napster

Napster acaba de estrenarse en España y en otros trece paí­ses europeos como servicio de música en lí­nea por suscripción. La bestia negra de las discográficas regresa al continente europeo como una marca de Rhapsody. Ofrece un catálogo con más de 20 millones de canciones. Por 10 euros al mes, el internauta puede disfrutar de toda esa música en streaming, tanto desde un navegador web como desde smartphones y tabletas Android, el iPhone o el iPad. El servicio también es accesible a través de televisores Smart TV y de los equipos Sonos. No es imprescindible que el usuario esté permantemente conectado, porque existe la posibilidad de realizar escuchas fuera de lí­nea (sin conexión). Los medios de pago admitidos son diversas tarjetas de crédito y de débito, y PayPal.

Como promoción de lanzamiento, los internautas pueden probar gratis Naspter Unlimited durante 30 dí­as. Los usuarios pueden descubrir nuevos artistas y estilos musicales gracias a un sistema de recomendaciones llamado la Guí­a de Música Npaster. El sitio igualmente incluye entrevistas exclusivas y sesiones en directo. Los internautas pueden compartir sus gustos musicales a través de redes sociales como Facebook o Twitter, y pueden elaborar sus propias listas de reproducción. Rhapsody ha preferido reservar con su propio nombre para operar en el mercado estadounidense, y aprovechar la fama de la marca Napster para conquistar Europa. Aparte de España, Napster está presente desde hoy en Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Suecia y Suiza.

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Lejos quedan aquellos dí­as cuando Napster dinamitaba los cimientos del negocio del disco bajo la forma de un programa de intercambio de ficheros P2P. El servicio, que permití­a compartir archivos de música MP3 gratis, iniciaba su curso en junio de 1999, llegando a superar los 27 millones de usuarios únicos mensuales en su momento álgido. Sin embargo, tras perder una encarnizada batalla legal contra la RIAA (la asociación estadounidense de la industria discográfica), debí­a cerrar sus puertas por orden judicial en julio de 2001 y acabó entrando en quiebra. Desde entonces, la marca y otros activos de Napster fueron pasado por distintas manos, empezando por el grupo alemán Bertelsmann en el año 2002. Más tarde llegó a pertenecer al Private Media Group. Posteriormente Roxio adquirí­a la marca en una subasta, y Best Buy la compraba en septiembre de 2008. Finalmente, desde diciembre de 2011, Napster es una filial de Rhapsody.

Napster-Rhapsody deberá hacerse hueco en el concurrido mercado europeo, donde Spotify, una compañí­a de origen sueco, es el lí­der de la música en streaming. Spotify cuenta con más de 24 millones de usuarios registrados, de los cuáles más de seis millones son de pago, y ofrece una opción gratuita, aunque con publicidad. A finales de abril, Spotify comenzaba a probar un sistema de recomendaciones para descubrir música.

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