Cada estudio o encuesta que sale nuevo sobre Windows Vista deja al sistema operativo en peor lugar que el anterior. El último dato en su contra lo aporta la lista de los ordenadores portátiles más vendidos en Amazon, una de las mayores tiendas en Internet. De los equipos que ocupan los 20 primeros puestos, sólo uno de ellos viene cargado con Windows Vista. Un balance más bien triste, teniendo en cuenta que, además, las probabilidades de que el comprador lo sustituya más tarde son considerables.
En el listado, que se actualiza constantemente, encontramos dos grupos bien diferenciados. Uno de ellos lo constituyen los MacBook, que lógicamente se sirven con el sistema operativo de Apple. El otro está formado, salvo un par de excepciones, por los famosos ultraportátiles ligeros, que bien funcionan con Linux o con la anterior versión a Vista, Windows XP. Sólo uno de ellos, el HP 2133, utiliza Windows Vista.
La proporción mejora tímidamente si ampliamos el rango hasta los 50 portátiles más solicitados en Amazon: en ese caso aumenta hasta ocho el número de modelos que operan con Vista. Menos de una quinta parte. Y la mayoría en los puestos de cola. Uno de esos ocho equipos es el Toshiba Satellite, disponible exclusivamente con Vista. Los otros siete son todos modelos pertenecientes a HP, que tampoco ofrecen la opción de escoger Windows XP en ellos. En sus ultraportátiles sí existe Linux como alternativa, una combinación de la cual hay dos referencias de HP en esta lista (una de ellas muy por encima de las que incorporan Vista).
Son datos que, si bien están extraídos de un único vendedor, estamos ante uno de los más importantes en la red. Y, por lo tanto, ilustran a la perfección la situación del sistema operativo ideado por Microsoft, que presenta aún más inconvenientes en equipos portátiles.
Pero en el ámbito de las empresas el panorama es aún más desolador, como reconoce el propio Steve Ballmer, actual presidente de la compañía. “Pueden esperar si realmente quieren hacerlo”, dijo al ser cuestionado por un periodista acerca de estos estudios, que indican que el 61% de las empresas pretenden ignorar Windows Vista y esperar al próximo Windows 7. Ahora, además de admitir sus errores, casi sugiere que no merece la pena resolverlos. Que esperen al próximo, que no pasa nada.
Aun así, Ballmer insiste en que Windows Vista no es un fracaso total. Una vez más, se aferra como un clavo ardiendo al dato de que “el ritmo de adopción de Vista es más rápido que el de XP hace dos años”. Claro que, por aquel entonces, Windows XP tenía el camino despejado. En cambio, a Vista le persiguen dos serios competidores: uno es el propio XP, que vuelve a prolongar su vigencia; el otro, el próximo Windows 7 que llegará a finales de 2009, si todo va bien. En medio de ambos, un sistema plagado de fallos que parece condenado a pasar sin pena ni gloria.
Vía: CNET News
