Ser fanático de Mac no es un hecho trivial. Todo lo contrario. Requiere un gasto y una dedicación extra que muchas veces pasa por adquirir y tunear nuestro escritorio con todos los accesorios para Mac que estén en el mercado. Este es el caso de la Novanta WorkStation, una mesa de escritorio que se adapta a las filias y a las fobias de los más aficionados a la firma de la manzana. La idea ha corrido a cargo de Luke Riggall, un diseñador al que se le ve preocupado por el bienestar de todos los que tienen un Mac entre manos.
Para construir la mesa se ha utilizado aluminio. Y a la vista está que su autor ha conseguido guardar la consabida estética de los aparatitos de Apple. En cualquier caso y, como no podía ser de otra manera, el mueble está equipado con un espacio para instalar un MacBook, un iMac o cualquier otra variante de ordenador de la misma marca. Seguro que un PC clónico no cabe en ese espacio. Otra ranura está especialmente diseñada para dar cabida al iPhone o a cualquier variedad de iPod como si se tratara de un dock.
Para escuchar música desde el mismo escritorio no hará falta trasladar hasta la mesa una base como la Logitech Pure-Fi Anywhere, sino que bastará con encender los altavoces integrados y dejarse llevar por la música. Además, los más geeks tendrán la oportunidad de conectar infinidad de cacharros USB gracias a sus entradas hub USB, que se complementan con varias conexiones externas de audio. Una joya, que también incluye cajones para alojar el papeleo, que a pesar de tanta tecnología, sigue acumulándose en nuestras mesas.
Los que se hayan enamorado de ella, todavía no podrán tenerla, a no ser que se la pinten al óleo. El diseño de Luke Riggall es todavía un concepto sin horario ni fecha en el calendario.
Vía: YankoDesign