SONOS Playbase sin TV

SELLO-SONOS-Playbase Premios tuexperto 2017Sonos ha completado su oferta de altavoces sin cables para el hogar con la Playbase. Se trata de una «barra» de sonido que no es una barra, sino una base para la tele. No siempre es práctico colocar una barra y pocos televisores se cuelgan en la pared. Sonos ya tení­a su Playbar, además de un subwoofer y sus altavoces independientes. Pero el mayor volumen disponible ha permitido a Sonos ofrecer con la Playbase algo muy especial como hemos podido comprobar. Su precio es de 799 euros.

Así­ es la Playbase

Con un ancho de 72 cm, un fondo de 38 cm y una altura de apenas 5,8 cm, la Playbase no parece tan grande. Menos todaví­a en el elegante color blanco que tení­a la unidad cedida para esta prueba. Como su nombre indica, está pensada para servir de base para un televisor. Sonos dice que aguanta hasta 35 kg, así­ que podremos poner encima un televisor de hasta unas 60 pulgadas.

Sonos Playbase

En su interior alberga nada menos que diez altavoces. Hay siete en la zona frontal, y dos en los laterales, para medios y agudos. Luego está el de graves en el interior, con un cono de 13 cm en posición (obviamente) horizontal. La rejilla frontal es clave y sus 43.000 agujeros tienen diferentes diámetros. El resultado con esa disposición de los altavoces es que la música suena con una amplia escena, como veremos más adelante.

Sonos Playbase conexiones

Al contrario que otras barras de sonido, que incluyen múltiples entradas, la Sonos Playbase es sencilla. Tiene sólo una conexión de red (además de Wifi) y una digital óptica. Sonos afirma que esa conexión es segura y no tiene las complicaciones del HDMI (cierto), y que será el televisor el “núcleo” del equipo. A él se conectarán las fuentes que tengamos, y la diferencia estará en que no sonará la tele sino que enviará el sonido por fibra óptica a la Playbase.

Altavoz sin cables Sonos PlayBase, hemos probado la barra de sonido

Unpacking: un lujo

Aunque no podemos decir que los productos Sonos sean económicos, lo cierto es que da gusto desembalar uno. Es una experiencia parecida a un aparato de Apple, un móvil Samsung, algo de Bose… un lujo. En este caso la Playbase viene en una caja de diseño a su vez protegida por una caja de cartón de doble capa y aspecto exterior neutro. Una vez extraí­do el “maletí­n” que es el propio embalaje de la Sonos, debemos quitar dos seguros laterales. Tras eso, podemos abrir las “cerraduras” que dejarán deslizar la cobertura dejando la Playbase al descubierto.

El aparato viene protegido por una funda de fina tela que, incluso, podrá servirnos de guardapolvo más adelante. En sendas cajitas de cartón, todo muy bien concebido, tenemos las instrucciones básicas y los cables. Merece su mención el cable de alimentación, terminado en fina goma y cuyo terminal está personalizado… no es un cable cualquiera. Y la Playbase en sí­, además de pesada (casi 9 kg), se nota impecablemente terminada por donde la mires.

Instalación guiada

Sonos recomienda colocar la Playbase debajo de un televisor. Aguanta 35 kg y lo cierto es que la superficie (plástico reforzado con fibra) se aprecia fuerte, aunque no del todo sólida. Lo que no recomendamos es “encajarla” en un estante si el mueble donde tenemos el televisor dispone de ellos. Sonará mucho mejor, sin generar resonancias indeseadas en graves, sin muebles cerca. La propia Playbase tiene tres botones táctiles prácticos para avanzar o retroceder canciones, pausar la reproducción, o subir/bajar el volumen.

