La nueva página web del Senado se ha estrenado hoy mismo. Hace muy pocos días hablábamos sobre la licitación del proyecto en si. La documentación oficial revelaba que se había empleado cerca de medio millón de euros para llevar a cabo la renovación total de la página. Y aunque los cambios han sido más que significativos, los expertos coincidían en que el importe resultaba demasiado exagerado. Muchos de estos profesionales, dedicados al desarrollo y al diseño de páginas web, indicaban que era totalmente posible reducir tamaño presupuesto, por lo menos hasta la mitad. El caso es que esta misma tarde, justo unas horas después del estreno, la página web ha sufrido las bromas de los internautas, quienes han accedido de manera masiva al sitio al descubrirse una inocente vulnerabilidad. La broma se ha extendido a lo largo y ancho de las redes sociales y la página web del Senado se ha caído durante unos momentos.
La noticia ha corrido como la pólvora en redes sociales como Twitter. De hecho, desde los 140 caracteres se han fraguado multitud de bromas que han llevado a los usuarios a hacer modificaciones en la página. No estamos hablando de una vulnerabilidad grave, sino de un defecto que ya ha sido subsanado. Al acceder a un enlace determinado el usuario podía añadir texto al final de la URL para que apareciera en la página del Senado. De esta manera, miles de usuario han escrito bromas que hacían referencia al trabajo de los senadores en la Cámara Alta y a leyendas que hacían referencia a la crisis económica, la clase política, los bancos o al propio desarrollador de la página web. El agujero ha sido revelado pocos minutos después de haber presentado la renovación en un acto oficial, llevado a cabo este mismo lunes. Juan José Lucas, vicepresidente primero del Senado, ha querido justificar el gasto de 437.000 euros de la página web, tan criticado en estos últimos días a raíz de la crisis económica que está padeciendo nuestro país.
El problema, según explican algunos programadores y expertos en seguridad, es que la página presenta otras muchas vulnerabilidades. Según explica La Vanguardia, se han detectado errores importantes en el sistema de enlaces, además de páginas que todavía no existen e incompatibilidades varias con uno de los navegadores más utilizados del panorama, Internet Explorer 9. Veremos cómo resuelven los expertos esta situación para que la página web del Senado no siga siendo el blanco de todas las burlas. La friolera de medio millón de euros, de hecho, tendría que haber cundido lo suficiente como para que no se dieran incidentes como el de hoy.
La renovada página del Senado incluye nuevos contenidos. De hecho, además de incorporar datos precisos sobre el organismo y su composición actual, también se ha presentado un espacio denominado Pequeño Senado con juegos para niños y explicaciones pormenorizadas sobre su funcionamiento. Veremos, en cualquier caso, si todo este dineral invertido sirve para algo o continúa siendo un escaparate con muy pocas cosas detrás.