porque los dos que se encuentran en los laterales son aceleradores. A medida que el cohete avanza en su trayecto, se despegan del central. Esto ocurre al cabo de dos minutos y medio. Luego, medio minuto más tarde, la cápsula central salió disparada, con el vehículo y Starman dentro.
El Falcon Heavy tiene unas dimensiones de 70 metros de alto. Algo así a lo que equivaldría un edificio que tuviera 23 plantas. En su interior alberga la friolera de 27 motores, capacitados para empujar más de 2.500 toneladas de peso. Se dice que es el cohete más potente que existe, por lo menos en activo.
Un aterrizaje prodigioso
Lo siguiente que debía ocurrir, según todas las previsiones, era que los dos cohetes laterales regresaran a casa. Y así ocurrió. Los denominados cohetes impulsores volvieron a la plataforma, a través de un viaje vertical. Los cálculos fueron al milímetro y su llegada se produjo sin incidentes. Es lo que los expertos llaman ‘maniobra de recuperación’ y se había ensayado en infinidad de ocasiones.
El cohete central también ha llegado de vuelta a la Tierra. O mejor dicho, directamente al mar. Más tarde, la cápsula fue capaz de llegar sin problemas al océano Atlántico. Para su aterrizaje se había construido una plataforma marina teledirigida.
SpaceX ha querido demostrar que está preparada
SpaceX, la compañía responsable de este lanzamiento, propiedad de Elon Musk, ha querido demostrar que está perfectamente preparada para transportar cargas pesadas. Esto podría interesar a clientes como la NASA. El precio de esta misión es de 90 millones de dólares. Una cuarta parte de lo que cuesta un viaje con el Delta IV Heavy.
El magnate quiere convertir SpaceX en una empresa rentable para transportar satélites y otro tipo de cargas espaciales para el gobierno, el ejército de Estados Unidos o empresas de satélites. Superada esta fase, Elon Musk también tiene en mente llevar personas a Marte. Aquí no hay imposibles que valgan.