Sonos Playbase App instalación

tuexperto RecomendadoUna vez colocado, y si -como en nuestro caso- es el primer dispositivo Sonos, toca descargar la aplicación en el móvil (iOS o Android). La propia aplicación, una vez descargada, nos propondrá instalar un nuevo Sonos. Seguiremos las instrucciones y, en nuestro caso… llegaremos al punto en que la conexión sólo inalámbrica no termina. Quizás dependa del tipo de contraseña usada, pero no es un gran problema. Tocará conectar un cable Ethernet, con lo cual tal vez sea buena idea hacer esto antes de colocar la Playbase en su lugar definitivo. Ahí­ sí­ que fue todo rápido, bastó un toque al único botón del aparato (en el lateral derecho) para reconocerlo. Después de ese paso todo funcionará ví­a WiFi sin problema (aunque podemos optar por dejarlo conectado el cable de red).

Queda una conexión por hacer: el cable digital óptico del televisor hacia la Playbase. Sonos recomienda que sea el televisor el “núcleo” hacia el que todas las fuentes se conectan. Y así­ debe ser, porque la Playbase no tiene otra entrada de sonido. Si nuestro televisor no tiene salida digital óptica, tendremos que buscar un adaptador desde coaxial en el mercado (existen). Otro detalle a tener en cuenta es que por ese cable digital sólo podremos enviar formato Dolby Digital (o sonido PCM de toda la vida). La Playbase sólo entiende esos dos y en el menú de salida digital del televisor convendrá asegurarse de desactivar otros formatos (DTS).

Aplicación Sonos

Hemos comentado ya que la aplicación nos guí­a por la configuración. Debemos destacar lo refinada que es la App de Sonos. Es de las pocas veces que realmente disfrutas instalando algo o siguiendo sus instrucciones. Demasiadas veces nos encontramos con órdenes mal traducidas o que hacen referencia a otro aparato, pero no con Sonos. Es otro detalle, como la calidad del embalaje o el acabado de los productos, que justifica un precio más alto.

Sonos Playbase App control

Una vez en marcha, la aplicación es nuestro mando a distancia favorito. Pero como la Playbase da por supuesto que la usaremos con un televisor, tiene otra sorpresa reservada. La propia aplicación, al final de la instalación, nos pide que cojamos el mando a distancia del televisor. Sí­, el del televisor: siguiendo las sencillas instrucciones, se convertirá en el control del volumen de la Playbase, que aprende su código. Muy sencillo y con mucha lógica, pues con ese mando (del televisor) será donde elijamos canales o fuentes y controlemos el volumen dí­a a dí­a.

Un último paso en la configuración serí­a activar el Trueplay. Sonos llama así­ a su sistema de corrección acústica. Usando un dispositivo iOS, emite varios sonidos para medir resonancias y ecos indeseados, y corregirlos. Dada la precisión de la calibración de los aparatos Apple, y la falta de ella en Android, el Trueplay no se puede hacer más que con iOS… y nos quedamos sin probarlo. Una pena, porque además queda grabado para esa habitación (se puede activar a desactivar con Android). Pero nos pilló sin ningún iPhone ni iPad disponibles en la oficina (en casa del herrero…).

Servicios de música

Otro apartado muy destacable de la aplicación Sonos es el relativo a la configuración de servicios de música. Normalmente las aplicaciones que acompañan a los altavoces o sistemas de música en red dan acceso a los más populares. Pero en Sonos no han dejado casi ninguno fuera… ¡conté cuarenta! Por supuesto están los más conocidos: Spotify, Tidal, Apple Music, Google Music, Amazon Music, Last.fm… impresionante. Otro buen punto a favor de Sonos, su sistema es totalmente compatible con DLNA. Esto significa que podemos usar nuestra aplicación favorita (por ejemplo BubbleUPnP) para enviarle música y controlar su volumen.

