Samsung Galaxy Tab A 10.1 (2016), la hemos probado

La compañía coreana puede presumir de tener una de las tabletas con mejor relación calidad-precio del mercado europeo. La Samsung Galaxy Tab A es un equipo de gama media que tiene un precio muy interesante y cuenta con un buen puñado de características orientadas a conquistarte: una batería de muy larga duración, un sistema que funciona con mucha fluidez y que responde sin problemas a nuestros gestos. Todo ello desde la sencillez y la funcionalidad. Una tableta pensada para todos los públicos, tanto niños como profesionales que le dan un uso moderado y que no requiere de unas características técnicas demasiado complejas. Este equipo viene a cubrir el extenso repertorio de tabletas de Samsung que va desde la Tab 3 Kids, una tableta directamente pensada para niños, a la la Samsung Galaxy View, una súper tableta de 18 pulgadas que se puede convertir en una televisión portátil.

La nueva Samsung Galaxy Tab A (2016) alcanza un tamaño de 10.1 pulgadas y conectividad WiFi (también cabe la posibilidad de adquirirla con 4G). Un tablet que gracias a esa relación calidad precio se ha convertido rápidamente en la tableta más vendida del mercado español. Un producto que podemos comprar por apenas 280 euros y que calza unas prestaciones técnicas sobresalientes para su precio.

Un procesador para que todo fluya

Un de las principales características de las que presume la familia Galaxy Tab A es de su potente procesador y de la duración de su batería. Además del perfil multitarea y su opción de trabajar y funcionar a pantalla compartida. Un requisito muy demandado por los usuarios de tableta, ya que permite, por ejemplo, ver un vídeo y tuitear simultáneamente, entre otras características.

Y desde luego que el objetivo de crear un dispositivo que funcione de manera fluida se aprecia desde el primer momento. Desde el primer contacto con la Tab A de Samsung, destaca su velocidad de reacción y la facilidad y velocidad con la que responde a todas nuestras demandas. El desbloqueo es fácil, rápido y muy intuitivo. No requiere deslizar en una dirección concreta durante unos segundos concretos. Basta con un breve toque de apenas un segundo en cualquier dirección es más que suficiente para salir de la pantalla de bloqueo. Eso si no hemos elegido la opción de proteger el sistema con un código de desbloqueo. Más allá de este pequeño pero interesante detalle, nos encontramos con un sistema muy sencillo e intuitivo. La tableta viene dotada, además del botón central, con dos botones fuera de pantalla típicos de su gama de smartphones (y de muchas otras compañías de telefonía móvil). El botón de retroceso y el de reciente, con el que limpiar o cerrar las aplicaciones que se están utilizando innecesariamente en segundo plano.

Esta notoria fluidez también se palpa también en su centro de notificaciones. Un centro desde el que realmente se puede gestionar todo el caudal de información que habitualmente circula por nuestra tableta de forma intuitiva y sin sufrir una invasión indeseada del espacio. Desde él se pueden activar y desactivar aplicaciones de música o radio, sin necesidad de entrar constantemente en ellas. O acceder a las notificaciones directamente sin necesidad de desbloquear al dispositivo a través de un doble clic (óptimo para evitar accesos involuntarios). Una herramienta bien diseñada si se le pretende dar a la tableta de Samsung un uso de un perfil un tanto más profesional, ya que tenemos a nuestra disposición un centro de trabajo definido y optimizado. Eso a pesar de ser un producto bien enfocado a un uso más lúdico gracias a su gran pantalla de más de diez pulgadas.

Esta fluidez en su funcionamiento se debe a su procesador Exynos 7870, un chip que la empresa coreana suele montar en sus terminales de gama media hacia arriba y que cuenta con ocho núcleos. Más que suficiente para reproducir y soportar vídeo a Full HD a 60 fps. Un procesador que a pesar de no ser el utilizado en los mejores dispositivos móviles de la empresa asiática, ofrece altas prestaciones. Como hemos podido comprobar en el testeo, la fluidez, el trabajo simultáneo multi-tarea y la reproducción de vídeo de calidad son soportados a la perfección por el Exynos 7870.

Otra de las funciones de la que más se jactan los coreanos, y no les falta razón, es la calidad de la imagen, especialmente a la hora de reproducir vídeos. Eso de debe a que la Galaxy Tab A de Samsung viene dotada de una pantalla con resolución WUXGA de 1.920 x 1.200 píxeles. Óptimo especialmente para reducir la fatiga visual tras largos periodos de visualización más que parar encontrar una definición de máxima categoría. Aplicaciones de vídeo de alta calidad de origen como Yomvi puede verse con una calidad nada desdeñable para una tableta que, recordemos, está en el mercado por un precio inferior a los 300 euros. Aunque no deja de ser cierto que, debido a estos motivos la calidad global del vídeo está un escalón por debajo de los dispositivos de una gama superior.

