Con un diseño que recuerda sus altavoces de alta gama, los Jamo DS7 traen mucha música con poco volumen. Dentro de la gama DS compuesta por altavoces portátiles, inalámbricos y una radio-altavoz, se trata de un sistema “2.1” de dos altavoces más subwoofer. En la caja del subwoofer está toda la electrónica, pues los altavoces son dos satélites minimalistas. El sistema admite varios tipos de fuentes y con sus 120W totales es capaz de ofrecer un gran sonido. Cuesta 500 euros el conjunto.
Tres en uno
El Jamo DS7 es un sistema de tres componentes que trabajan unidos para ofrecer la mejor calidad sonora. Los dos altavoces son del tipo “abierto” (sin caja) y reproducirán las frecuencias agudas y medianas. Cada uno monta un altavoz de agudos de 20 mm y dos altavoces de medios de 87 mm de diámetro. La cúpula del primero es de tetron, los conos de los segundos son de papel.
Por su parte el subwoofer es un cajón de graves dedicado, con un altavoz de 8 pulgadas interno al recinto bass-reflex. Al ser las frecuencias graves menos direccionales, su posición es menos crítica y es suficiente con una unidad. Los dos “satélites” sí deberán colocarse a cierta distancia para conseguir un buen efecto estereofónico.
Sistema compacto
Dentro de la caja del subwoofer está toda la electrónica. Para empezar, los amplificadores: tres en total, uno para cada caja acústica. El dedicado al subwoofer ofrece 60 Watios, mientras que los dos de los altavoces dan 30 W cada uno. En la trasera del subwoofer están todas las conexiones: entradas y salidas. Las entradas son una estéreo (jack 3,5 mm), una digital óptica y la recepción Bluetooth 4.0 interna. Las salidas son de las etapas internas hacia cada uno de los dos altavoces.
La caja del subwoofer mide 30 x 38 x 25 centímetros y pesa 7,9 kg. Los altavoces son mucho más compactos con sus 30 cm de alto, 9 cm de ancho y 10 cm de profundidad (pesan 1,7 kg). El subwoofer sólo existe en negro, pero los altavoces pueden comprarse en blanco, rojo o negro brillantes.
El sistema viene con un completo mando a distancia, que permite incluso el emparejamiento Bluetooth o el cambio entre dispositivos conectados. También, el volumen relativo del subwoofer (graves) respecto de los satélites. Control total pues entre el mando y el móvil, tableta u ordenador que utilicemos para enviar música de forma inalámbrica. Y si usamos una fuente más tradicional, con cable, el mando nos servirá como control principal.