Tener hijos en estadio adolescente no es fácil. Si tienes un vástago de esta edad o tú mismo acabas de abandonar esa época, sabrás que los padres y madres no lo tienen nada fácil. Ni aquí, ni en ningún lugar en el que las tecnologías móviles se han extendido como mancha de aceite.
España es, para colmo, el país con el nivel de penetración más elevado en cuanto al uso de smartphones. Los niños piden el teléfono cada vez más pronto. Pero en algunos países están decididos a terminar con esta problemática. Y sino fíjate en el caso de Francia.
Nuestros vecinos prohibirán a los chiquillos y chiquillas de entre 6 y 15 años llevar teléfono móvil a clase. Se acabó lo que se daba para una gran mayoría de niños todavía en edad escolar.
A partir del próximo mes de septiembre de 2018, coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar, el gobierno de Emmanuel Macron intentará impedir que los niños de las escuelas de primaria, intermedia y secundaria del país traigan sus móviles a las aulas.
El ministro de educación francés, Jean-Michel Blanquer, ha explicado que en muchos centros educativos ya estaba prohibido llevar móviles a clase. Ahora este veto se extiende a todos. Y si llevan el teléfono a clase, no podrán encenderlo. Ni tan siquiera en los descansos o a la hora del recreo.
Los niños que vayan a clase con móvil no podrán usarlo
La medida puede parecer sencilla y fácil de entender. Pero los docentes y los alumnos no están seguros de que resulte finalmente efectiva. El sindicato de directores franceses se mostró excéptico con respecto a que la prohibición se aplique de una manera efectiva.
Los alumnos piensan lo mismo. En respuestas dadas a The Guardian, los chicos dicen que no entienden cómo pretenden controlar esta situación. ¿Quién guardará los teléfonos?
Algunos adolescentes han explicado que en sus colegios ya no usan los móviles. Ni en las clases, ni en los descansos. Y que si alguien es pillado usándolo en el baño o durante la hora del recreo, se le confisca el móvil de inmediato.
Los padres tampoco lo entienden. Algunos optan por darles un teléfono móvil a sus hijos para que puedan contactar con ellos a la vuelta del colegio. Sobre todo si son de los que regresan solos a casa. Algunos progenitores apuestan por la instalación de un inhibidor de señal en los centros educativos. En su lugar, el ministro de educación ha sugerido que se instalen taquillas para móviles.