Windows7

En mayo, usuarios de todo el mundo tuvieron la oportunidad de descargar la versión candidata a ser la definitiva. En junio, se anunció que Windows 7 se pondrí­a a la venta el 22 de octubre de 2009. Hoy, por fin, tras muchos sondeos, pruebas, spots filmados en Sietes, Asturias y hasta cracks efectuados por hackers chinos, el nuevo sistema operativo de Microsoft se pone a la venta en todo el mundo.

Su predecesor, Windows Vista, no gustó al público en general por lento y pesado. Incluso socavó la imagen de Microsoft hasta el punto de que muchos fabricantes optaron por volver a dotar sus ordenadores de Windows XP. Sin embargo, en su afán por recuperar el prestigio perdido, Windows 7 cuenta con mejores credenciales.

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Para empezar, la nueva plataforma ha tomado nota de las acusaciones de monopolio lanzadas a la compañí­a fundada por Bill Gates que en la actualidad dirige Steve Ballmer. La Unión Europea ha sido especialmente dura y poco permisiva al respecto. Tal vez sea una de las razones por las que Windows 7 posibilita la desactivación de varias aplicaciones de Microsoft, entre ellas el navegador Internet Explorer. Aún así­, que nadie piense que ha cambiado de forma radical la filosofí­a de los de Redmond. Para llevarla a cabo, los usuarios deben antes actualizar el sistema operativo con Windows Update. El negocio es el negocio.

Windows 7 se ha centrado en mejorar el rendimiento y el arranque, el caballo de batalla que perdió Vista con su excesiva ralentización. También se acompaña de un buen puñado de aplicaciones novedosas, entre las que destaca la herramienta de reconocimiento táctil. Su anuncio ha propiciado una explosión de monitores equipados con tecnologí­a capacitiva. Ofrece varias posibilidades, como abrir, cerrar y arrastrar diferentes elementos con toques en la pantalla, manipular imágenes (voltearlas, hacer zoom, etcétera), seguir un mapa en Internet… Todo con nuestras propias manos y sin necesidad de recurrir a los periféricos tradicionales.

Muchas modificaciones también se encuentran en la interfaz. Por ejemplo, la barra de tareas. Se ha ensanchado y los botones de las ventanas sólo incluyen el icono del programa, sin texto. Se mantiene la previsualización cuando se posa el puntero del ratón encima, aunque se ha completado con una muestra de la pantalla entera. En la esquina derecha aparece un rectángulo que sustituye el icono de Escritorio en «inicio rápido». Cuando se sitúa el ratón encima, las ventanas se vuelve  transparentes. Con un clic se minimizan todas. También se redimensionan de forma automática si se ponen una junta a otra. Si lo que se desea es dejar una abierta y cerrar las demás, basta con agitarla en su parte superior.

La función Jump List es otra novedad. Equivale a un acceso casi directo a los últimos archivos con los que haya trabajado el usuario. Para acceder, basta con hacer clic con el botón derecho en los iconos de la barra de tareas y un submenú mostrará los documentos que se hayan usado recientemente con una aplicación o abierto en una carpeta, o las últimas páginas visitadas en Internet.

Los requisitos del hardware deben pasar por un microprocesador de 32 ó 64 bits a 1 GHz. La memoria RAM tiene que ser de 1 Gb para la versión de 32 bits y de 2 Gb para la de 64 bits. El disco duro deberá tener un espacio libre de al menos 160 Gb (32 bits) ó 20 Gb (64 bits), según la versión.  También incluir una unidad grabadora de DVD.

Existen seis versiones de Windows 7 y una séptima reducida especial para ultraportátiles, Windows 7 Starter. Las tres principales serán Windows 7 Home Premium, Windows 7 Professional y Windows 7 Ultimate. Los precios de cada una son 200, 310 y 320 euros. En cuanto a las actualizaciones cuestan, respectivamente, 120, 285 y 300 euros. Luego se comercializarán productos como el Family Pack, que permite que hasta tres ordenadores compartan la misma licencia de Windows 7 Home Premium y migrar desde Vista o XP. O el Anytime Upgrade, para pasar de una versión a otra superior mediante el pago de diferentes tarifas.

Windows 7 acaba de comenzar su andadura comercial y, en principio, parece que con mayor aceptación que su inmediato antecesor. Por si acaso, Microsoft ya ha preparado 80.000 drivers. Ahora que ya es un hecho definitivo y oficial, sólo resta esperar para ver si  termina de calar entre los usuarios.

Y tú ¿cuándo tienes pensado ponerlo a prueba?

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