Eso tiene que ser el mayor de los fastidios. Llegas a final de mes y por fin te han ingresado el sueldo ganado con el sudor de tu frente. Acudes al cajero automático con toda la ilusión del mundo (ya sabes, el dinero no da la felicidad, pero la imita a la perfección) y te encuentras con esto. La foto no es del todo nítida, pero ahí esta: se trata de un fallo garrafal de Windows. La desesperación se apodera de ti.
Sí, es uno de esos fatídicos errores a los que Microsoft nos tiene tristemente acostumbrados. Puede que no tenga ese característico “azul pantallazo” (seguro que en catálogos como el de Zara ya tienen prendas clasificadas por este color), pero os aseguramos que se trata de una nueva metedura de pata del sistema operativo de Bill Gates. Bastante más pequeño que otros que hemos visto, igual de molesto que siempre.
Esto es lo que pasa cuando no proteges tu producto contra los virus de forma adecuada. Aunque las lenguas más afiladas dicen que Windows en sí mismo ya es un virus (¡pero qué malos que son algunos!). De todos modos, en este caso lo único que puedes hacer es aguantarte y esperar a que solucionen el problema. O llamar al amigo informático, que estará encantado de resolver el problema:
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Pues Sí, y también nos ha pasado, errores similares, a la hora de comprar las tarjetas del Metro.
Saludos.