¿Cómo ha cambiado nuestra vida de pareja desde la llegada de los teléfonos inteligentes? ¿Nos notamos más distantes?¿Y la vida en la intimidad? Estas preguntas y algunas más son las que ha hecho el equipo de Intel Security en colaboración con el psicólogo Jo Hemmings en un estudio que ahora muestra sus resultados.
El punto de partida del estudio se encuentra en el conjunto de síntomas bautizado como «nomophobia» (no-móvil), en la que el sujeto desarrolla una dependencia tan grande del smartphone que su privación le puede generar un estado de intensa ansiedad. El estudio interpreta que tres cuartas partes de los encuestados lo podrían sufrir, de manera moderada o intensa. Un 79% reconocían sentirse angustiados si no tenían su teléfono móvil a mano .
La forma de compaginar este tipo de comportamiento con una relación de pareja fue el siguiente paso de la investigación. Se preguntó a 13.000 personas de todo el mundo y hasta un tercio reconoció que su pareja parecía muchas veces más interesada en su teléfono que en ellos, sintiendo que tenían que «ganarse» la atención de su pareja frente al terminal.
Algunos encuestados también admitían que la tecnología móvil se interponía en los momentos románticos, a través de notificaciones o mensajes. Esta respuesta llegaba casi al 50% de los encuestados si estos se encontraban entre los 18 y los 25 años.
De los encuestados británicos, más de 1.000, un 38% reconocía utilizar los servicios de mensajería o las redes sociales para discutir temas sensibles con la pareja, evitando así el enfrentamiento cara a cara. En algunos casos, incluso cuando las dos personas se encontraban en la misma habitación.
Jo Hemmings analiza alguno de esos resultados, constatando que a veces el individuo puede sentirse ignorado por su pareja, hasta el punto de llegar a sentir celos del teléfono y resentimiento hacia la otra persona. El bloqueo comunicativo que genera sólo lleva a un mayor distanciamiento, que se retroalimenta cuando la pareja se ve obligada a ceder y comunicarse a través del móvil.
¿Adictos? Sí, adictos
Éste no es el primer estudio que hace referencia a nuestra dependencia de los móviles y redes sociales. En un experimento reciente, la aplicación Locket, que permite personalizar el menú de bloqueo de un móvil, monitorizó a 150.000 usuarios para ver cuántas veces lo comprobaban. La respuesta fue demoledora: una media de 110 veces al día. La empresa Kleiner Perkins Caufield and Byers hizo su propio estudio con un resultado similar: 150 comprobaciones del teléfono diarias de media. Si consideramos que una persona duerme 8 horas y está despierta 16, eso supondría entre 7 y 9 comprobaciones cada hora.
Estos estudios nos hacen darnos cuenta que, lejos de ser una exageración o una broma, la adición al móvil es un asunto muy serio que tiene consecuencias en nuestro día a día y afecta a las personas con las que nos relacionamos de una manera más directa, como son familiares o pareja. Es importante que tomemos conciencia si no queremos despertarnos un día abrazados al teléfono móvil, sin nadie al otro lado de la cama.