Para otros ajustes más “í­ntimos”, o configurar otros Sonos, sí­ necesitaremos lógicamente su aplicación nativa. Por ejemplo, podemos añadir a la PlayBase un subwoofer activo sin cables de Sonos. Lo recomendamos para salas de tamaño medio o grande y más para cine que para música, pues como veremos el woofer interno de la Playbase ya da mucho de sí­. También podemos añadir altavoces traseros para completar un sistema de cine en casa. La Playbase oficiará de canales delanteros (izquierdo, derecho y central) y los dos extra (Sonos Play 1 por ejemplo) de efectos surround.

Empieza la audición

Por cuestiones prácticas realizamos esta prueba en nuestra oficina en lugar de, como es habitual, en mi sistema doméstico. Pero eso nos ayudó a descubrir cómo se adapta la Playbase a una situación más común. Es decir, en una habitación o sala sin tratamiento acústico y con decoración normal. La situamos en una mesa y con un televisor no muy grande encima. La instalación como hemos descrito más arriba no tuvo más anécdotas que seguir la aplicación Sonos (y conectar inicialmente a la red cableada).

Desde el momento en que suena la primera nota se aprecia que la Sonos Playbase no es una barra de sonido más. Y que su precio no se justifica sólo por su acabado, embalaje o refinada aplicación. No, la Sonos “suena”. Lo primero que choca es la cantidad de graves que es capaz de reproducir. Con su inocente aspecto (menos de 6 cm de alto) es fácil olvidar que dentro lleva un woofer de 13 cm con amplificación digital directa. De hecho, con música masterizada pensando en móviles o altavoces anoréxicos, necesitaremos retocar a la baja las frecuencias bajas.

Música de fondo

Dejamos un rato que la Playbase diera sus primeras notas sin escuchar con demasiada atención. Cualquier altavoz necesita cierto rodaje (componentes electrónicos y mecánicos) y es injusto valorar su sonido sin permití­rselo. Mientras tanto nos familiarizamos con otros ajustes de la aplicación. En Ajustes de Habitaciones, “EQ”, podremos retocar el sonido: realzar o reducir agudos y graves, y activar o no “Sonoridad”.

El nivel de agudos siempre me pareció equilibrado y nuestra sala no estaba muy “vestida”. Tal vez una sala más brillante precise un ajuste a la baja (lo dudo) pero seguramente una con más cortinas, sofás, etcétera sí­ pida algún punto más de agudo para no sonar apagada. Al contrario, en ningún momento sentí­ la necesidad de subir los graves, sí­ de bajarlos varios puntos según la música. La sala tendrí­a un poco menos de 20 metros cuadrados: sin en ese volumen la Playbase ofrecí­a grave de sobras es fácil imaginar de qué es capaz…

Sonos Playbase captura pantalla App

La Sonoridad es un ajuste curioso: por un lado, actúa como “loudness”, es decir aumenta a bajo volumen los graves y agudos. Así­, con música a niveles moderados o incluso bajos, era muy bien recibido porque sino el oí­do echa de menos esas frecuencias. Cuando aumentamos el volumen, el efecto disminuye (bien programado), así­ que recomiendo dejarlo activado siempre sobre todo si ajustamos también (a la baja) los graves. Por otro lado, aumenta claramente el efecto espacial de la música. Al activarlo se proyecta una escena sonora más ancha y más alta.

Amplia escena sonora

Recordemos que tenemos dos altavoces de agudos laterales, otro central, y seis de medios dispuestos frontalmente. El estudio acústico de Sonos ha tenido éxito porque consiguen sonar con una coherencia sorprendente. Además de su colocación, tienen detrás mucha electrónica (DSP digitales) y la famosa rejilla de los 43.000 orificios de diámetros crecientes hacia los laterales. La música se proyecta al ancho de las paredes de la sala, incluso más allá: ofrece la impresión virtual de estar escuchando una banda situada frente a nosotros ocupando toda la pared. Justo lo que debe hacer cualquier equipo estéreo de sonido digno de tal nombre.

