En Navidad nos preocupa un poco menos el calentamiento global, y llenamos casas y ciudades con un sinfín de bombillas de colores. Y lo hacemos dentro de casa, con el típico árbol navideño, o fuera, con esas lianas que cuelgan de monumentos y atraviesan las calles de fachada a fachada. Independientemente del debate sobre el consumo energético en estas fechas, la verdad es que las luces navideñas son objetos dignos de inmortalizar con nuestra cámara fotográfica.
Pero no basta con apuntar con la cámara y disparar sin más. Hay que tener en cuenta una serie de factores para que el resultado obtenido sea algo más que manchas brillantes sobre fondo oscuro. Por eso hemos investigado cómo solucionan la papeleta fotógrafos profesionales y aficionados avanzados, y os resumimos sus consejos en dos entregas. Así que nada, marchando la primera.
Equipamiento
Tu cámara tiene que estar bien quietecita para captar la imagen con nitidez, sobre todo porque las luces navideñas suelen encenderse en horas de poca luz (o directamente, de noche). Por eso, al igual que para fotografiar fuegos artificiales, es muy recomendable usar un trípode.
Si no tenemos, hay que ser imaginativo y aprovechar soportes fijos como bancos, vallas, tapias, alféizares o cualquier superficie plana que tengamos cerca y nos permita colocar la cámara a cierta altura del suelo. Si no te queda otra que confiar en tu buen pulso, usa las dos manos y mantén la respiración. Pero sólo al disparar, que tampoco es plan de asfixiarse.
También por razones de estabilidad, hay que evitar las posibles vibraciones que se producen cuando pulsamos el disparador. Para esto hay dos remedios: usar un disparador externo, conectado por cable a la cámara, o activar el temporizador para que la foto se dispare unos segundos después de pulsar el botón.
Planificación
Al atardecer hay un pequeño periodo de tiempo, llamado hora azul, que transcurre entre la puesta de sol y la noche propiamente dicha. Durante unos minutos, el cielo no está completamente oscuro, por lo que disponemos de una franja de tiempo ideal para fotografiar. Habrá menos sombras y el fondo del encuandre estará más visible.
Ten en cuenta a qué hora suele atardecer en tu ciudad y sal con tu cámara a la calle un poco antes. Una vez colocados, dispararemos más o menos una foto cada minuto, para conseguir tomas en las que la luminosidad va variando progresivamente, desde ese cielo azulado hasta la noche cerrada.
Si se nos hace tarde o el operario encargado de encender las luces se niega a hacerlo hasta que ha anochecido completamente, tranquilo. No está todo perdido. Prueba a subir el tiempo de exposición, es decir, los segundos durante los cuales la óptica de la cámara recoge luz para formar la foto final. En este caso el uso de trípode o algún otro soporte es fundamental, y es más que probable que las luces salgán algo quemadas.
Pero bueno, puede que ésa sea precísamente tu intención, y además nos estamos ya metiendo en el terreno de la segunda entrega de estos consejos, en los que hablaremos de los ajustes de la cámara y la forma de encuadrar. Hasta entonces, puedes ir comprobando qué equipo tienes en casa y acercarte a algún sitio donde haya luces navideñas a eso de las 6 de la tarde, para tomar nota de los minutos exactos en los que se produce la hora azul.
Fotos de Idle Type, Mauro A. Fuentes.
Vía: fotomaf / strobist
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