De un tiempo a esta parte, la compañía coreana Samsung nos ha regalado versiones complementarias para casi todos sus dispositivos más avanzados. En los últimos tiempos, por ejemplo, la firma ha ofrecido los denominados modelos Edge, que se caracterizan por tener una pantalla ligeramente curvada hacia los bordes. De este modo, en el mercado ya tenemos equipos como el Samsung Galaxy S6 Edge, el Samsung Galaxy Note Edge y el Samsung Galaxy S6 Edge Plus, el último modelo de alta gama que ha dado a conocer el fabricante. Pues bien, parece que no contenta con el lanzamiento del que será su próximo buque insignia, el Samsung Galaxy S7, la compañía quiere presentar un par de versiones complementarias adicionales. Lo más sorprendente es que las dos llevarán la coletilla Edge, lo que significa que contarán con un panel curvado. Y, ¿en qué se diferenciarán? Pues según dicen los rumores, tendremos que hablar de dos versiones con dos tamaños de pantalla distintos.
En las últimas semanas, hemos sabido que la compañía estaba interesada en fabricar dos Samsung Galaxy S7 con tamaños de pantalla distintos. Ahora medios de comunicación coreanos afirman que estos dos paneles diferenciados por las dimensiones estarían reservados para la versión Edge. Esto significa que aparte del Samsung Galaxy S7 oficial, existirían un par de versiones que podrían ser bautizadas como Samsung Galaxy S7 Edge y Samsung Galaxy S7 Edge Plus. Se trata de una propuesta de lo más viable, más teniendo en cuenta que en la actualidad ya disponemos de una versión complementaria para el Samsung Galaxy S6 Edge con pantalla curvada. Si los pronósticos no se tuercen, a partir del próximo año podríamos disfrutar de dos Samsung Galaxy S7 Edge de 5,2 y 5,7 pulgadas.
Con respecto al Samsung Galaxy S7 original que esperamos, podemos indicar que los rumores que hasta ahora se han filtrado hablan de un modelo con pantalla 5,2 pulgadas (en diagonal), una versión completamente plana para aquellos usuarios que prefieran hacerse con el equipo original, sin pantallas flexibles de por medio. Pero esto no es todo lo que sabemos acerca de este equipo. Parece ser que el modelo, al igual que la generación anterior (nos referimos al Samsung Galaxy S6) funcionará a través de un procesador Exynos, desarrollado especialmente por la propia Samsung, que resultará capaz de combinar su rendimiento con una buena memoria RAM. De momento no sabemos si tendrá 3 o 4 GB de capacidad. Lo veremos más adelante. Además, es muy probable que el teléfono incorpore una cámara fotográfica principal con sensor de 20 megapíxeles, un sensor de huellas dactilares y una entrada USB de Tipo C, capaz de proporcionar a los usuarios una experiencia mucho más cómoda a los usuarios. Por si esto fuera poco, parece que Samsung también integrará en la pantalla de este dispositivo la tecnología Force Touch, desarrollada para detectar el nivel de presión que ejerce el usuario sobre el panel principal del equipo y con eso, ejecutar ciertas funciones.
Por ahora no hay más datos que puedan ayudarnos a confeccionar una ficha técnica mucho más completa, pero sabemos que el lanzamiento, casi con toda probabilidad, tendrá lugar en enero de 2016. Algunos medios apuntan al día 19 como fecha más viable. Seguiremos informando.