Batería y conectividad

Otra de las grandes apuestas con la que Samsung ha puesto en el mercado la Galaxy Tab A de 10,1 pulgadas es su batería de larga duración. Sus 7.300 miliamperios a la hora ofrecen muchas horas de autonomía incluso a máximo rendimiento. Según datos de la compañía, se puede disfrutar de la tableta de hasta doce horas seguidas viendo vídeos. Y lo cierto es que durante el periodo de prueba la hemos exprimido a diario utilizando aplicaciones de redes sociales, de lectura de documentos, incluso de vídeos bajo demanda como Yomvi y tan solo ha sido necesaria recargarla en una ocasión. Lo que implica que su consumo en reposo es prácticamente nulo a pesar de tener un buen puñado de aplicaciones trabajando en segundo plano. El tiempo de carga completo es el razonable para un dispositivo de estas características, unas cuatro horas. El ritmo de carga a través de USB al ordenador, si bien desciende como con todos los dispositivos móviles, no deja demasiado que desear. La batería no es extraíble.

Otro de los puntos que te pueden motivar para hacerte con la Tab A es su conectividad con las Samsung Smart TV. Con WiFi Direct tu tableta y tu televisor de Samsung podrán sincronizarse sin necesidad de cables y podrás gestionar la tele desde la Tab A. Una forma sumamente cómoda de navegar por Internet, poner vídeos de YouTube, ver vídeos o GIFs de redes sociales”¦

Una tableta para toda la familia

Esa es una de las tarjetas de presentación de la Samsung Galaxy Tab A. Y es que una de las características que más le gusta resaltar a la compañía coreana es que se trata de una tableta personalizable. Pero no solo temas y fondos de pantalla están en juego. Cada perfil tiene un acceso privado en el que almacenar su propia música, juegos, fotos y aplicaciones para que cada miembro de la familia puede tener su propio espacio de forma fácil, sencilla e intuitiva. Como el clásico usuario de ordenador de toda la vida pero llevado a la tableta.

También cuenta con un control parental (Kids Mode 4.0) y un modo niños que implementa una variedad de juegos y aplicaciones diseñadas específicamente para los más pequeños. En los que limita, por ejemplo, la compra dentro de las aplicaciones, uno de los quebraderos de cabeza de los padres a la hora de ceder sus dispositivos a los más pequeños.

Una cámara trasera de ocho megapíxeles

Otra de las grandes novedades de la Samsung Galaxy Tab A es su cámara trasera que sube hasta los ocho megapíxeles con una apertura f/1.9. Más que suficiente para tomar instantáneas es condiciones lumínicas favorables. Fotos realizadas durante el día (incluso en días nublados), en interiores o con una luz artificial complementaria gozan de una calidad más que aceptable. La calidad de la imágenes recogidas desciende de manera directamente proporcional a la cantidad de luz en el entorno. El flash cumple con su función para fotografías en primer plano. Por su parte la calidad de grabación de vídeo es de 1080p (30fps).

La cámara viene con varios modos para mejorar la toma de fotos. Más allá de modos más o menos habituales como el Noche, el Beauty Face (primeros planos), Deportes, Panorámica, Auto, Ráfaga, cabe destacar el modo Pro. Un sistema por el que los amantes de la fotografía podrán entretenerse ajustando los valores ISO de la cámara, controlar la exposición y el balance de blancos. Muy interesante para entretenerse a la hora de tomar fotografías en la que busquemos un poco de valor añadido aunque no encontremos ese acabado profesional. También cuenta con los modos HDR y Sound & Shot, unos ajustes preestablecidos diseñados para capturar pequeños vídeos de hasta nueve segundos (sonido incluido).

A pesar de venir un cámara delantera de tan solo dos megapíxeles, es digna de mención la funcionalidad y versatildad de la mismo. Vale que los selfies tomados en condiciones que no recen la perfección sean un tanto limitados, pero para llevar a cabo videollamadas a través de Skype (app integrada) o Hangouts ofrece unas prestaciones a las que no se le puede poner un solo pero. Su micrófono ofrece una calidad estándar para el receptor y la calidad del audio, que emana de dos pequeños altavoces situados en la parte inferior del dispositivo cumplen en condiciones básicas.

Medio kilo de tableta

Puestos a sacar algún pero a un producto muy redondo, debemos señalar su peso. Es cierto que sus 525 gramos se encuentran en un horquilla razonable para su categoría. Sin embargo, al incluir el pesaje a la funda oficial de la marca coreana el peso sube drásticamente hasta los 700 gramos. Otro pequeño pero lo encontramos a la hora del manejo y sujeción de la misma. Al ser más apaisada de lo habitual (15”™5 cm de ancho por 25”™5 de largo, sujetada en posición vertical), el uso del teclado resulta muy cómodo en posición vertical. Sin embargo, al sujetarla en posición horizontal el tecleo es más incómodo y en ocasiones se toca de forma involuntaria el botón de retroceso.

Perfecta relación calidad-precio

En definitiva, un equipo que cumple con las principales características que se le piden a una tableta: fluidez, batería de larga duración y vídeo de calidad. Un equipo que se puede convertir en el gadget tecnológico favorito de toda la familia con muy pocos peros (no es un equipo tan cómodo para llevarlo en escapadas si lo equipamos con su funda). Y todo ello con un precio muy asequible de 280 euros.