Habí­amos asistido a la presentación de Sonos y allí­ pudimos escuchar algunos cortes de pelí­culas, empezamos con otros familiares. Excelente la reproducción de voces gracias a la claridad de medios y agudos. Es algo fundamental en un altavoz que se usará con un televisor, y la Playbase supera con gran nota esta prueba. La proyección del sonido da realismo a las escenas dinámicas, y el woofer interno más que suficiente “fundamento” para no echar de menos más graves. Realmente, sólo en pelí­culas donde la presencia de efectos sonoros traseros añaden mucha emoción o intriga, podremos echar de menos esos altavoces fí­sicos. Para eso ya sabemos que es sencillo añadir una pareja de Sonos Play 1 (a unos 200 euros la pieza).

Escucha crí­tica

Con la Playbase “caliente” accedimos a nuestra cuenta de Tidal para escuchar temas musicales bien conocidos. Por cierto que la Sonos apenas se calienta: la superficie no pasa de tibia. Para confirmar las sensaciones con bandas sonoras, empezamos con orquestra y coros. Fue sobrecogedor cómo reprodujo la Playbase el coro sueco del sello Cantate Domino, incluso a volumen muy elevado. Es una prueba en la que sucumben sistemas mucho más caros, pero la Sonos no mostró distorsión y sí­ detalle, espacio y energí­a.

Sonos Playbase App música

Escuchando música menos compleja, trí­os de jazz o clásica de cámara, las buenas sensaciones se mantuvieron. La escena sonora se presentaba delante nuestro con buena amplitud y con correcta delineación. Lejos de una escena demasiado holográfica o hiperrealista y, en el fondo, alejada de la escucha directa real. Muy disfrutable, y además poco crí­tica con la posición de escucha, otro punto a favor para su uso en familia. Al subir de marcha, nueva sorpresa por cómo disfrutamos de temas de Supertramp o Dire Straits. El buen grave de la Playbase marcaba el ritmo, sus buenos medios y agudos permití­an disfrutar de voces y guitarras. Excelente.

Conclusiones

Nos ha sorprendido muy gratamente la calidad, y cantidad, de sonido que es capaz de ofrecer la Sonos Playbase. Realmente es un aparato que es un lujo instalar, ver, tocar, usar y escuchar. Y cuando decimos “cantidad” no exageramos… Hubo momentos de la prueba en que, pese a tener la puerta de la sala cerrada, mis compañeros fueron incapaces de hablar por teléfono. Menos mal que era de dí­a y los vecinos no estaban. O eso, o les gustó nuestra música y por eso no apareció la policí­a.

Los televisores actuales ofrecen una calidad de imagen sobresaliente pero, salvo contadas excepciones, su sonido es inaceptable. La Sonos Playbase ofrece el equivalente de esas imágenes en placer para nuestros oí­dos. Lo hace con un dispositivo elegante y mí­nimamente intrusivo con la decoración. Un aparato fácil de instalar, y muy fácil de utilizar a diario. La Sonos Playbase es el complemento de sonido ideal para convertir una tele moderna en un centro completo de entretenimiento. Podemos darle una recomendación sin condiciones.

Sonos Playbase

Tipo Sistema de sonido con 3 ví­as activas
Conexiones WiFi, Ethernet, Audio digital (óptica)
Controles directos Pista adelante/atrás/pausa, Volumen. Reconoce mando a distancia IR del televisor.
Aplicación Sonos Controller (instalación, configuración, control) para iOS o Android.
Altavoces internos Agudos (3), Medios (6), Graves (1)
Formatos de sonido reconocidos Dolby Digital o PCM (fibra óptica). MP3, AAC, AIFF, Flac, WAV, WMA, Ogg (WiFi).
Amplificación 10 canales Clase D
Colores Blanco o Negro semisatinados
Dimensiones 720 x 380 x 58 milí­metros (150 gramos)
Peso (carga soportada) 8.600 gramos (35 Kg máximo)
Fecha de lanzamiento Disponible
Precio 800 euros

 

sonos playbase

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